Memoria urbana

 

 

Las cosas por sí mismas manejan su propia retórica

y su elocuencia es su patrimonio intrínseco.

Carlos Pellicer

 

José Alfonso Suárez del Real y Aguilera

Inmerso en la memoria urbana de una ciudad que languidecía al paso del tranvía como eficaz medio de transporte, la mole del edificio de la Octava Delegación de Policía fue, durante décadas, un referente urbano para los habitantes de la capital.

La recia construcción Decó —utilizada como locación en varias películas del cine nacional— a pesar de contar con la ficha DF-BJ-1643-3036 elaborada el 12 de noviembre de 2004 por el Instituto Nacional de Bellas Artes, en la que se reconoce al inmueble como de “arquitectura relevante”, fue recientemente demolida, perdiendo con ello, la nuestra Ciudad, un hito urbano que conformó el imaginario colectivo de generaciones que vieron sucumbir el Parque Delta del Seguro Social —vecino a “la Octava”—, en cuyo solar hoy se ubica esa anodina plaza comercial sin personalidad identitaria que sepultó un pasado rico en anécdotas beisboleras y en los tristes recuerdos del “diamante”, convertido en anfiteatro, en el que se colocaron los cuerpos de los fallecidos en los sismos de 1985.

Al igual que ese hito deportivo, el edificio de “la Octava” seguramente será sustituido por un insulso edificio que pretenderá suplantar un pasado urbano irrepetible, tal y como ocurrió cuando su construcción destruyó el templo del convento dominico de La Piedad, erigido en 1652, el cual sucumbió bajo la picota modernizadora de los años 40 del pasado siglo, para dar paso a la obra ahora perdida por la especulación y la incuria burocrática.

En otra zona de la ciudad, precisamente en la colonia Tabacalera, encontramos reminiscencias de la pujanza arquitectónica del Decó como movimiento nacionalista, presente no sólo en el Monumento a la Revolución que la identifica plenamente, sino en edificios ubicados en su entorno. Tal vez por eso la naciente Asociación de Vecinos y Empresarios por el Desarrollo de la Tabacalera, en una acción por recuperar el dinamismo comercial de la Plaza de la República, propongan la instalación de un tianguis de fin de semana en “puestos Decó”, según lo expresó el presidente de esa organización, José Luis Calderón.

Llama la atención que dentro del programa propuesto por este colectivo, no se mencione el  extraordinario patrimonio cultural y arquitectónico con el que cuenta esta colonia de la Delegación Cuauhtémoc, dentro del que destaca el magnífico Museo de San Carlos, cuya construcción,  acervo y exposiciones temporales, debieran generar un importante flujo de visitantes a este espacio urbano.

Bien harán los vecinos de la Tabacalera en recuperar la sentencia del poeta tabasqueño, Carlos Pellicer, para que encuentren en la retórica y la elocuencia intrínseca a su patrimonio arquitectónico, un valor fundamental que bien vale la pena defender.