EN LA LÍNEA

La intocable Sección 22

Félix Fuentes Medina

El líder Rubén Núñez y sus compinches de la Sección 22 de la CNTE han llegado lejos. Durante años han aniquilado la educación de Oaxaca y en abierto reto al gobierno federal y al Poder Legislativo trataron de impedir, mediante acción violenta, la aprobación de tres reformas secundarias de la nueva Ley de Educación.

Los individuos con investidura de maestros cumplieron el martes pasado 84 días de plantón en el Zócalo capitalino y ese día se lanzaron más de 100 de ellos con piedras y palos contra la Cámara de Diputados, donde agredieron a 20 guardias federales, habiendo causado fracturas expuestas a algunos. Incluso retuvieron a seis de ellos en calidad de rehenes.

De noche, Rubén Núñez irrumpió en el recinto parlamentario en busca de los diputados que analizaban las reformas, a fin de impedir la aprobación respectiva.

El violento individuo no halló el lugar donde sesionaban los legisladores y, convertido en un ente rabioso, lanzó a sus seguidores a cometer destrozos y a agredir a los guardias.

Mientras unos derribaron verjas del acceso principal de San Lázaro, otros utilizaron garrotes para convertir grandes cristales en añicos y algunos más volcaron dos vehículos, prendiéndole fuego a uno de los mismos.

Los supuestos mentores aprovecharon su número mayoritario para golpear con saña feroz a los inermes guardianes, quienes tienen órdenes de no agredir a los manifestantes que llegan a la Cámara. Por ello, los maestros no recibieron respuesta.

Los agresores incurrieron en delitos graves a partir del intento de ataques a los diputados que sesionaban. Las heridas graves a los guardias se castigan con cárcel, sin derecho a libertad bajo fianza, a lo cual deben agregarse los daños a instalaciones oficiales y el siniestro al vehículo quemado.

En estos días es invocado el buen gobierno de don Adolfo López Mateos, quien por mucho menos hizo detener a Othón Salazar y a los profesores que se habían posesionado de la Secretaría de Educación Pública en los últimos días del régimen de Adolfo Ruiz Cortines.

Hoy se pregunta el pueblo en general por qué son permitidos los desmanes de grupos lapidarios, como los guerrerenses, que en varias ocasiones han cerrado la Autopista del Sol o causaron daños mayores en oficinas gubernamentales, del Congreso local y en domicilios particulares. A nadie se ha castigado por tan graves ilícitos.

Cuando el régimen del presidente Peña Nieto consideró que debía proceder contra la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo, a causa de los graves problema ocasionados por su sindicato, lo hizo y los maestros seguidores de ella permanecen callados. ¿Por qué la beligerancia a quienes eran disidentes de Gordillo?

La CNTE, pero en primer término la Sección 22, es el principal cáncer de la educación. Durante años, sus líderes no han hecho más que vivir de las extorsiones, a partir de los gobiernos corruptos oaxaqueños de José Murat y Ulises Ruiz. El actual mandatario, Gabino Cué, es la gran decepción por su debilidad ante la parvada de pillos.

Rubén Núñez y sus seguidores han demostrado con sus actos vandálicos en Oaxaca que no son profesores. Ni enseñan ni saben hacerlo. Exigen prestaciones y aumentos de sueldos sin merecerlos.

Ahora rechazan la reforma educativa para eludir los exámenes. Serían reprobados y lo saben. Exigen plazas magisteriales de regalo y mes tras mes arguyen pretextos para hacer paros y manifestaciones. Esto sucede en la entidad más pobre de la república, en la tierra de Juárez, donde la ignorancia es la divisa.

¿Por qué, por qué es permitido ese caos descomunal? Es pregunta nacional?