Entrevista Pablo Javier Becerra/Profesor-investigador de la UAM Iztapalapa
Nora Rodríguez Aceves
Andrés Manuel López Obrador es un excelente olfateador de coyuntura política, es un político nato, sabe dónde está la coyuntura política y cómo utilizarla en su proyecto de aquí a 2015, primero, que es obtener el registro de Morena —Movimiento de Regeneración Nacional— y después de aquí al 2018, su candidatura a la presidencia de la república.
“Así funciona López Obrador, ubica las coyunturas y sobre ellas se monta al máximo para tratar de sobrevivir hasta la siguiente coyuntura, eso es lo que hizo después de 2006, fue enlazando las distintas etapas de, primero lo que él llamó la resistencia civil pacífica al fraude y luego la fue vinculando con varios temas, en defensa de la economía popular que no pegó mucho, pero luego el que sí pegó un poquito más fue el del petróleo y luego le fue añadiendo cosas hasta convertir ese extraño mazacote que llamó gobierno legítimo que lo fue convirtiendo en distintos movimientos hasta converger en lo que fue Morena ya en 2011 y a finales de 2012 en lo que fue ya convertir a Morena en su partido. Esta es un poco la lógica lopezobradorista”, explica Pablo Javier Becerra Chávez, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa.
La historia
El domingo 8 de septiembre se llevó a cabo en la ciudad de México la asamblea nacional en defensa de la economía popular y el petróleo, convocada por Morena, donde se habló de la política económica neoliberal, de las privatizaciones que han hecho los gobiernos mexicanos; pero sobre todo, del porqué la defensa del sector energético y el rechazo a la reforma hacendaria, así como delinear el plan de acción para impedir la privatización del sector energético nacional y los aumentos a los impuestos.
Por eso, se aprobó que el 15 de septiembre se organicen reuniones informativas en las plazas públicas y el 22 en la ciudad de México, una gran marcha nacional en defensa del petróleo y de la economía del pueblo. Y ese mismo día 22, se definirá el plan de acción a seguir.
En este sentido, Javier Becerra explica a Siempre! que “la movilización fue grande para lo que podía esperarse después de varios meses de relativa inactividad, hay que recordar que en este momento López Obrador está concentrado en la organización de su partido y esta oportunidad de protestar de nuevo contra la privatización del petróleo fue excelente para poder mostrar músculo y poder reunir a sus simpatizantes, no en el Zócalo como él quería por la razón que ya sabemos, sino en un espacio alterno, pero de todas maneras juntó un buen número de personas, unas 50 mil personas”.
“Es obvio que López Obrador está iniciando su ciclo de recargamiento de pilas políticas, de igual forma hace unos seis años fue la iniciativa sobre la industria petrolera del presidente Felipe Calderón y después de su resistencia a lo que él llamó el fraude logró enlazar muy bien con esa coyuntura que le permitió movilizarse durante algunas semanas por el centro de la capital. En aquella ocasión, López Obrador aún estaba en el PRD aunque ya medio distanciado, entonces resulta evidente que López Obrador está trabajando ya parra su tercera candidatura presidencial de 2018”.
En cuanto al discurso pronunciado ante miles de simpatizantes lopezobradoristas en la Avenida Juárez de la ciudad de México, “no tiene grandes novedades, es en buena medida lo que ya sabemos, las reiteraciones de que él con la movilización puede lograr detener esa ofensiva que es una verdadera traición a la patria, es decir, podemos poner un discurso de hace cinco años en esta coyuntura y exactamente sonaría igual. En el discurso no hay muchas variantes básicamente lo que está tratando de hacer es montarse en la coyuntura del tema petrolero, aunque en su movilización habló de que también era para detener la aplicación del IVA en alimentos y medicinas, pero luego el presidente Peña Nieto le aguó la fiesta porque la iniciativa de reforma hacendaria no entró por ese lado, del IVA a alimentos y medicinas, pero evidentemente el tema del petróleo lo tomará López Obrador como el tema que le permita nuclear a su opción de aquí a los siguientes meses”.
