Entrevista a Carlos Navarrete/Candidato a la dirigencia nacional del PRD

Irma Ortiz

¿Cómo ve la situación de su partido de frente a la lucha por la dirigencia nacional?

Mira, mi partido, el PRD, está entrando a una nueva etapa después de 25 años de existencia, un cuarto de siglo y está entrando en una situación en donde el país tiene un panorama complejo, el país tiene dificultades de carácter económico, el Pacto por México parece que naufraga, parece que sale adelante, se le acumulan las iniciativas de reforma, hay un desencuentro entre los tres principales partidos del país, en las Cámaras del Congreso se acumulan las reformas, las leyes secundarios, las reformas constitucionales, y en ese marco el PRD inicia un proceso de renovación de su dirigencia desde los municipios, los estados y en el terreno nacional. Del 21 al 24 de noviembre llevaremos a cabo nuestro congreso nacional de reformas estatutarias importantes y luego comenzará un proceso electivo que culminará el mes de marzo, donde elegiremos dirigentes municipales, estatales y elegiremos a la nueva dirigencia nacional que estará al frente 3 años, hasta 2017; en realidad esta dirigencia va a dirigir el partido en el proceso intermedio de 2015 y preparará al PRD para 2018, entonces nos estamos preparando para ello.

Usted ha señalado la necesidad de que haya una contienda, digamos, fraterna, que eso sería lo mejor; obviamente se ve división de corrientes en el interior del PRD. La corriente que a usted lo postula, ¿cuál es la fuerza que tiene y cómo siente a sus seguros contendientes, como son Ebrard y Sotelo?

Comienzo por decir que tengo un profundo respeto por ambos contendientes. Son dirigentes con trayectoria con conocimiento de lo que es el PRD, con talento, con vocación política, con experiencia; Marcelo Ebrard fue jefe de gobierno, Carlos Sotelo fue senador de la república; igual que yo conocen el PRD y creo que debe ser una contienda no entre enemigos, sino entre contendientes de un mismo partido, compañeros que hemos compartido muchas luchas en varios años, por lo tanto yo he dicho y lo reitero: conmigo no cuenten ni para la división ni para la confrontación. Hay que poner a disposición de los militantes y de los dirigentes de PRD nuestra propuesta política y que el PRD decida, y una vez que se decida, cerrar filas con quien sea electo como presidente nacional. El PRD requiere mucha unidad, no discordia, requiere dar un mensaje de certidumbre a sus electores, no de espectáculos públicos, requiere convocar a todos, al activo que tenemos en el PRD, que es muy importante: dos millones ochocientos mil afiliados, cerca de tres mil síndicos, regidores y presidentes municipales en todo el país; es un partido que representa millones de mexicanos, por lo tanto espero que la contienda sea una contienda fraternal en donde no pase a mayores.

Consulta nacional, un suicidio

Ebrard ha planteado la necesidad de hacer una consulta, ¿usted estaría de acuerdo con esto, porque también en palabras de Miguel Barbosa dice que una consulta de este tipo sería ir al suicidio?

Es una propuesta más que está sobre la mesa y que el congreso nacional tendrá que valorar; si me preguntan mi opinión diría que es poco extraviada la propuesta, porque no hay un solo partido en el mundo, ya no digamos en México sino en el mundo, que elija a sus dirigentes con una encuesta nacional, que es lo que propone Marcelo; es decir, ¿qué partido en el mundo le pregunta a sus contrincantes, a los electores de otros partidos, a quién quiere para dirigirlo?, ninguno. Entiendo la intención pero me parece que no va a prosperar, creo que elegir el dirigente municipal del partido es asunto de los militantes de ese municipio, elegir al presidente estatal de los militantes de ese estado y elegir a los dirigentes del PRD es un asunto que concierne a los afiliados  del PRD única y exclusivamente.

Además, ustedes han tenido muchos problemas porque luego las formas o las maneras no aseguran muchas cosas.

