Aseguran dirigentes empresariales
Antonio Cerda Ardura
Al tiempo que en Estados Unidos se difunde en los noticiarios que prácticamente hay un éxodo de habitantes de Michoacán que, aterrorizados, huyen de la violencia generada por la delincuencia organizada, las fuerzas políticas de la entidad se reunieron, el miércoles 7 de agosto, para pactar el llamado Acuerdo por Michoacán, un mecanismo que pretende consensuar políticas públicas, programas sociales y acciones de las fuerzas de seguridad para devolver la paz a ese estado.
En el Acuerdo, coordinado por la Secretaría de Gobernación (Segob), participan activamente los empresarios michoacanos, ya que la crisis económica que han originado diversos factores, incluido el de la delincuencia, ha provocado una retracción de inversiones en el estado y la pérdida, en lo que va de este año, de siete mil empleos, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística y del Colegio de Economistas de Michoacán.
A pesar de que Michoacán ha sido escenario en el último mes de diversos ataques contra policías federales y de que la actividad de las mafias ha orillado al cierre de más de 81 empresas, en entrevista con Siempre!, Rogelio Guízar Pérez, presidente de la Asociación de Industriales del Estado de Michoacán, A. C. (AIEMAC); Gilberto Morelos Favela, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) de Michoacán; y Jaime Salinas Aguado, presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo en el Estado de Michoacán (Fecanaco), coinciden en que la entidad en realidad no es un polvorín, como se ha difundido al resto del país en algunos medios de comunicación, y que el problema de la violencia generada por el crimen organizado está focalizado en algunas áreas de la región de Tierra Caliente.
Problemas focalizados
Hacia el DF y, en general, hacia todo el país, irradia desde Michoacán la visión de que es un polvorín. ¿Realmente qué está ocurriendo? ¿Esa visión catastrófica es real?
Rogelio Guízar: No es en todo Michoacán. Se trata de cuatro o cinco municipios de la región o cercanos a Tierra Caliente, como Buenavista, Aguililla, Coalcomán, Tepalcatepec, parte de Apatzingán, e inclusive algunas zonas de Lázaro Cárdenas. Realmente en Morelia, el centro y el norte no hay este tipo de complicaciones, aunque, por supuesto, la inseguridad ha provocado, amén de otras cosas, que haya una crisis en la economía de las familias, de las empresas y del estado. Muchas empresas han decidido retirarse y otras cambiar sus domicilios fiscales.
Desde que llegó como secretario de Seguridad Pública el general Alberto Reyes Vaca, todo había estado marchando bien, pues empezó a controlar la situación y a devolver un poco la tranquilidad. Sin embargo, tras los hechos que todo conocemos (el asesinato, a fines de julio, del vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la octava Zona Naval con sede en Puerto Vallarta, Jalisco), nuevamente empezamos a sentir un poco de desconfianza y a preguntarnos hasta cuándo los inversionistas locales o los que pretenden venir a instalarse en el estado podríamos estar realmente seguros como para poder desarrollar nuestras industrias.
Y en eso estamos ahora. Nosotros confiamos en que las autoridades están haciendo lo necesario y realmente no hay un problema generalizado. En Morelia y sus alrededores no hemos tenido complicaciones graves, aunque cuando se habla de Michoacán se generaliza.
Gilberto Morelos: De todos es sabido que en Michoacán tenemos un grave problema económico aunado a una grave crisis de inseguridad. Sin embargo, en este momento está surgiendo un acuerdo en el que, con el respaldo de los gobiernos federal y estatal, se están sentando a la mesa todas las fuerzas políticas y los sectores empresarial y social para concertar un programa que lleve al estado por un rumbo único y elaborar un plan de contingencia que reactive, además, las zonas específicas en las que se está focalizando este problema de la inseguridad.
Jaime Salinas: Como ocurre en otros estados en el ámbito de la seguridad, Michoacán está pasando por una crisis muy fuerte. Las organizaciones criminales y delictivas se aprovechan de las debilidades de los gobiernos para realizar sus fechorías y Michoacán no es la excepción: el crimen organizado pide su “cuota” para que los comerciantes podamos seguir laborando, y hasta hay cierto temor de que los créditos federales y estatales puedan caer en manos de la delincuencia, como lo manifiestan también otros presidentes de las Canacos estatales en las reuniones mensuales de la Federación. Los comentarios de los comerciantes son que han bajado sus ventas, mientras que los turistas han cambiado sus destinos vacacionales. Todo esto nos ha llevado a solicitar una solución urgente a los gobiernos municipales, estatales y federal.
