DE POLÍTICA RAZONADA
La reforma energética que se necesita
Osar: solamente así se obtiene el progreso.
Víctor Hugo.
Carlos Alberto Pérez Cuevas
Una vez más el Partido Acción Nacional pone las cartas sobre la mesa al presentar su propuesta de reforma energética para México; ya antes siendo gobierno había presentado una muy ambiciosa, que terminó siendo una minireforma por las mezquindades del PRI que no se atrevió a entrar a fondo en la transformación de México cuando era oposición.
Ahora dicen los priistas que sí quieren reformas de gran calado; no es lo mismo ser oposición y moverse con cálculos políticos electorales en cada planteamiento o propuesta, que ser gobierno y pulsar las necesidades reales de un país; la diferencia ahora es que el PAN está siendo oposición responsable y sí quiere transformar a México.
La base de la reforma establece que Pemex seguirá siendo una empresa propiedad del Estado mexicano, no se busca su privatización sino su fortalecimiento y para ello requiere una gran inyección de recursos para lograr su modernización operativa y tecnológica; desarrollar un plan para solucionar los problemas generados por el pasivo laboral; dotarla de autonomía de gestión que le permita libremente decidir cuál es su mejor organización y además generar lo necesario para su autonomía presupuestal.
Visiona que para crecer y mejorar es necesario que genere los mayores estándares de calidad que sólo se logran compitiendo, por lo que se prevé un régimen de concesiones para la exploración y producción de hidrocarburos en donde participarían Pemex, empresas privadas y público privadas; además se establece un régimen de concesiones manejado a través de la Secretaría de Energía, a Petróleos Mexicanos se le confirmarían las concesiones que ya tiene y las nuevas concesiones se propone que sean asignadas a través de procesos de licitación.
Una reforma constitucional de este calado permitiría también generar grandes nichos de inversión, en los sectores de refinación, exportación, exploración, transportación, producción y petroquímica. Para lograr esta gran apuesta se tiene que crear la Comisión Nacional de Hidrocarburos como una institución reguladora de las actividades de exploración y producción así como la integración de un Fondo Mexicano del Petróleo que sería el encargado de administrar la renta petrolera.
Los beneficios que esta reforma traerá son muchos, entre ellos es previsible una inversión privada adicional de entre 20 y 30 mil millones de dólares por año, generando un crecimiento adicional del PIB entre un 1 a 2%; en promedio 100 mil empleos por año bien remunerados; independencia energética; reducir el costo de la energía eléctrica hasta en un 40%; tener opciones de compra de combustibles a mejores precios con diversas empresas expendedoras, acabar con los dañinos monopolios en el sector que no generan más calidad y mejores precios.
Ésta es la reforma energética que necesita México, ahí está la propuesta, vamos a ver si esta vez el PRI, desde el gobierno, decide tomar el toro por los cuernos y entrar a fondo, o se quedarán en el mero discurso de la transformación del país.
Twitter: @CarlosPereznz
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