Tienes razón. Se nos desbordan las pasiones internas —y vaya que en el PRD somos pasionales en muchos sentidos—, por lo tanto yo creo que el congreso va a irse acomodando en sus acuerdos en función de elegir primero los concejos municipales, estatales y nacionales, y en ese segundo momento que esos consejos elijan a los ejecutivos, creo que en dos momentos selectivos podríamos lograr que el PRD saliera bien de este proceso interno.

¿Qué corrientes aprueban su candidatura y en caso de lograrlo usted qué es lo que esta proponiendo para reformar este PRD?

Déjame decirte varias cosas, primero reitero una convicción: si mis compañeros me elijen presidente nacional del PRD, yo quiero ser presidente de todos los perredistas y no de una corriente en particular solamente; creo que es lo que el PRD requiere, un presidente que represente al conjunto en su diversidad y en sus diferencias inclusive. Segundo, aspiro a que mis compañeros de Nueva Izquierda me respalden, lo están haciendo de manera muy completa, pero aspiro a que el liderazgo de otras expresiones internas lleguen a la conclusión de que yo puedo contribuir con el PRD en todo el país a conducirlo en esta etapa. Por cierto no se trata de que un hombre dirija un partido, se trata de que un hombre coordine los esfuerzos de miles y miles de dirigentes de todo el país y creo tener la experiencia, el carácter y hasta la forma de ser también, de convocar a todos; no soy un hombre para la exclusión, ni para la descalificación interna, porque valoro mucho el esfuerzo de todos mis compañeros perredistas que en 24 años hemos construido este proyecto político. Creo que estoy en las mejores condiciones por mi edad, por mi experiencia acumulada, por la madurez que ya la vida me ha dado, para poder convocar a todo el perredismo a caminar juntos hacia el 2015.

¿Qué cambios propone en el partido?

Primero el PRD requiere pasar a un proceso de fortalecimiento institucional de sus órganos dirigentes, para decirlo con más claridad, más institucionalidad y menos vida de corrientes en el PRD.

Segundo: el PRD requiere poner de pie a sus afiliados desde los municipios hay que impulsar un gran programa nacional de fortalecimiento municipal del PRD para que sus regidores, sus síndicos, sus dirigentes municipales estén con un partido fuerte en cada municipio del país y podremos en muy poco tiempo, en un año, poner de pie a más de dos mil comités municipales fuertes.

Tercero: me parece que hay que atender a nuestros gobiernos estatales y municipales, todo el esfuerzo de lograr el voto de millones de mexicanos que se concreta en gobernadores, en presidentes municipales, en síndicos y regidores, ahora hay que lograr que esa representación política funcione bien y le dé resultados a los ciudadanos, y ahí hay que hacer un esfuerzo importante.

Cuarto: hay que lograr que nuestros grupos parlamentarios, senadores de la república y diputados federales trabajen en mayor unidad y que sean las Cámaras el espacio de negociación política con el PAN, con el PRI, con el gobierno de la república; y quinto: hay que abrir las puertas del PRD, llegó el momento de volver a abrir de par en par el portón del PRD para que lleguen muchos más mexicanos hombres y mujeres a fortalecer nuestras filas y hay que regresar nuevamente a las candidaturas externas en el 2015, que con el emblema del PRD, mexicanos destacados que tienen la intención de participar políticamente lo hagan como candidatos nuestros, aunque no sean militantes del PRD.

Diversidad en la casa de todos

¿Cuál es la relación de Carlos Navarrete con el grupo de Bejarano?

