Ilsa Rodríguez
Conocida en el mundo occidental por su exquisita culinaria, la provincia de Guangdong o Cantón figura entre las más avanzadas de China, muy alejada de aquella aldea desde donde partieron los primeros culíes hacia América hace 165 años.
Sus descendientes hicieron grandes aportes a la vida económica y social en América, donde muchas de sus costumbres y sabores están enraizadas luego de aliarse a las de las regiones a las que fueron a parar con promesas de una buena vida y un retorno seguro que nunca lograron.
Ubicada en el sureste de China, Guangdong cuenta hoy con una población que supera los 79 millones de habitantes, una cantidad incrementada por unos 31 millones de migrantes que al menos permanecen en la provincia durante seis meses de cada año.
Con esa mano de obra que integran hombres y mujeres de todos los rincones de China en busca de mejores salarios, el gobierno local y las numerosas empresas de todo tipo en el territorio cubren la demanda de trabajadores de la siempre pujante economía local.
Desde 1989 Guangdong lidera los ingresos del Producto Interno Bruto de todas las provincias chinas, seguida de Jiangsu y Shandong, y en 2011 sus entradas alcanzaron los 815 mil 530 millones de dólares, más o menos la economía de Holanda.
Considerado uno de los centros económicos del país, sus habitantes ocupan la cuarta posición en la lista de quienes tienen más alto producto interno bruto (PIB) per cápita, después de Jiangsu, Zhejiang y Liaoning, sin contar con que la provincia contribuye con el 12 por ciento de la producción de la República Popular China.
En su territorio de 177 mil 900 kilómetros cuadrados radican industrias y oficinas de grandes corporaciones chinas y multinacionales, mientras su capital, Guangzhou, es sede de la más importante feria de importaciones y exportaciones de China, conocida como la Feria de Cantón.
Entre los planes de su gobierno figura convertirse en centro de servicios financieros de toda Asia-Pacífico, una aspiración sustentada en sus poderosos recursos -primer lugar en cuanto a PIB de todas las provincias chinas- y ser vecino cercano del centro financiero asiático de Hong Kong.
Cuando el proceso de reforma y apertura de China comenzó a fines de los años de 1970 de la mano del desaparecido presidente Deng Xiaoping, en Guangdong se establecieron tres de las cuatro zonas económicas especiales, las de Shanzhen, Zhuhai y Shantao. La cuarta está en Xiamen, Fujian.
La creación de esas áreas atrajo gran cantidad de inversiones extranjeras directas y un consiguiente crecimiento económico mantenido desde entonces, aunque entre sus males ha figurado el de la corrupción, que se ha convertido en el centro de combate de la actual dirigencia china.
Acabar la corrupción, una prioridad
El avance económico de Guangdong ha sido aprovechado por funcionarios inescrupulosos que se beneficiaron ilegalmente y que han sido denunciados e incluso encarcelados por delitos de corrupción, estafas y malversación.
Según informó un funcionario de la Comisión para la Inspección Disciplinaria, en 2012 en esa provincia del sur fueron investigados 61 funcionarios a nivel de condado y de rango superior por enriquecimiento ilícito, cohecho y otros delitos.
Entre ellos destaca el del ex secretario del Partido Comunista de China (PCCh) en el Buró de Seguridad Pública de Guangzhou de 2003 a 2012, expulsado en agosto pasado acusado de aceptar jugosos sobornos, además de mantener varias concubinas y relaciones sexuales con otras muchas mujeres, y ahora pendiente de juicio.
En ese y otros casos se denunció la alegada aceptación de gran cantidad de dinero, joyas, oro, jade, relojes de lujo y muebles. Otros adquirieron numerosos inmuebles.
Luego de adoptar medidas disciplinarias que van desde la separación hasta enviar los casos a los tribunales para ser juzgados por esos delitos y abuso de sus cargos, las autoridades en Guangdong ponen en práctica acciones para controlar la actuación de los dirigentes, que reconquiste la confianza popular.
Entre ellos figura a partir de febrero la publicación de los ingresos de los funcionarios públicos, de forma que la población conozca los salarios respectivos y las posibilidades económicas de cada uno de ellos.
Con numerosos planes para continuar su expansión y su poderío económico, Guangdgong destaca entre las regiones de este gigante de Asia que ya ocupa el segundo lugar en la economía mundial y que aspira en un futuro no muy lejano estar en la cúspide.