Redacción Internacional

“Sueño un Africa en paz consigo misma”, decía Nelson Mandela evocando un deseo largamente anhelado. Su sueño se irá con él y su amada patria quedará siempre en deuda con quien dio su vida y perdió su libertad, por la libertad y la dignidad de sus hermanos africanos.

El tata (como también era llamado) miembro de la tribu xhosa, fue uno de los 13 hijos, que tuvo su padre Gadla Henry Mphakasiya también llamado Henry Mgdala Mandela. Madiba (título honorífico otorgado por los ancianos del clan Mandela) fue abogado y político y el primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente mediante sufragio universal así como líder del brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA).

Esta organización hacía campañas pacíficas contra la discriminación y excesiva explotación que sufrían los negros sudafricanos. En 1943, Nelson Mandela fundó la Liga Juvenil y organizó movilizaciones de protesta contra el sistema de segregación racial denominado apartheid.

El gobierno blanco reprimía a sangre y fuego a los manifestantes, por lo que en 1961 Mandela fundó una organización Umkhonto we Sizwe (Lanza de la Nación) con la cual pasó a la lucha armada. Pero al año siguiente fue capturado en Johannesburgo, lo sometieron a juicio y lo condenaron a cadena perpetua. Tenía 46 años cuando fue llevado a la prisión de la Isla Robben, frente a Ciudad del Cabo.

Una figura legendaria

Mandela fue el prisionero número 466/64, esto significa que fue el preso número 466 en 1964 en la isla de Robben durante 17 años y viviendo en precarias condiciones. Posteriormente pasaría otros 10 años más en otras dos prisiones diferentes, sumando una pena total de 27 años. El gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad.

Así Mandela se convirtió en un símbolo de lucha contra el apartheid dentro y fuera de país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres negros sudafricanos. Los prisioneros fueron segregados por raza y los negros recibían menos raciones.

En 1985, el presidente Botha ofreció la liberación condicional de Mandela a cambio de renunciar a la lucha armada. Mandela rechazó la oferta. En 1988 Mandela fue trasladado a la prisión de Víctor Verster, permaneciendo allí hasta su liberación.

A lo largo de su encarcelamiento, las presiones locales e internacionales sobre el gobierno de Sudáfrica para dejar a Mandela en libertad, eran notorias y en 1989 el presidente Frederik de Klerk anunció la liberación de Mandela en febrero de 1990.

Presidente de Sudáfrica

Las elecciones de 1994 convirtieron a Mandela en el primer presidente negro de Sudáfrica. Fue el principal interlocutor del presidente De Klerk para negociar el proceso de democratización. Los dos  compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993

Desde ese cargo Mandela puso en marcha una política de reconciliación nacional, manteniendo a de Klerk como vicepresidente. También se aprobó una nueva Constitución.

El primer gobierno post-apartheid fue el más multirracial, con negros, blancos, indios y mestizos. En sus escritos, Mandela reveló hasta que punto se ha inspirado por las discusiones de su infancia, por el modo tradicional de solventar los conflictos mediante compromisos. Pero también dijo que sus “largos años solitarios” de cárcel habían alimentado su pensamiento.

“Mi hambre de libertad para mi pueblo se ha convertido en hambre de libertad para todos, blancos y negros.

Un hombre que priva a otro de su libertad es prisionero de su odio, está encerrado detrás de los barrotes de sus prejuicios y de la estrechez de su espíritu”, escribía.

El arzobispo Desmond Tutu conciencia moral de la lucha anti-apartheid comentó: “No cabe duda que salió de la cárcel un hombre mucho más grande que el que entró en ella”. Al terminar su mandato en 1999 Mandela abandonó la vida política, y en 2004 la vida pública.

Las condiciones no son favorables para Sudáfrica ya que el crecimiento económico se ha estancado desde 2009 y las tensiones sociales se han ido acumulando, la violencia se ha desbordado en varios sectores uno de ellos es el minero ya que en 2012 una ola de huelgas dejó decenas de muertos y aceleró la depreciación de la moneda.

El desempleo se ha vuelto crónico en varias provincias rurales una de ellas es Cabo Oriental, la región natal de Mandela.

Sudáfrica es el país más rico del continente africano pero cuenta con más de un cuarto de habitantes demasiado pobres.

Nelson Mandela el hombre que nunca se rindió, tuvo en sus últimos años diferentes problemas de salud, derivados principalmente de su estancia de 27 años en prisión. Mandela recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales durante cuatro décadas.