Es un tema polémico, el PRD tiene siete expresiones nacionales, las ubico perfectamente; tiene una diversidad de orígenes, de formas de hacer política de concepciones, que sin embargo confluyen en un elemento, todos lo quieren hacer desde la izquierda y desde el PRD, como la casa de todos, y a veces hay confrontaciones en las visiones, en las convicciones y en la actuación. Esto a veces nos provoca serios problemas pero no tiene que ser así necesariamente; hay que conciliar la diferencia dentro del PRD y lograr puntos de coincidencia básicos, no aspiro a tener un partido homogéneo, monolítico, esto ya no existe en ninguna parte del mundo, ni en Cuba, por cierto, que tiene un partido bastante sólido. Hay corrientes de opiniones diversas en el PRD, requerimos que en un conjunto de medidas todos estemos de acuerdo, aunque tengamos otras diferencias, y aspiro que con esta corriente que mencionas y otras más podamos tener un diálogo constructivo respetuoso y en donde vayamos juntos donde coincidamos.

Se habla de que Cuauhtémoc Cárdenas se subiría también a la contienda siempre y cuando hubiese una reforma a los estatutos. ¿Usted está de acuerdo en esto, esta reforma a estatutos por un lado y en un momento dado apoyaría  a Cuauhtémoc Cárdenas?

Primero pediría una cosa; el ingeniero Cárdenas para nosotros es un símbolo dentro del PRD, es nuestro fundador, tres veces candidato presidencial, jefe de Gobierno de la ciudad de México y un hombre al que todo el mundo le tenemos un profundo respeto, cariño y reconocimiento; es uno de los cinco expresidentes nacionales, los otros son Pablo Gómez, Leonel Godoy, Guadalupe Acosta Naranjo y Jesús Ortega, más el actual que está en funciones, Jesús Zambrano.

Se ha mencionado la posibilidad de que modifiquemos el estatuto para permitir que quienes han sido presidentes vuelvan a presidir el partido. Si mi partido en su congreso hace esa reforma, yo le daré la bienvenida, estaré de acuerdo con esa reforma sin duda alguna, y si alguno de los expresidentes se anima a participar yo estaré muy honrado en participar junto con ellos en una contienda, con cualquiera de los cinco será un honor competir si se deciden a participar en una contienda respetuosa de reconocimiento mutuo y que los militantes y dirigentes del PRD resuelvan. Lo que te quiero decir es que independientemente de quién participe yo mantendré mi candidatura y la pondré a consideración del PRD.

Candidatura única

¿Ve difícil la posibilidad de una candidatura de unidad?

No, no lo veo difícil, pero no lo estoy construyendo ni aspiro a la candidatura única. Si se da, magnífico, pero si no, habrá contienda con quienes deseemos participar.

¿Cómo vio el asunto de la reforma hacendaria, donde el PAN perdió, el PRD logró colocar sus propuestas pero algunos aseguran que esto le costará caro a su partido en 2015?

Durante 24 años se impuso la anormalidad política, porque habiendo tres fuerzas electorales, la izquierda fue: en tres elecciones, segunda fuerza electoral, y en dos más, tercera fuerza electoral. Cárdenas obtuvo el segundo lugar en 1988 y Andrés Manuel en 2006 y 2012; el PAN fue segunda fuerza en 1994 y el PRI fue segunda fuerza en el 2000. Y sin embargo, todos los acuerdos eran del PRI con el PAN, siempre acordaban sus reformas constitucionales, reformas legales, y nosotros decíamos: es que ese binomio PRI-PAN va a pagar en las urnas su alianza, y nunca lo pagaron, ni uno ni otro.

Lo que ocurría es que la izquierda estaba marginada o automarginada de los acuerdos. Por primera ocasión en 24 años, es el PRD quien logra un acuerdo con el PRI, con el Partido Verde para una reforma hacendaria cuya factura en varias partes importantes es de izquierda.

Es de izquierda que paguen más quienes más ganan; es de izquierda que se graven las ganancias en la Bolsa; es de izquierda que se acabe con la consolidación fiscal; es de izquierda que se eviten los tratos preferenciales con regímenes especiales a ciertos sectores; lo que se recauda de los que más ganan se distribuye a los más pobres con el seguro de desempleo o el apoyo a los adultos mayores en todo el país.

