BALLESTA
En la dirección correcta
Mireille Roccatti
Tras décadas de posponer una ineludible reforma fiscal, quizá desde los años setenta, finalmente un presidente de la república tuvo el arrojo de realizarla y la valentía de asumir el costo de gravar a quienes están obligados a contribuir al gasto público de manera proporcional y equitativa como mandata nuestra norma constitucional.
En esta entrega me ocuparé de hacer para los lectores una breve enumeración de las modificaciones contributivas más importantes aprobadas por el Congreso de la Unión, sin formular juicios de valor. Lo haré de manera sencilla, procurando aportar información general y buscando así contribuir a evitar manipulaciones mediáticas que buscan satanizar la reforma, que es la que se pudo y no la deseable o la que el país requiere, aunque —justo es decirlo— va en la dirección correcta.
Aumento progresivo en el pago de ISR para los que ganan más. Se acordó el pago de ISR de 30% para las personas físicas que ganen hasta 750 mil pesos; pagarán 32% quienes ganen más de esa cantidad; quienes tengan ingresos de más de 1 millón de pesos tendrán que pagar 34% de ISR, y para quienes ganen más de 3 millones, el impuesto será de 35%.
Homologación del IVA en las fronteras. Se canceló el tratamiento preferencial para zonas fronterizas y se homologó el IVA, para pasar del 11 al 16%. Se busca eliminar la inequidad que se produce frente a las operaciones similares que se realizan en el resto del territorio nacional.
Gravamen a las utilidades en la Bolsa de Valores. Las personas físicas deberán pagar una tasa de 10% sobre la ganancia que obtengan por la compra de acciones en la Bolsa de Valores. El gravamen será similar cuando dichas ganancias sean obtenidas por residentes en el extranjero.
Gravamen a los refrescos y bebidas azucaradas. Los consumidores deberán pagar 1 peso más por litro en la compra de bebidas saborizadas, así como a los concentrados, polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores, que al diluirse permitan obtener bebidas saborizadas, que contengan cualquier tipo de azúcares añadidas.
Impuesto a alimentos “chatarra”. Se aprobó incrementar a 8% el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a alimentos con alto valor calórico, que contengan 275 kilocalorías o mayor por cada 100 gramos, como dulces, confites, bombones, chocolates, nieves y helados, galletas y pastas alimenticias, cerveza y refrescos embotellados.
IVA al transporte terrestre foráneo. Se grava con el 16% de IVA a los transportes foráneos. Sólo quedan exentos los trenes y transporte en las zonas urbanas, suburbanas o en zonas metropolitanas.
Se grava la turbosina. La turbosina utilizada en aviones y otros kerosenos pagarán nuevas cuotas en el IEPS, que ahora será de 12.40 pesos por litro.
Se grava la actividad minera y se otorgan recursos a los municipios. Las ganancias por la explotación minera pagarán el 7.5% por ingresos. Además, los municipios del país donde se da la explotación minera recibirán 50% de los recursos recaudados por esta actividad; las entidades se quedarían con el 30% y la federación con el 20% de los recursos.
Impuesto a la comida para mascotas y al chicle o goma de mascar. La comida para mascota se grava con el 16% de IVA más el próximo año, lo mismo que el chicle, que deja de tener una tasa cero debido a que no es un alimento.