Una lucha desde 1994
El especialista en materia de Estado y sistema político en México, sistemas de partidos, así como en teoría de las transiciones a la democracia, recuerda que este “tema de luchar contra la privatización del petróleo lo trae López Obrador ya desde 1995 cuando enlazó la resistencia contra lo que él llamó el fraude en la elección local de Tabasco de 94, lo enlazó al año siguiente con movilizaciones en los pozos petroleros de Tabasco. Primero fue por demandas muy locales, las demandas de pescadores y agricultores locales afectados por Pemex, pero luego enlazó esto con el planteamiento de que el gobierno de Ernesto Zedillo estaba preparando la privatización del petróleo”.
Por lo tanto, “desde aquellos días, López Obrador traía el discursos de luchar contra la privatización del petróleo. Luego renovó ese planteamiento con Calderón, que finalmente la reforma que propuso el expresidente fue mínima, no codujo a ningún lado, de hecho la supuesta refinería que se iba a construir en el sexenio calderonista, pues ni siquiera se ha iniciado, fue un completo fracaso, y ahora evidentemente con la iniciativa de Peña Nieto”.
Sin embargo, dice el analista político, “habrá que ver cómo López Obrador logra empalmar esto con el nivel de efervescencia que hoy se vive por los otros temas de las reformas de Peña Nieto, particularmente la reforma educativa, que es la que hasta el momento ha provocado más movimientos”.
Frente a este escenario, para el investigador es difícil pensar que el tabasqueño una fuerzas con el PRD y Cuauhtémoc Cárdenas, que también enarbolan la bandera de la defensa del petróleo, porque “Cárdenas ya reivindicó su derecho de primacía en este tema, ya hizo la primera manifestación sobre el tema a la cual López Obrador no se incorporó”.
En este punto, el PRD, los sectores moderados y los sectores radicales confluyen en la defensa de lo que consideran es el legado cardenista, esta idea de propiedad total y absoluta sobre el sector petrolero, y que cualquier apertura puede implicar una privatización, obviamente el discurso de López Obrador hoy está siendo más radical porque está hablando abiertamente de una traición a la patria, el robo del siglo.
120 días
Sin embargo, “López Obrador hará lo posible por montar su propio movimiento y por plantear su liderazgo en este punto, aquí sí dependerá de cómo fluya la coyuntura, de cómo efectivamente se produzcan los movimientos, tanto de movilizaciones en las calles del PRD y de López Obrador, como de lo que acuerden en las cámaras y eventualmente en el Pacto por México, y habrá que ver si queda a la negociación en las cámaras en donde el PAN y el PRI tendrían la posibilidad de aprobar una reforma porque coinciden en varios temas, pero el hecho de que el PAN y el PRI aprueben solos una reforma energética ¿implicará que de plano el PRD se marginará de lo que fue el Pacto por México? y ¿el Pacto por México por lo tanto virtualmente morirá? es algo que sólo la evolución de la coyuntura nos irá diciendo”.
Aunque no que hay que olvidar “que el PAN y el PRD platearon con toda claridad en los últimos dos meses que antes de aprobar la reforma energética hay que aprobar la reforma electoral, entonces es muy probable que lo que queda de septiembre y luego octubre sea reforma electoral y seguramente la energética la irán posponiendo y si en diciembre no se aprobó habrá que esperar a ver si en 2014 vuelve a levantar”.
No obstante, “Peña Nieto ya se fijo el compromiso de que tiene 120 días para sacar esas formas, pero si logran que el PRD y Cárdenas lleguen a un acuerdo con el PAN y con el PRI en materia de reforma energética, evidentemente el combustible para el movimiento de López Obrador disminuirá, pero en fin esto ya depende de la coyuntura”.