Con más de 300 años de antigüedad fueron encontrados un par de entierros de la época de la Colonia, en el atrio del Templo de San Agustín, en Tepoxtlán, Guerrero, los cuales corresponden a una mujer de entre 15 y 17 años, y a los de un niño de entre 12 y 18 meses de edad.

Para los pobladores de Tepoxtlán, el descubrimiento hecho por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), representa un breve relato de cuando el Templo de San Agustín, hoy considerado monumento histórico, comenzó a edificarse bajo la presencia de la misión agustina en la región.

El hallazgo efectuado a mediados de noviembre pasado, surgió luego de que se realizaran trabajos de mantenimiento y consolidación a la parroquia (cerrada al culto desde hace años) con recursos del Programa de Empleo Temporal, en el cual participan el INAH y la Secretaría de Desarrollo Social.

Al realizar unas calas en la pared norte del atrio, a un lado de la fachada del templo -con la intención de conocer el estado estructural del inmueble que es afectado por la humedad-, se hallaron las ruinas de un muro que formó parte de un basamento prehispánico. Siguiendo con la exploración, se vislumbró la presencia de residuos óseos a distintas profundidades.

El antropólogo físico Jorge Cervantes Martínez, del Centro INAH Guerrero, acudió al lugar y pudo determinar que parte del muro prehispánico fue destruido, probablemente entre los siglos XVI y XVII, para introducir los ataúdes donde se colocaron los restos mortuorios de la mujer y el niño

De acuerdo con las prácticas funerarias del culto católico, el interior y el exterior de los templos fueron una vez consumada la evangelización, los espacios asignados para la sepultura. Los atrios solían ser el lugar conferido a los españoles pobres, indios y castas, casos que podrían corresponder al par de osamentas ubicadas en el Templo de San Agustín en Tepoxtlán.

Por otra parte, en lo que respecta a las labores realizadas mediante el Programa de Empleo Temporal, con éstas se ha podido dignificar un importante patrimonio, el Templo de San Agustín. Debido a su deterioro, los pobladores pensaron en algún momento en derribar este antiguo inmueble y edificar uno nuevo, sin embargo la idea se revirtió gracias a la acción oportuna de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH.

Estos trabajos y hallazgos han motivado el interés de los pobladores de Tepoxtlán por crear un museo comunitario, por lo que también se rehabilitó la construcción de adobe y teja ubicada en el atrio.