Ilsa Rodríguez 

China celebró el Festival de Chongyang o del Doble Nueve, un día escogido para rendir homenaje a los ancianos de este gigantesco país asiático que ve como cada año aumenta su población adulta mayor, calculada en 202 millones en 2013.

Este festival de Chongyang o Chongjiu, con una historia de más de dos mil años, tiene lugar en noveno día del noveno mes del año lunar y fue escogido por el gobierno de Beijing en 1989 como la jornada ideal para establecer la Fiesta de los Mayores. Este año se celebró el 13 de octubre.

Entre las tradiciones que trascienden de tiempos remotos figuran ascender cumbres, colocar adornos con crisantemos y de papeles de colores y otras muchas costumbres que varían en dependencia de la región de China de la cual se trate.

En Hebei, las familias que tienen relación a través del matrimonio se obsequian presentes, en Jiangsu se calan papeles de colores con formas inclinadas que luego unen para formar una bandera ondeada en las casas y en Hubei se prepara un fresco licor que conserva sus propiedades por largo tiempo.

Los crisantemos constituyen el centro de las celebraciones de ese Festival en la cosmopolita Shanghai, donde se escogen los más novedosos, los más elegantes y los más raros, mientras en Shanxi se visitan montañas y se disfruta de la naturaleza y de lugares de interés histórico.

Una población que envejece

En medio de estas celebraciones, los expertos alertan que la cantidad de ancianos crece y actualmente asciende al 14,8 por ciento, resultado de una mayor expectativa de vida al mejorar la salud y décadas de la política de un solo hijo.

Los especialistas dicen en ese sentido que mientras la tasa de natalidad y la de mortalidad disminuyen, la esperanza de vida en China sigue aumentando.

En 1950 la esperanza de vida en esta nación estaba por debajo de los 40 años, pero en 2011 alcanzó 74,83, de acuerdo con el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).

Otra causa de esta situación es la mantenida política de un solo hijo implantada por las autoridades hace más de 30 años para controlar un crecimiento poblacional desmedido, pero que ocasiona una subida desproporcionada de personas dependientes de la seguridad social.

Esa política de un hijo por pareja hace que en China actualmente el 35 por ciento de las familias tiene que mantener a cuatro personas mayores y el 49 por ciento de las que residen en las ciudades de dos a tres ancianos.

La fórmula conque es conocida esta generación es la de 4-2-1, que significa cuatro ancianos (padres respectivos de los esposos), la pareja y el hijo.

Especialistas citados en la prensa local alertaron que si la medida de un solo hijo sigue vigente, la tercera generación nacida bajo su promulgación tendría que hacerse cargo de 12 personas de edad avanzada como máximo.

Funcionarios del gobierno informan que crecen los gastos de pensiones y de mantenimiento de los ancianos y el BNE explicó que cada vez más los adultos mayores dependen de pensiones, de asistencia gubernamental y de sus hijos para vivir.

Esta situación incide asimismo en la población económicamente activa, en 2013 de 936 millones, tres millones menos que en 2012, y en la cantidad de ancianos que viven solos, que aumentó a 99 millones durante 2012 y superará los 100 millones este año, según los expertos.

Asimismo, tiene un gran impacto en la salud pública, ya que a más edad existen más dolencias, y en la infraestructura necesaria para atender a los ancianos que viven solos o que aunque tienen su pareja no pueden sostenerse por sí mismos.

Con el objetivo de asegurar el bienestar de ese sector poblacional, en un país de mil 300 millones de habitantes, el parlamento chino ha promulgado una serie de legislaciones que obligan a los hijos a amparar a sus padres.

Aunque en general se mantiene la tradición de venerar a los ancianos, que se remonta a la época de Confucio, la vida agitada de los jóvenes y su constante movimiento en busca de mejores posiciones y salarios, significa que los de más edad quedan en las aldeas y son incapaces de adaptarse al ritmo de las ciudades.