CONSULTORÍA ECONÓMICA

Lamentablemente fue corta

Julio A. Millán B.

Frente a una realidad de país que viene cargada de distorsiones tanto del pasado como del presente que están siendo muy difíciles de resolver no obstante todos los acuerdos que están en marcha, es importante tener presente que México ya no aguantará mucho tiempo cargando la pesada carga de la impunidad, la corrupción, la inseguridad y los intereses de grupos que están condicionando la entrada urgente de la modernización.

El gobierno, emanado de una democracia en proceso de maduración, tiene una enorme responsabilidad de mostrar sus habilidades, sobre todo porque es un partido político que ya gobernó a nivel federal el país, y nunca dejó de ejercer el poder en muchas de las instancias locales como gubernaturas y congresos.

Ahora bien, la luna de miel con el nuevo gobierno ha terminado, lamentablemente fue corta. Cierto es que se han sentado importantes bases de gobierno, empero en el balance nos ha dejado con sinsabores e indefiniciones importantes en temas estratégicos, como la seguridad, y un entorno de incertidumbre en materia económica.

No podemos dejar de lado que el crecimiento económico y la generación de empleos no han sido los esperados, en el primer semestre sólo crecimos 1 % y apenas se generaron poco más de 260 mil empleos en el IMSS. Todo lo anterior indica, por un lado, que seguimos en la estela de la crisis mundial que no tiene visos de terminar pronto, pero también que no se han implementado las medidas correctivas y anticíclicas que se necesitan y que son de urgencia. Si bien el presidente en su Primer Informe de Gobierno reconoce que el entorno exterior frenó nuestro ritmo de crecimiento, la oportunidad de acelerar nuestra economía está dentro del país; está en las decisiones que tomemos como nación.

Cabe señalar que la administración del presidente Peña Nieto inició con un muy buen capital político. La firma del Pacto por México, entre el gobierno federal y los tres principales partidos políticos es un logro quizás sin precedente. En este documento que privilegia coincidencias sobre temas clave, se establece una hoja de ruta para la instrumentación de las importantes reformas que desde hace años se busca alcanzar pero que por cuestiones de intereses de grupo o diferencias conceptuales no se han materializado.

El propio presidente lo reconoce al plantear que, por el ambiente positivo que ha alentado el Pacto, ya se han concretado reformas constitucionales en materia de educación, telecomunicaciones y competencia económica, y se ha presentado la iniciativa de reforma financiera y ahora la reforma energética y la más importante de todas, la hacendaria. Lo importante es llevarlas a sus últimas consecuencias, y no dejarlas a medias o en el limbo de la congeladora legislativa.

Sí, la luna de miel terminó, y sigue la prueba verdadera. Es necesario mantener el ánimo constructivo y seguir adelante. Tomémosle la palabra al presidente cuando dice que éste es el momento para lograrlo y si ello demanda hacer cambios hagámoslos, pues ya no hay mucho tiempo.