Roberto F. Campos
El desarrollo del transporte mundial incide de manera directa en industrias como la turística, que pese a la crisis económica y financiera prevalece como sector de paz y desarrollo.
Una mayor demanda de los viajes influye notablemente en los medios de transporte, pese al aumento de los precios del carburante y a alzas en los costos de los boletos tanto de avión como de paquetes para visitar otras naciones.
Las oficinas Amadeus de venta de boletos Online señalaron recientemente que la quinta parte de los vuelos se concentra en 300 super rutas internacionales.
El entramado global de los movimientos aéreos subraya que el 40 por ciento de ese tráfico aéreo mundial se concentra en mil rutas o corredores.
Algunos elementos aparecen en las carpetas de los economistas como el tráfico mundial de aviones, la alta competitividad de mercados como los de Asia y Medio Oriente, y el establecimiento de centros de conexión que crecen con rapidez, además de la impactante penetración de los Low cost (bajo costo).
Este último impacta sobre todo en Europa y Norteamérica, tal y como lo refleja el análisis de Amadeus.
Dicho reporte registra un tráfico aéreo internacional con alza del cinco por ciento de 2011 a 2012, con eje en Asia, mayor mercado, considerado el de más rápido crecimiento y la nota de un aumento del nueve por ciento el año pasado, por delante de Latinoamérica, que logró el seis por ciento, más competitivo.
Canal ineludible para los viajes
De acuerdo con estimaciones internacionales, el 22 por ciento de los vuelos internacionales se apunta a las mencionadas super rutas, cada una con una media anual por encima del millón de pasajeros.
Los expertos consideran al Medio Oriente como un enclave o hub aéreo destacado debido sobre todo a tres aeropuertos de relevancia: Doha, Abu Dhabi y Dubai. De manera conjunta, esas tres terminales operan alrededor del 15 por ciento del tráfico de Asia y Europa, y de Europa y el Pacífico sudoeste.
Estos aeropuertos muestran un significativo crecimiento con el 10 por ciento anual, además de registrar la conexión de alrededor del 50 por ciento de su propio tráfico y referente a vuelos de enlace.
Amadeus y otras fuentes insisten en que el volumen entre Europa y Asia aumenta a un ritmo interanual del siete por ciento, a la par de que los trasiegos entre esas dos regiones, con enlace en el Medio Oriente, subieron 20 por ciento de 2011 a 2012.
Por tanto, las consideraciones apuntan a Asia como el mercado con mayor grado de competencia entre las compañías aéreas, con el 75 por ciento del tráfico aéreo de la región en manos de tres aerolíneas y el 27 por ciento al alcance de a lo sumo cinco empresas transportistas de este tipo.
Así, las rutas asiáticas son las más ocupadas con un volumen de pasajeros de siete de las 10 rutas más transitadas en todo el mundo.
Para el Top de Amadeus, las rutas más empleadas del orbe son Jeju-Seúl (Asia), Sapporo-Tokio (Asia), Río de Janeiro-Sao Paulo (Latinoamérica), Beijing-Shanghái (Asia), Melbourne-Sídney (Pacífico sudoeste), Osaka-Tokio (Asia), Fukuoka-Tokio (Asia), Okinawa-Tokio (Asia) y Ciudad del Cabo-Johannesburgo (África).
Pero ese es sólo una punta del iceberg en un mundo sumamente competitivo, y con el deseo de los directivos aéreos de captar la mayor cantidad de mercados posibles y establecer las alianzas con el turismo que les posibiliten las mejores ganancias.
Asia, por ejemplo, verifica el mayor grado de competencia, pues el 75 por ciento del volumen de tráfico aéreo es operado por tres o más aerolíneas y sólo el 25 por ciento de ese tráfico aéreo se concentra en una o dos aerolíneas.
En Europa el 45 por ciento de ese tráfico es cubierto por una o dos compañías y en Medio Oriente el 50 por ciento lo operan sólo una o dos empresas.
El viejo continente se lleva las palmas con la mayor concentración de tráfico de las compañías de bajo costo, hasta el 38 por ciento del total de este tipo de vuelos el año pasado.
Para dicho registro, le sigue a Europa el Pacífico Sudoeste y Norteamérica con una alta penetración de dicho estilo low cost, a razón del 37 y el 30 por ciento, respectivamente.
Tales datos indican que un mundo profundamente agobiado por la crisis de deuda desde 2008, muestra algunos elementos satisfactorios de cara al turismo y los viajes, siempre y cuando sean administrados de manera adecuada y se tenga en cuenta a países emergentes y pobres.