Entrevista a Steven Dudley/Investigador de InSight Crime
Moisés Castillo
Hace dos años y medio, el escritor oriundo de Colombia, Fernando Vallejo, dijo que México ya se colombianizó y que Colombia ya se mexicanizó. El autor de la novela La virgen de los sicarios señaló que el país estaba recorriendo el camino del narcotráfico, ese que la nación sudamericana transitó hace 20 años.
“Yo vi desaparecer el Estado de Colombia primero, desapareció el campo, quedó a merced de la cuadrilla de bandoleros, luego desapareció de las afueras de la ciudad, luego de la ciudad, después todos los negocios tenían que pagar extorsiones, como ahora en negocios del norte de México. Extorsión doble, del gobierno para sostener burócratas impúdicos, más la extorsión de la policía y luego de las mafias del lugar. Es la desaparición del Estado y la entronización de la ley de la jungla”.
En plena guerra contra el narcotráfico, el narrador lanzaba estas palabras lapidarias. Con el regreso del PRI a Los Pinos, la violencia se mantiene con un ingrediente extra: la aparición de las llamadas autodefensas, principalmente en Michoacán y Guerrero.
El próximo 24 de febrero se cumplirá un año cuando un grupo de ganaderos, empresarios y agricultores de los municipios de Tepalcatepec y Buenavista se levantaron en armas y expulsaron a los temibles Caballeros Templarios. Encabezado por el médico José Manuel Mireles tomaron ambas alcaldías para hacer frente a las extorsiones, secuestros, violaciones y otros ilícitos del cártel que apareció en marzo del 2011.
Mireles, líder moral del Consejo General de Autodefensas y Comunitarios de Michoacán, dirigió con otros ciudadanos inconformes la toma de otros 10 municipios y la rebelión armada ya se extendió a una decena más de cabeceras municipales. Se puede decir que las autodefensas ya controlan una quinta parte del territorio michoacano.
Por primera vez, el presidente Enrique Peña Nieto aceptó que en Michoacán existe debilidad institucional.
“Yo creo que sí ha habido espacios que se han dejado, que han ganado lamentablemente el crimen organizado, por eso tenemos el operativo que se inició hace varias semanas; tiene como propósito precisamente, primero, lograr una recuperación territorial en las zonas donde hay debilitamiento de las autoridades locales”.
Hay que recordar que la región es una de las principales productoras de marihuana y metanfetamina de México, y parada estratégica del tráfico de cocaína. Es por ello que el gobierno de Peña Nieto envió a fuerzas del Ejército y de la Marina para controlar el puerto de Lázaro Cárdenas, punto crucial de negocios para los Caballeros Templarios en la exportación de hierro a China e importación de precursores químicos que se usan para elaborar drogas sintéticas.
El médico Mireles, quien el pasado 4 de enero resultó herido en un accidente de avioneta al aterrizar en el municipio michoacano de La Huacana (se sospecha que fue a Guadalajara a pactar con el Cártel Jalisco-Nueva Generación, enemigo número uno de los Templarios), explicó en su momento el infierno de la zona de Tierra Caliente: los Zetas, luego la Familia Michoacana y ahora los Caballeros Templarios. Dijeron ¡ya basta! Y tomaron las armas sin titubeos.
“Lo que hicimos fue ponernos de acuerdo y elegir la forma en que queríamos morir. Todos coincidimos en una sola: morir luchando, no como animalitos en un rastro, no como borregos atados de pies y manos… El problema no estalló por los cobros de los gatilleros a ganaderos, carniceros o tortilleros. El problema de fondo fue cuando empezaron a llegar a tu casa y te decían: «me gusta mucho tu mujer, ahorita te la traigo. Pero mientras me bañas a tu niñas, porque esa sí se va a quedar conmigo varios días». Y nunca te la regresaban, hasta que estaba embarazada. Ese fue el problema detonante de la situación en Tepalcatepec”.
