EN LA LÍNEA
Y necesita que la economía crezca
Félix Fuentes Medina
Mejores oportunidades no tendrá el PRI para ganar las elecciones internas de 2015 y mantenerse en el poder, vistas las profundas fracturas de sus oponentes de PAN y PRD, debidas a las disputas por los liderazgos de ambos partidos.
Ciertamente, el partido tricolor no reposa en un lecho de rosas tras el primer año de su retorno al poder, dado que su gobierno registra una pérdida de imagen de hasta 70% a causa del ínfimo crecimiento económico de 1%, el persistente problema de la inseguridad y la bamboleante reforma educativa, socavada por los plantones de la CNTE.
Tienen esperanza los priistas, sin embargo, en las consideraciones del presidente Enrique Peña Nieto de regresar a la senda del crecimiento, “acelerado y sostenido”, con base en las reformas aprobadas en estos meses de tremendas disputas partidistas.
Durante los últimos tres sexenios, el del presunto priista Ernesto Zedillo y de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, hubo reclamos permanentes, absurdos, de que no hubo avances por falta de reformas estructurales. La clase empresarial se agregó a esa estridencia.
Las culpas fueron descargadas sobre diputados y senadores de esos periodos. Es claro que el presidente Enrique Peña Nieto pensó en dar luz a las reformas exigidas y para ello ideó el Pacto por México, donde fueron armados los proyectos legislativos.
A tirones, tan tensos como sacar a una mula terca del barranco, salieron las reformas laboral, educativa, de telecomunicaciones y la fiscal. Para este mes fueron programadas la de política y la energética. Esta última es la estelar del presidente Peña Nieto y recibe ataques violentos de la izquierda, tanto que el PRD abandonó el Pacto y López Obrador se dispone a cercar el Senado de la República.
Si salva ambos proyectos legislativos el gobierno ya no habrá pretextos para poner en movimiento la nación. Sin embargo, siguen en duda algunos operadores políticos y financieros de Peña Nieto y eso puede trastocar el futuro de este sexenio.
El gobierno peñista está obligado a impulsar la economía, abatir la delincuencia en lo posible e imponer una política de orden y firmeza. El ¡ya basta! debe ser aplicado a los profesores chantajistas de la CNTE y proceder contra el grupo depredador de anarquistas encapuchados.
Sin esas decisiones, PAN y PRD superarán sus actuales debacles. La hermana de Felipe Calderón, la senadora Luisa María, es exhibida en un video por el capo de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, La Tuta, quien la tacha de mentirosa y de intentar arreglos con él, antes de las elecciones para la gubernatura de Michoacán.
Al también senador panista Ernesto Cordero se le relaciona con las mochadas económicas solicitadas a alcaldes en la realización de obras con fondos federales. Cordero es el alfil de Felipe Calderón en el Senado y disputa el liderazgo del PAN a Gustavo Madero.
El propio Madero seguirá tres meses más al frente del PAN, sin pedir licencia, debido al sabotaje de una asamblea de su partido, hace ocho días. Son quienes se espantaban de las antiguas prácticas del partido tricolor.
Si el partido azul registra uno de los peores momentos de su historia, el PRD no canta mal las rancheras. En una maniobra más para continuar en el liderazgo amarillo, Jesús Zambrano emigró del Pacto por México so pretexto de su rechazo a la reforma energética. De todos modos, sus días en el puesto que ocupa son contados. Más de la mitad de sus congéneres le disparan con todo.
¿Podrá el priismo superar la caída actual en renglones económico, de seguridad y llevar adelante a la nación? ¿Podrá aprovechar los conflictos internos de sus adversarios?