Gonzalo Valdés Medellín
“Las flores crecen donde nadie ve”, reza una de las frases de “Invierno egipcio”, pieza que abre la nueva propuesta del grupo La sagrada familia denominado Estación terminal, y es ello precisamente lo que ha conjuntado a un grupo de artistas, para difundir su música y su pasión creadora: Antonio González: piano, guitarras y voces; Rebeca Olagaray: voz, guitarra, teclados; Diaba Unzueta: percusiones y coros; Alejandro de León: batería y coros; y Antonio Monroi; bajo eléctrico y coros. La cabeza del grupo, el músico Antonio González, refiere que “el octeto imposible se reunió en primavera buscando juntar las piezas de este nuevo rompecabezas”. Y explica la ausencia de sus antiguos compañeros: “Thais permaneció de gira en Calgary, Canadá. María Fernanda subió al carrusel musical en el verano, luego se bajó. El Poder y el Chilam llegaron en el otoño, pero las estaciones cumplieron puntualmente su ciclo: Rebeca, Pepe, Diana y Antonio Monroi, mantuvieron el tren encarrillado y lo llevaron a buen puerto”. ¿A qué suena Estación terminal? Reflexiona: “Un poco a la atmósfera que recorremos cada año: la inocencia de la primavera, la exuberancia del verano y así sucesivamente, pero siempre atrás, el sonido distintivo de la banda: la permanencia de una poética de amplio registro que pocos conocen. ¡Qué lástima!, esperar a que muera Van Gogh para que sepamos de lo que nos hemos perdido… El octeto sigue siendo imposible. Pepe está en Los Ángeles, Thais sigue en Calgary y Marifer… ¿alguien sabe donde está María Fernanda?”, concluye Antonio González compositor de toda la música y letras de todas las canciones de Estación terminal, que La Sagrada familia presentó recientemente en el Auditorio Julián Carrillo de Radio unam.