Entrevista a Carmen Parra/Pintora
Jacqueline Ramos
El águila real mexicana ha estado presente en diferentes momentos de nuestra historia, desde las sociedades prehispánicas hasta la actualidad. Su permanencia en los diversos momentos culturales e históricas nacionales no ha sido estática, por el contrario, dicho emblema de la nación mexicana se ha transformado.
Eso explica, en parte, la fascinación de la pintora mexicana Carmen Parra con el águila real, especie en riesgo de extinción, que constituye el símbolo por excelencia de la unidad nacional, ya que según los registros históricos ha habido más de una versión —el águila mexica, imperial, republicana y, por supuesto, otras adaptaciones modernas— de esta ave que, además de ser muy significativa para los mexicanos de diversas épocas, representa sentimientos y aspiraciones de carácter universal por su condición de fortaleza, libertad e indudable belleza.
Partícipe de una etapa que abre una brecha insólita en la difusión cultural hacia finales de la década de los cincuenta del siglo XX, la artista visual Carmen Parra, en entrevista con Siempre! nos expone que, a través de sus obras exhibidas en varias exposiciones realizadas en 2011 —República del aire. El águila contra la patria en extinción, en la Casa del Lago Juan José Arreola, en la ciudad de México, y Águila real, símbolo vivo de México, en Oaxaca—, se suma a la reflexión y a las acciones concretas para salvar esta simbólica ave.
Símbolo nacional
¿Cómo nace la idea de tomar como tema el águila real?
Todos mis temas pertenecen a este país, y el águila es el centro simbólico de México, ya que la fundación de la ciudad es el “águila”, está en nuestro imaginario cotidiano, en las monedas, en todos lados. Esta águila se encuentra en peligro de extinción y, a través de lo que pinto, lo que hace uno es aprender de la imagen, sus significados y su valor. Cuando llegó el águila aquí, yo no sabía que estaba en extinción, entonces a través de estudiar durante dos o tres años en los que estuve pintando el águila, porque tuve el privilegio de que me la traían a mi estudio, hice toda esa reflexión artística sobre el águila real mexicana.
Así que decidí dedicar este trabajo a la promoción de ese tema para intentar crear conciencia en las personas respecto del problema, pues al ser un símbolo patrio, debemos cuidarlo del mismo modo, así que se trata de obras didácticas, que resaltan la belleza del ave, que es imponente.
¿Cuántas obras ha realizado con este tema?
Son más o menos 35, pero el bloque más importante son 8 águilas en vuelo, ningún pintor en la historia de México ha pintado el águila como animal, todos los cuadros, los dibujos, es siempre como un símbolo. Lo que yo hago es pintar el vuelo del águila por primera vez en la historia, casi en su tamaño natural, en telas de dos por dos metros, y eso para mí es muy importante. porque es el ave que llega más lejos, es la que ve mejor, y por todo ello se vuelve símbolo de la visión más grande dentro de todo el mundo animal, es símbolo del sol, de la luz.
Se sabe que en los cuadros se exhibe un águila real “viva”, que fue la musa de estos cuadros. Platíquenos, ¿cómo se dio el acercamiento a esta ave?
Tuve el privilegio de contar con un ejemplar vivo como modelo, su nombre es Inka. Estaba en mi propia casa, había una reunión, porque era cumpleaños de mi hijo, y llegó un muchacho de 26 años con un águila en el brazo, y ante tal aparición yo dije: “¿qué es esta maravilla?”, porque es un águila muy grande. El joven cetrero mexicano Diego Rodríguez me platicó su preocupación por la especie y en las condiciones en las que recibió el ave —con las alas rotas— tras un decomiso.
Recuperar identidad
¿Por qué es tan fundamental en estos momentos representar y darle de alguna manera promoción a este símbolo mexicano?
Todos los mexicanos tenemos que recuperar nuestras raíces simbólicas, de nuestro país, porque ésa es un arma que nos protege de estar en una especie de limbo histórico. Tenemos la necesidad de recuperar lo que somos y no permitir que este país, que le ha costado tanto esfuerzo a tantas personas, a tantas generaciones, a tantos movimientos culturales, políticos y sociales, desaparezca sin más.
¿Qué significado tiene el paralelismo que presentan entre la destrucción ecológica de esta especie y la de la identidad nacional?
En cada una de mis obras trato de plasmar ese paralelismo entre la relación con el águila y frente al desmantelamiento de la estructura institucional del país, reflejar la destrucción ecológica de esta especie y la de la identidad nacional. Mi propuesta es la posibilidad de tener un acercamiento creativo para intentar que el público adquiera otra manera de aproximación y de acercamiento a un animal en peligro de extinción y de un nacionalismo desdibujado y débil.
Nacionalismo frente a globalización
¿Qué nos dejan sus obras, tanto en preservar a la especie, como el valorar y exaltar el nacionalismo?
Es una invitación a una reflexión, en qué momento de la historia estamos como país y a nivel internacional. Nos tocó un fenómeno que siempre ha existido que es la globalización. La Conquista de América hizo la globalización, los jesuitas fueron una globalización, en fin.
Las influencias siempre han sido eternas en la historia de la humanidad, pero no por eso podemos dejar de ver lo interesante, lo profundo de nuestras raíces y lo que hemos dejado en la historia, como pueblo. Buscamos también generar diversas reflexiones en torno a la importancia de conservar el hábitat del águila real mexicana, pues en este momento existen menos de 30 ejemplares en todo el país.
Independiente a la exposición, ¿han realizado alguna campaña contra la extinción de dicha ave para que el público descubra la importancia de esta especie nacional?
Es muy difícil hacer un trabajo de ese tipo porque también trabajé con la mariposa monarca en la reserva de la Sierra Madre, llevo 30 años trabajando ahí, soy la única pintora que lleva ese recorrido, trabajando con la mariposa monarca. Pero como son problemas que implican, primero, la naturaleza, luego la política, luego el interés social, luego los problemas de cada región, entonces se tiene que resolver con cierta visión, como es también el problema del águila.
Actualmente estamos haciendo un proyecto que se llama Refugio Salvaje, es nuestra meta, ya que los animales decomisados muchas veces se mueren porque no tienen un lugar a donde ir, entonces nosotros vamos a hacer este refugio salvaje, que va estar en Teotihuacan.
La responsabilidad, que es una palabra que yo creo que se nos olvidó como sociedad mexicana, la responsabilidad de vivir, en lugar de tener la obligación de trabajar para él, yo creo que eso, si lo recuperamos, va a hacer una maravilla y sobre todo en la parte de las raíces de este maravilloso país.