Entrevista a Vidal Romero/Profesor e investigador del ITAM
Nora Rodríguez Aceves
En términos generales, parece más un trámite y algo que se tenía que hacer que un parte aguas o un evento realmente trascendente; dicho esto, lo que tendríamos que preguntarnos es ¿cómo queremos que sean los informes? Si queremos como en el pasado, que eran estos momentos en los que se anunciaban cosas nuevas, cambios importantes para bien o para mal que nos caían medio de sorpresa y que había todo un ambiente de incertidumbre del Informe; o si queremos algo mucho más austero en todos sentidos y que no altera el estado de las cosas tanto en política como en la vida diaria de los ciudadanos, como la pregunta que deberíamos hacernos en este nuevo país, mucho más democrático”, señala Vidal Romero, profesor e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
En cuanto al contenido, en principio, dice el maestro Romero, “no hubo contenido importante en términos de avances significativos, en buena medida porque son pocos meses los que van del sexenio, y también en buena medida porque siempre, incluso los mismos gobernantes, se generan expectativas demasiado altas de lo que pueden hacer una vez que están en el poder, y una vez que llegan ven que es mucho más complicado, se requiere la voluntad de muchos actores, y en ese sentido lo que vemos es eso, en el contenido no hay grandes avances. En la parte más rescatable lo que sí presenta Peña Nieto es una agenda muy clara que sigue siendo más o menos con la que empezó desde que tomó posesión, y eso independientemente de que avance o no avance se agradece por lo menos el que sepamos hacia dónde vamos, ya si llegamos será otra cosa. Ha sido bastante sistemático en hacia dónde vamos”.
En opinión del doctor en ciencia política por la Universidad de Stanford, el presidente de la república le dio menos importancia a la cuestión económica y seguridad en su mensaje debido a que “la parte económica no marcha como esperaban o como esperábamos. En la parte de seguridad, hay avances y hay retrocesos, es decir, no es el gran cambio que algunos esperaban; entonces lo que sí hizo el mensaje fue meternos al momento de coyuntura en el que estamos en términos de las aprobación de las reformas económicas que requiere aglutinar a un montón de actores”.
De ahí que el análisis del politólogo va en dos sentidos: “el primero plantea una agenda que ha sido bastante consistente, ésa es una parte positiva; la parte negativa es que usó ese tiempo de dirigirse a la nación y a los otros actores nada más para decirles otra vez: vamos poniéndonos de acuerdo y vamos a resolver estos problemas, pero no hay resultados, eso es claro, al momento”.