LA IZQUIERDA HOY

Mayor presupuesto no es garantía de buenos resultados

Miguel Barbosa Huerta

En la tarde del 8 de septiembre, el presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso de la Unión el paquete económico para 2014. La Ley de Ingresos para 2014 estima que las arcas del gobierno recibirán casi 4 billones y medio de pesos, una cantidad inmensa de dinero, pero que tiene que alcanzar para las necesidades de 112 millones de mexicanas y mexicanos.

La reforma hacendaria del Ejecutivo federal requiere de una revisión exhaustiva que permita mejorar las finanzas públicas con equidad, eficiencia y transparencia. El grupo parlamentario del PRD defiende un modelo económico alternativo que impulse el crecimiento y mejore la distribución del ingreso. Buscamos una verdadera reforma hacendaria que no sólo atienda la recaudación, sino que mejore la calidad del gasto público y fortalezca los esquemas democráticos de rendición de cuentas.

Es positiva la no inclusión del IVA a medicinas y alimentos. En un contexto de franca desaceleración económica, con incrementos por encima de la inflación de los precios de los productos básicos, gravar estos productos sería profundamente regresivo, porque afectaría a los sectores menos favorecidos de la población.

Somos partidarios de una política progresiva en el pago de impuestos. En diversas ocasiones nos hemos manifestado por incrementar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) para los sectores de la población que más ganan, desaparecer el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), gravar los ingresos de operaciones financieras, eliminar los regímenes especiales, así como los abusos de la consolidación fiscal. La propuesta del Ejecutivo apunta en sentido correcto en estos rubros.

También destaca la propuesta de desarrollar políticas sociales emanadas de los gobiernos del PRD, como la pensión universal para adultos mayores y el seguro de desempleo, vigentes en la ciudad de México desde hace años.

Debe revisarse imponer el IVA a la educación privada y sus efectos en la clase media. De la misma manera, evaluar el impacto al sector de la vivienda a través de gravar la compra, venta y renta de inmuebles, en un momento crítico de la industria.

Por otra parte, rechazamos tajantemente cualquier intento de canje de la reforma hacendaria por la reforma energética. Insistimos en que Pemex debe contar con mayores recursos para la inversión, así como ampliar su autonomía presupuestal y de gestión.

Subrayamos la necesidad de garantizar el carácter estratégico del sector energético y evitar modificaciones del texto constitucional. Por esto, resulta pertinente evitar confundir alevosamente ambas discusiones. No se justifica solicitar a la sociedad un mayor esfuerzo fiscal si el gobierno no se compromete con la austeridad y la simplificación administrativa.

Más allá del discurso, es necesario realizar acciones que reduzcan el gasto corriente, eliminen privilegios de los altos funcionarios, abusos de la burocracia y gastos excesivos en la publicidad gubernamental.

La propuesta del Ejecutivo carece de un compromiso claro en el ejercicio transparente y efectivo del gasto público. Hoy por hoy, contar con un mayor presupuesto no es garantía para la sociedad de que éste, por inercia, dará buenos resultados. El grupo parlamentario exige mejorar las condiciones de evaluación, fiscalización, combate a la corrupción y rendición de cuentas.