Es de izquierda que haya una política pública que impida que sigamos consumiendo tanto refresco en el país, por la obesidad y diabetes que genera; es de izquierda que los ricos paguen más que la clase media; eso es lo que contempla la reforma hacendaria. Que el PAN se oponga, no me sorprende, porque el PAN ha defendido a los ricos durante mucho tiempo, y a los empresarios, que son sus financiadores en las campañas.

Me sorprende que una parte de la izquierda descalifique nuestro propio programa sólo por no coincidir, me parece un absurdo, es decir, cuando logramos convencer al PRI de una tendencia de centro izquierda, la izquierda más radical dice no, no coincidas conmigo, no me conviene, mejor voto en contra; y me sorprende ver a cierta parte de la izquierda radical coincidiendo con el Consejo Coordinador Empresarial, esa alianza no me la explico.

Por lo tanto, yo felicito a los diputados federales del PRD y a los senadores que con su voto han hecho posible una reforma que afecta los ingresos, a los que ganan más de un millón de pesos al año o más de tres millones de pesos al año, y quienes me dicen que son afectados, porque se gravó el alimento para los perros o se gravaron los chicles o se gravó el consumo del refresco, yo les digo que nuestros perros han comido durante miles de años sin necesidad de alimentos balanceados, ni alimentos caros. La mayor parte de los perros de este país, de la mayor parte del país, comen de lo que los humanos comemos. Quien quiera comprar un costal de alimento muy caro, que pague el impuesto respectivo.

Una alianza de izquierda

¿Fue una jugada de ajedrez?

La verdad, todavía muchos no se terminan de sorprender cómo fue posible que hayamos construido una alianza con contenido de izquierda. Hay que decirlo, porque nadie lo dice: logramos que el PRI regresara a sus planteamientos más de centro izquierda. La reforma hacendaria no es de centro derecha, es de centro izquierda aquí y en el mundo, hay que decirlo con claridad.

¿Y el manejo que tendrá el PRD en materia de reforma energética?

Pronto vamos a ver otra película al respecto, porque así como la reforma hacendaria ha sido de centro izquierda, la reforma energética va en un sentido de centro derecha, y nosotros no lo compartimos. Ahí somos un solo hombre y una sola posición en el PRD: no queremos reforma constitucional ni del 27 ni del 28; sí queremos 12 reformas a las leyes secundarias y una 13 ley nueva; lo ha sintetizado Cuauhtémoc Cárdenas: queremos un Pemex competitivo, que elimine la corrupción interna; un Pemex capaz de explorar nuestros recursos, que deje de ser explotado fiscalmente por Hacienda, que sea más eficiente y competitivo internacionalmente, y eso lo lograremos si reformamos 12 leyes secundarias; pero reformar el artículo 27 y sobre todo el 28 para compartir la ganancia petrolera, no lo compartimos, lo hemos dicho hasta el cansancio. No avalaremos la reforma constitucional, puede ser que en pocas semanas veamos al PRI y al PAN votando juntos esa reforma, nosotros nos opondremos, y si lo logran, estamos preparando recoger alrededor de 2 millones de firmas de mexicanos para ir a la Suprema Corte y solicitarle que, en acatamiento al mandato constitucional, se convoque a una consulta ratificatoria de la posible reforma en 2015, y ahí tendremos al PAN y al PRI, viendo que se vote a favor de la reforma, y tendremos al PRD pidiéndole a los electores que al mismo tiempo que elijan a diputados federales también le digan no a esa reforma constitucional. Esa pelea va hasta el 2015, no hasta diciembre de 2013.

¿Veremos juntos a López Obrador y a Cárdenas en una misma lucha?   

No lo descarto, la defensa de Pemex no es propiedad privada de nadie, es propiedad de los mexicanos, y si muchos millones de mexicanos opinamos, porque así dicen las encuestas, que alrededor de 64 por ciento de los mexicanos rechaza la reforma constitucional, ahí cabemos todos; en la defensa del petróleo no debe haber banderillas ni personalismos, y todos podremos caminar juntos, quizá no revueltos, pero sí juntos.