EN LA LÍNEA

 ¿A qué hora trabajan?

Félix Fuentes Medina

Apabulló a sus adversarios en los comicios del 2012, pero en su calidad de jefe de Gobierno del Distrito Federal no convence e incluso decepciona Miguel Ángel Mancera, quien se comporta como jefe policiaco y no hay evento o fandango que se pierda.

Mancera también es proclive al discurso cotidiano y a las declaraciones de banqueta, prácticas que hartan a la población, ansiosa de seguridad y mejores servicios.

Cierto, el abogado de 47 años recibió la ciudad con obras inconclusas, entre otras la costosa Línea 12 del Metro, y con segundos pisos de los cuales escurren aguas sucias sobre vehículos en tránsito o embotellados, pero poco hace para remediar las calamidades.

La otrora Ciudad de los Palacios dejó de serla. Aquel Zócalo con palmeras y flores o la plancha en la era de don Ernesto P. Uruchurtu desaparecieron. El perredismo y el Peje López Obrador dispusieron de esa área como suya, convirtiéndola en ágora de baja ralea.

En ese espacio público, el mesías tropical de Tabasco ordenó aquel 30 de julio del 2006 el plantón de 48 días, del Zócalo a la Fuente de Petróleos. El cierre de Paseo de la Reforma fue detestable, a los ojos del mundo, y sobre eso quedan seguidores del Peje, si bien muy disminuidos.

Antes de esa fecha, el Zócalo ya era lugar de promociones o desahogos políticos, y con la llegada al poder de Marcelo Ebrard se dio rienda suelta al populismo atroz: conciertos de artistas preferidos por el gobierno del DF, una pista de hielo que debió ser instalada en el Palacio de los Deportes —allí han montado exposiciones pornográficas— y muchas más ocurrencias de miembros del partido amarillo.

Gracias a las intensas lluvias de estos días, los parques públicos han reverdecido en lo que ya eran eriales, pero en algunos lugares crece el pasto más de medio metro, como en el lado sur de Paseo de la Reforma, cerca del Periférico, y nadie se ocupa en podarlo. Hay parques en abandono total, entre otros San Juan de Aragón.

El transporte público es de horror. En las estaciones del Metro arriban los ¡sexoservidores! y el régimen de Mancera deja en claro que no puede con el ambulantaje, dentro y fuera de esos accesos.

Por supuesto, Mancera no acabará con los 28 mil microbuses del DF, como lo prometió. A duras penas los verificará, del 12 de agosto de este mes al 29 de noviembre.

Gran parte de esos vehículos registran uso de 20 años, cuando debió ser de 10, y los choferes levantan y bajan pasaje donde les da la gana, se detienen en los cruceros eternidades en espera de usuarios y, cuando aceleran, no hay poder humano que los frene. Incluso invaden vías rápidas, como el Periférico.

La inseguridad se ha convertido en trauma para Mancera y en temor para la población. Ha dicho el funcionario, decenas de veces, que la delincuencia organizada no opera en el DF, pese a que los 12 desaparecidos del Heaven pudieron ser secuestrados por pandillas de narcotraficantes.

En por lo menos 12 expedientes se tiene documentada la existencia de igual número de bandas de narcomenudistas en el Distrito Federal. ¿De dónde creerá el señor Mancera que llegan las toneladas de drogas o quiénes las surten a los vendedores?

Según información del periódico Reforma, con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública,  los cárteles se han posesionado de numerosos municipios del Estado de México y ya acosan a la capital del país?

El jefe de Gobierno y su equipo de burócratas debieran enfrentar el problema, al momento, en vez de emitir declaraciones que nadie cree y lucirse en festejos constantes. La gente pregunta: ¿a qué horas trabajan?