Mario Esquivel
Venezuela, país sudamericano con las mayores reservas probadas de crudo en el planeta, apuesta por una política de soberanía petrolera frente a las intenciones de transnacionales, de recuperar ventajas otorgadas en el pasado.
El volumen de 297 mil 700 millones de barriles en los inventarios venezolanos resulta un atractivo difícil de ignorar por compañías de la magnitud de ExxonMobil y ConocoPhillips, involucradas en litigios con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por antiguos negocios sostenidos en el país.
En los años 90 del siglo XX, previo a la llegada al poder de Hugo Chávez, la llamada política de Apertura Petrolera bajo los preceptos de la globalización neoliberal se orientó a la transferencia al sector privado de importantes actividades del sector.
La relación de participantes incluyó a poderosos grupos estadounidenses como Mobil, Dupont, Conoco, Amoco y Benton, Veba de Alemania, la francesa Elf Aquitane, British Petroleum y Repsol de España, entre otros.
Unido a ello, se potenció la firma de tres decenas de convenios operativos en 1992, 1993 y 1997, bajo un esquema que cedió prácticamente la soberanía jurídica del país.
De hecho, los referidos instrumentos establecieron que cualquier diferencia será resuelta en tribunales internacionales y no se ponen límites a la profundidad permitida en las perforaciones.
Dada la forma en la que se ejecutaron estos esquemas de negocios, se terminó violando ciertas potestades del estado venezolano pues se cedieron a terceros actividades claramente reservadas a éste como las de exploración, perforación y producción.
La llegada al poder de Chávez en 1999 marcó el principio de una estrategia de plena soberanía petrolera, con un saldo favorable para los programas de inclusión social que apuntan a beneficiar a amplios sectores de la población.
Entre las medidas adoptadas estuvo la decisión de migrar los negocios a la forma de empresas mixtas, con una participación mayoritaria (60 por ciento) para Pdvsa.
Por supuesto, la mayoría de las firmas extranjeras aceptaron los cambios, tanto en la forma de las operaciones como en los montos a erogar por concepto de regalías e Impuesto sobre la Renta, ajustados al alza por el gobierno en el 2007.
Sin embargo, ExxonMobil y ConocoPhillips optaron por el litigio, esta última en el tribunal arbitral del Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias relativas a las Inversiones (Ciadi) con reclamos multimillonarios contra Venezuela y Pdvsa.
Para el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, cuando el precio del barril era de cuatro dólares, Pdvsa y ConocoPhillips firmaron un acuerdo que, en caso de controversia, la estatal venezolana indemnizaría a la transaccional por 27 dólares el barril.
Este es el acuerdo que Venezuela está dispuesta a conciliar, sin embargo, ahora que el barril está sobre 100 dólares, la transnacional se niega a negociar, enfatizó.
La tendencia privatizadora que caracterizó a la apertura petrolera, tuvo en la orimulsión su ejemplo más significativo.
Los crudos pesados y extrapesados que se localizan en la Faja del Orinoco (el mayor reservorio de hidrocarburos del mundo) no presentaban, antes de la nacionalización, interés comercial para su explotación como hidrocarburo y por ello se diseñó un producto más barato denominado bitumen.
La idea era promover una especie de combustible industrial diseñado para plantas de generación de electricidad, de fertilizantes, fábricas de cemento y complejos químicos, sin tomar en cuenta que en la práctica era petróleo.
Las acciones del gobierno a partir 1999 recuperaron la verdadera condición del crudo del Orinoco, sujeto ahora a explotación bajo mecanismos que garantizan la soberanía venezolana sobre los recursos naturales.
En esas condiciones, Pdvsa consolida posiciones en un entorno donde el petróleo muestra valores sostenidos por encima de los 100 dólares el barril.
Según el Petroleum Intelligence Weekly correspondiente a inicios del 2013, la estatal venezolana se ubica en la quinta posición del orbe, por encima de British Petroleum (Reino Unido), Chevron (Estados Unidos) y Total (Francia).
De esa forma, Pdvsa es líder en el monto de reservas, sexta en reservas de gas y refinación, séptima en producción de líquidos y oncena por ventas.
Los ingresos consolidados de la estatal en el 2012 llegaron a 124 mil 459 millones de dólares, como parte de una gestión sometida a la consideración de auditores externos e internos.