Entrevista a Lourdes Rosas Aguilar/Centro de Derechos Humanos Fray Matías

Nora Rodríguez

El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova (CDH Fray Matías) señala que “la información existente indica que los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados o separados de sus padres, sobre todo cuando han ingresado de manera irregular o se encuentran sin autorización de residencia, sufren de manera particular las restricciones a sus derechos emanados de políticas, normativas o prácticas que no se condicen con los estándares internacionales de derechos humanos, especialmente los que surgen de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). El reforzamiento de los mecanismos de control migratoria, por su parte, ha profundizado la situación de alta vulnerabilidad en que se encuentran estos niños, niñas y adolescentes (NNA) y los riesgos de migración, que pueden derivar en hechos de abuso, violencia y explotación, o en daños graves a su integridad física o a su vida”.

María de Lourdes Rosas Aguilar, coordinadora de investigación e Incidencia en el CDH Fray Matías explica que “hay identificadas tres poblaciones de niños y niñas que trabajan, viven y transitan por esta región, del estado de Chiapas, principalmente, en la región del Soconusco donde está la ciudad de Tapachula, la cual no sólo es importante a nivel estatal por ser una de las principales ciudades en el estado, sino por encontrarse cerca de los dos principales puntos de entrada entre México y Guatemala, que es entre ciudad Hidalgo y Tecun Umán del otro lado y Talismán con Carmen Xhán, y también es el estado donde se encuentran mayores controles migratorios, de volantas de migración, revisiones, controles, pues es el principal estado donde se lleva a cabo el mayor número de detenciones de personas migrantes, entre ellas niños y niñas”.

“Esta ciudad también es importante porque se encuentra el centro de detención más grande de México y Latinoamérica que es la Estación Migratoria Siglo XXI, a donde son llevados el 90 por ciento de los niños y niñas detenidos en todo el país; estamos hablando de una población de edad de entre 13 y 18 años, detenida en esta estación migratoria. Muchos de ellos son niños y niñas en tránsito y que se dirigen hacia Estados Unidos o algún estado de México, principalmente en el caso de los niños guatemaltecos, a Chiapas, es como su destino final.”

Aunque, “también hay niños y niñas trabajadores o niños y niñas que estaban tal vez trabajando en el momento de su detención o en los lugares donde trabajan y, además, en algún momento nos hemos encontrado con niños y niñas que ya viven aquí, incluso de padres o madres centroamericanos, pero que no cuentan con una documentación… Todos estos flujos de niños y niñas principalmente son llevados a la estación migratoria; a pesar de que en la ley de migración se habla sobre la canalización a los albergues del DIF, esta canalización no se lleva a cabo”.

Necesidades particulares

Por lo tanto, “el niño, la niña, es visto como migrante antes que como niño y niña, y esto se ve más claro al momento de cuando los menores son sujetos de esta deportación, ya que de acuerdo con el principio básico principal de la Convención sobre los Derechos del Niño se habla de la garantía del interés superior del niño; esto es, identificar qué es lo mejor para este niño o niña antes de ser deportado, ya que cada niño o niña tiene necesidades particulares”.

Frente a este contexto, las propuestas y el llamado que hace el CDH Fray Matías al “Poder Legislativo en cuanto al tema de las reformas a la ley y el reglamento de la Ley de Migración es que los niños y niñas queden fuera de la competencia del Instituto Nacional de Migración, y que sean atendidos por el sistema de Desarrollo Integral de la Familia, el Sistema DIF, como órgano encargado de garantizar y velar por los derechos de esos niños y niñas en México; estas reformas tienen que ver con que se garantice el interés superior. Si bien en la ley lo dice, eso no quiere decir que en la práctica se lleve; no existe un procedimiento, un mecanismo para evaluar y determinar el interés superior del niño. Además, que en materia de infancia se incluya a los niños y niñas migrantes para que gocen y accedan a los mismos derechos que cualquier niño y niña en territorio mexicano”.

Para el Instituto Nacional de Migración, “que cumpla con lo establecido sobre la canalización de los niños y niñas, y no tengan que estar en un centro de detención, que implemente medidas alternativas a la detención para que estos menores no tengan que estar en las estaciones migratorias. Por supuesto, para que durante el momento de la intercepción y detención no lleve a cabo estos criterios discriminatorios, que es como se llevan a cabo la mayoría de las detenciones”.

Al sistema DIF, “que su papel sea representativo en materia de niños migrantes, para que incluya dentro de sus políticas y su presupuesto la incorporación de la niñez migrante, para atenderla de acuerdo con las necesidades que se tengan, la implementación de albergues adecuados para que puedan estar los niños y las niñas”.

Refugio ante la violencia

A la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) “que tome en cuenta la situación de violencia que se vive en Centroamérica y que el reconocimiento de los niños y niñas sea primordial, teniendo en cuenta que los adolescentes entre 13 y 18 son los que se ven más afectados por el crimen y delincuentes comunes, y que son quienes están solicitando refugio en México. Sin embargo, no se toma en cuenta esta situación y hay muchas negativas de refugio tanto de adultos como de menores de edad”.

También “hacemos recomendaciones a los países de origen a través de sus oficinas consulares para que tengan personal especializado en atención a la niñez, que el consulado tenga un papel más fuerte ante el Estado mexicano para que no permita que las deportaciones sean automáticas, sino que exija que el Estado mexicano identifique las necesidades de estos niños y niñas antes de ser deportados”.

A la sociedad civil, “para que trabajemos más en coordinación tanto organizaciones de infancia como de migración, para trabajar el tema desde una perspectiva de la infancia y no desde la perspectiva sólo migratoria, sino como un complemento; también tratar de monitorear más los centros de detención para identificar las condiciones en las que se encuentra estos niños y niñas”.

A Estados Unidos, “que flexibilice su política y permita la reunificación familiar, ya que sigue siendo una de las principales causas por la que los niños y niñas están migrando.

En general. que se haga un trabajo institucional con otras instancias que no están incluidas, como la Secretaría del Trabajo, la Secretaría de Educación o de Salud; la recomendación es trabajar de manera institucional sociedad civil y otras instancias para abordar el tema desde una perspectiva más integral”.

(NRA)