Sara Rosalía
Interesante que una encuesta revele que los franceses pasan en promedio nueve horas viendo cine o televisión, yendo a los espectáculos (teatro, danza, ópera y conciertos), practicando videojuegos o leyendo. Esta gama de actividades involucra a las industrias culturales o, como no tan inocentemente se les llama ahora, del entretenimiento. Copan, por decirlo de algún modo, el tiempo libre, vale decir el que no se dedica al trabajo. En 2011, los gastos en cultura y ocio representaron el 8.4 por ciento del total del gasto de consumo y el 4 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto).en los hogares franceses. Este país ocupa el segundo lugar mundial sólo superado por los Estados Unidos.
Los rubros, desglosados, derriban ideas preconcebidas. Los videojuegos, por ejemplo, producen 5 mil millones de euros y generan 23 mil 635 empleos. El cine 4 mil 400 millones y 105 mil 890 empleos. La televisión mueve nada menos que 14 mil millones de euros con 176 mil 467 empleos. La música produce 8 mil 600 millones y 240 mil 874 empleos. Los espectáculos en los que los franceses incluyen teatro, danza, ópera y conciertos producen 8 mil 400 millones y reúnen 267 mil 713 empleos.
A pesar de las fabulosas cantidades del párrafo anterior, las galerías, museos, subastas y diseño superan a todas las cifras anteriores con 19 mil 800 millones de euros y 307 mil 716 empleos. Esto sucede en Francia y en todo el mundo, como lo corroboran Sotheby’s y Christie’s.
Sin embargo, estas fabulosas cantidades preocupan a siete ex ministros de cultura de Francia que ven con temor en el horizonte a los gigantes neotecnológicos como Google, Apple, Facebok y Amazon.
Ernest y Young, que hicieron el estudio, con datos ya de 2001 o de otros años más recientes concluyen que las industrias culturales, entre las que también se incluye la prensa y la radio, superan a la industria automotriz que, como se sabe, fue la industria clave en el siglo XX. En Francia esta industria produce actualmente, según nota publicada en La Jornada, 60 mil 400 millones de euros. En esta encuesta se equipara también a la llamada industria de lujo, que produce 52 mil 500 millones, con las industrias culturales que en conjunto producen 61 mil 400 millones de euros.
No se menciona que las industrias culturales son de las más perjudicadas por la piratería y que tal vez eso haga descender cifras en el cine y la música, principalmente. Mientras las artes plásticas, que son las cifras más altas, sólo tienen que encarar las falsificaciones, digamos artesanales y no en serie. Otro fenómeno importante es que el carácter planetario de algunas industrias culturales, como la editorial, es que han hecho desaparecer a las industrias nacionales en un proceso de concentración del capital sin precedentes, como señalaba Rubén Sánchez Monsiváis, en el número anterior de este suplemento.
Sin embargo, lo que tal vez debe de destacarse es que la cultura no es la cenicienta del cuento, porque, como destacábamos en una nota previa titulada El precio del arte, algunos pintores aportan cantidades importantes del PIB a sus países.
