El crecimiento económico estará entre 2.9% y 3.4%

Julio A. Millán B.

En esta nuestra última entrega de este año, consideramos oportuno más que hacer una evaluación del año que cerramos, plantear cómo vemos el año que iniciamos. Sin duda son de destacar los factores externos a los que indefectiblemente estamos asociados siendo una de las economías más abiertas a la globalización, pero también los asuntos internos: las transformaciones que están tomando rumbo y los pendientes.

A lo largo de los últimos años, la economía mexicana ha mostrado fuertes altibajos, por un lado crisis recurrentes con consecuencias desastrosas para las empresas y familias, y por otro, repuntes o mejorías en muchos casos efímeras que no permiten una recuperación estable y con certidumbre sobre el futuro.

El año 2013, es un muy buen resumen de la historia económica reciente del país. Se inició todavía con la inercia de la recuperación, pero pasado el primer trimestre hubo un deterioro e incertidumbre que poco a poco fue mermando los ánimos, no sólo de los economistas de gabinete, sino del aparato productivo en general. En la segunda mitad del año, se presentó una ligera mejoría que evitó un cierre negativo en el crecimiento del PIB, mejora asociada a la inversión y a un repunte del comercio exterior con Estados Unidos principalmente.

La economía mexicana tiene entonces un gran reto en 2014, marcar un punto de inflexión. Los retos y la incertidumbre no serán menores que este año que cierra, las reformas denominadas estructurales, difícilmente tendrán impactos en los próximos 12 meses y será hasta 2015 cuando puedan observarse. Empero, es importante que, por un lado, se apliquen las leyes y normatividad ya establecidas en las reformas educativa y laboral, y por otro se concrete la normatividad secundaria de las reformas en telecomunicaciones y energética.

En este contexto, el crecimiento en 2014 deberá estar asociado a la productividad, a la disminución de los costos asociados a la informalidad y la inseguridad, al fortalecimiento del aparato exportador y a la consolidación del mercado interno, entre otros elementos.

Organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE estiman el crecimiento económico de México para 2014 entre de 3.0% y 3.8%,  basados en su percepción sobre la concreción de las reformas que motivarían nuevas inversiones. Parecería que son muy optimistas, sobre todo considerando que en realidad tiene más peso la recuperación de Estados Unidos, la cual aún no es contundente.

Consultores Internacionales, por su parte, tiene estimado un crecimiento entre 2.9% y 3.4% para el año 2014 en virtud de que si bien es cierto, será un año que no augura fuertes vaivenes en la demanda interna, sí estará afectado por las condiciones económicas globales.

Será necesario prestar atención a lo que suceda en Estados Unidos y Europa. En el primer caso, apenas el pasado 18 de diciembre, la Reserva Federal anunció el recorte por 10 mmdd a su programa de compra de bonos como resultado de la percepción de una mejoría en la economía estadounidense, aun cuando el inicio en la moderación de compras estaba contemplado para iniciar en marzo del próximo año.