¿Hay un cálculo de las pérdidas económicas que ha causado el avance de los grupos delincuenciales?
Gilberto Morelos: En este momento no me aventuraría a dar cifras, pero una de las propuestas que se está discutiendo es la instalación de una mesa interdisciplinaria, en la que participen los sectores empresarial, gubernamental y académico, para que todos esos números puedan ser consensuados y avalados por todos.
Rogelio Guízar: En general, en el estado no se están abriendo fuentes de empleo, ni hay inversión pública y prácticamente no hay inversión privada. Esto estanca de manera considerable la economía. No obstante, a pesar de las cosas negativas que están sucediendo, nuestro sector ha venido ofreciendo propuestas para sacar adelante a Michoacán. Necesitamos, sobre todo, crear una política industrial, condiciones necesarias y una infraestructura adecuada para que en las comunidades la gente tenga la oportunidad de capacitarse y de crear empresas.
Michoacán es muy rico en minerales metálicos, no metálicos, en agroindustria, etcétera. Pero específicamente en lo que nos concierne a los industriales en el área de la minería, o de los sectores marmolero, ceramiquero, etcétera, hay inmensas oportunidades.
Hace unos días, por ejemplo, se llenó por segunda vez, con minerales, el barco más grande del mundo, que se va directamente a China. El mes pasado el mismo barco se llevó alrededor de 142 mil toneladas de minerales. Es decir: en menos de tres meses se está exportando materia prima que nosotros debiéramos estar transformando dentro de Michoacán. Debiéramos crear o imprimir valor agregado a nuestra materia prima y poder exportar productos terminados. ¿Cómo es posible que los gobiernos estatal o federal permitan o no hagan lo suficiente para frenar esa situación?
En otros estados se ha dicho que la delincuencia organizada está metida en la minería. ¿Qué tanto está permeado en ese sector en Michoacán?
Rogelio Guízar: Ese tema es muy escabroso y la situación no es nada sencilla, sobre todo en la región de la costa, donde están la mayoría de las minas. Pero si hay grupos delincuenciales metidos, no nos consta. Más bien nos preocupa la exportación de minerales y que estemos permitiendo que en un año se estén llevando 36 mil o 40 mil contenedores con material. Si la materia prima puesta en el barco, en un contenedor de 20 pies, que son aproximadamente 25 toneladas, se vende en mil dólares, cualquiera de los materiales ya procesados en Lázaro Cárdenas, hablando, por ejemplo, de aceros o varillas para la construcción, nos estaría dando 25 mil dólares. Entonces, nada más multiplique 25 mil dólares por 36 mil contenedores. ¡Es una grave pérdida!
Es un campo de inversión importante.
Rogelio Guízar: Muy importante. Anualmente se están perdiendo entre 800 y 900 millones de dólares. Nosotros creemos que la explotación de las minas está bien, pero hay que provocar la transformación dentro de las mismas comunidades, capacitando a nuestra gente. Una vez que nosotros podamos crear esas condiciones, las personas no van a estar pensando en delinquir, porque tendrán trabajo. ¿Se puede imaginar lo que piensa alguien que sale de su humilde hogar y ve que a su alrededor se mueven miles y miles de camiones, con materias que representan millones de dólares, mientras esa persona no tiene ni trabajo ni para comer? ¡No es justo! Yo creo que si se están extrayendo materiales de las comunidades, pues entonces ahí hay que crear infraestructura y darle valor agregado a esos productos, enseñándole, además, a la población, a trabajar. Hay formas de que la gente tenga un empleo de calidad y garantice su sustento, antes de que esté pensando en ir a robar.
¿Entonces el enfoque que le dio el gobierno de Calderón a la cuestión de la seguridad siempre estuvo equivocada? La probable solución era la inversión para dar empleo.
Rogelio Guízar: Así es. La gente no puede salir a solucionar un problema emprendiéndola a golpes contra los otros. La solución está en la educación, el desarrollo y el empleo. En esa medida, todo el mundo tendría la posibilidad de salir adelante sin estar pensando en situaciones delincuenciales.
Proyecto integral
¿Hay miedo de los comerciantes? Se sabe que hay grupos delincuenciales que cobran, incluso, derechos de piso o una especie de impuestos en algunos lugares como mercados o a los ambulantes, etcétera.
Gilberto Morelos: Como refería, ya se están tomando acciones concretas. Hay presencia del gobierno federal, de la Marina y del Ejército, coordinada con el gobierno estatal, para dar solución a esos temas.
Pero para poder abatir a la delincuencia, es importante que, al lado de la estrategia de lucha frontal que llevan a cabo los cuerpos armados, exista un proyecto integral que esté, por ejemplo, acompañado de un fondo que mantenga los empleos, sobre todo en las micros y pequeñas empresas, de manera que les permitan empezar a pagar a los proveedores a los que deben. Hay que reactivar la economía del estado, ir fomentando el “emprendedurismo” y crear nuevos empleos.
¿A qué se debe la caída económica? ¿La originó realmente la inseguridad?
Gilberto Morelos: Creo que fue una combinación entre la inseguridad y el momento de debilidad económica por el que está pasando el estado.
¿Qué tanto influye en la ingobernabilidad de Michoacán, si es que la hay, el hecho de que no esté el gobernador que originalmente se eligió?
Gilberto Morelos: Hay una presencia del gobierno federal y el gobernador interino, Jesús Reyna García, está formando su equipo de trabajo, lo cual contrasta con esa visión que usted menciona de que nos están viendo desde fuera como un polvorín. La gente está trabajando y se están concretando también comisiones para que ese gran acuerdo por Michoacán pueda ser formalizado y tomado como propio por todos los sectores. Creo que en algún momento todos tuvimos algo de culpa de la situación, y por eso todos tenemos que abonar, aportar, hacer equipo y entender que, si nos juntamos, podemos llegar más rápido y de manera más eficaz y eficiente a las soluciones.
Jaime Salinas: Estamos muy agradecidos con el presidente de la república por la instrucción que giró, a través del secretario de Gobernación, para que el Ejército y la Policía Federal entraran a los pueblos más afectados por la delincuencia en algunos municipios de Tierra Caliente y cercanos a la costa. Y creo necesario aclarar que se trata solamente de algunas comunidades.
¿Entonces la situación de emergencia ya está pasando o ya pasó?
Gilberto Morelos: Más bien estamos trabajando para poder iniciar una etapa de cambio. Las soluciones no se dan de un día para otro ni con una varita mágica. Pero si nos ponemos de acuerdo todos, más rápido podemos acceder a una etapa distinta y de cambio.
Jaime Salinas: Existe ya una coordinación entre el Consejo Coordinador Empresarial en el Estado de Michoacán (CCEEM), los gobiernos municipales y el gobernador del estado, y eso nos da fe de que esto termine. Se ha organizado un plan estratégico para combatir la delincuencia y apostamos a que esas acciones tendrán resultados positivos para que logremos encerrar a los delincuentes y que los inversionistas recuperen la confianza en Michoacán.
¿Hay conciencia de los empresarios y de los grupos económicos de que se está emprendiendo una lucha desigual contra criminales y gente que asesina?
Gilberto Morelos: No es una situación fácil para nadie, pero, si nos cruzamos de brazos, si no abonamos para que exista una solución, difícilmente se va a dar un milagro. En este momento es muy importante la participación de todos, no sólo del sector empresarial, sino del político, inclusive del religioso, y, por supuesto, del social, para caminar hacia un objetivo, que es el bienestar de Michoacán.
No todo es crisis
¿Qué posición debemos mantener el resto de los mexicanos respecto a lo que ocurre en Michoacán?
Gilberto Morelos: Yo invitaría a los habitantes de todo el país para que conozcan lo bonito que hay en el estado. En realidad, la mayoría de los michoacanos somos gente buena y nuestra capital y gastronomía, por ejemplo, son patrimonio. Tenemos la mayor cantidad de pueblos mágicos de México y no todo es malo aquí.
Jaime Salinas: Yo invito a los lectores de Siempre! a que comprueben que no todo es crisis en Michoacán. Por ejemplo, en Tacámbaro, el nuevo Pueblo Mágico del estado, del 27 al 29 de septiembre se realizará la “Feria de las Carnitas” y, entre esos días, el 28 de septiembre, se llevará a cabo la reunión mensual de la Fecanaco. Así que no hay nada que temer.
Rogelio Guízar: La apreciación de que Michoacán es un polvorín está equivocada. No es a tal grado, como se piensa en otras partes de la república. Hay algunos pueblos, algunas ciudades con problemas que están disminuyendo de manera considerable porque el general Reyes Vaca está dando buenos resultados. Y la solución está en provocar el desarrollo a través de la industrialización.