Precisamente, la Fundación InSight Crime, institución de investigación y análisis independiente sobre el crimen organizado en América Latina y el Caribe, define a los Caballeros Templarios como un grupo que surgió en marzo de 2011 de la otrora poderosa Familia Michoacana. Al igual que sus predecesores, los Templarios se presentan como un grupo de “autodefensa” comprometido con la lucha frente a los grandes carteles criminales de México en nombre de la población Michoacana, y con frecuencia emplean la imaginería religiosa en sus comunicados públicos.
Ausencia de autoridad
Desde Colombia, Steven Dudley, codirector y jefe de Investigación en México, Central Centroamérica y el Caribe de InSight Crime, advierte sobre los riesgos que pueden generar las llamadas autodefensas ante la ausencia del Estado en entidades como Michoacán y Guerrero.
“La gente siente un vacío en el tema de justicia, no hay por dónde tener seguridad, no hay una certeza en cuestiones comerciales, vida cotidiana-personal. Hay que pensar que las autodefensas casi siempre comienzan con esas ideologías de proteger a la sociedad, pero en nuestra experiencia a nivel regional casi siempre concluyen mal. Es decir, las autodefensas terminan siendo un enemigo más de las comunidades”.
¿Desde qué ángulos aborda el tema de las autodefensas InSight Crime?
Lo primero que hay que decir es que las autodefensas surgen cuando hay una ausencia de autoridad, del Estado. Esa ausencia se manifiesta en varias formas y en este caso con la presencia de grupos ilegales y la falta de autoridad que existe para controlarlos y hacer valer la justicia. El único que puede ser responsable de la seguridad pública tendrían que ser entidades del Estado mexicano, siempre respondiendo a todas las comunidades. Cuando no existe un monopolio de la fuerza pública del Estado surgen este tipo de grupos, que terminan casi siempre mal para los ciudadanos.
Existen versiones de que las autodefensas son financiadas por grupos del narcotráfico o por los mismos gobiernos locales, ¿qué información tienen al respecto?
Lo que nosotros vemos a nivel regional, no sólo en Colombia sino en Perú, Guatemala, Brasil, es que han surgido movimientos de autodefensa y siempre hay un rango de financiamiento. Puede haber dinero de los mismos empresarios, terratenientes, ganaderos, los que trabajan la tierra. Aquí surgen las bolsas de dinero para conformar ejércitos propios. Luego existen tendencias de mezclar ese dinero con recursos de grupos del narcotráfico, o de otras actividades ilícitas. Existen ese tipo de fondos, porque es costoso mantener un ejército y conseguir armas, tener gente armada y entrenarla. No cualquiera puede financiar ese tipo de actividades, por eso vemos que en muchos de estos casos son los mismos gobiernos los que auspician esos grupos. En Guatemala podemos hablar del Estado central, en Perú igual, en Colombia hubo una combinación de comerciantes-ganaderos-narcos, en Brasil es una mezcla de ex policías y bomberos que se han unido a favor de la comunidad, que a su vez la extorsionan. Existen varias vías que financian a ese tipo de grupos.
En medio de esta lucha contra el narcotráfico, ¿las autodefensas son un peligro en el largo plazo?
Las autodefensas son una bola de nieve. Van acumulando su propio poder, acumulan métodos de violencia, controlan territorios, instalan el temor que necesitan en las comunidades y espacios donde actúan. Es un proceso parecido a lo que pasa cuando un grupo de narcos o guerrillero toma el control de una ciudad. Cuando se intenta controlar un territorio se requiere cierta autoridad, y la autoridad que tienen las autodefensas en muchos casos viene de las mismas armas que ellos manejan y del personal que reclutan. La legitimidad política viene por olas, cómo se deja de mezclar ese capital político con lo que es el capital de narcos, es muy difícil. Si ya existen intereses que se han mezclado para construir esas mismas autodefensas, tal vez sea más difícil controlar esos intereses a nivel político. Es el problema que se está enfrentando en México.
¿Cómo describiría a los Caballeros Templarios?
Es muy complicado definir a ese grupo, porque de alguna manera surgió como autodefensas para proteger a los mismos comerciantes de aguacate, limón, que tenían problemas de vender su producto a causa de bandas criminales que robaban camiones o extorsionaban. Surge el grupo para proteger ese espacio y comienzan a cobrar protección. Con otros grupos criminales fueron construyendo lo que hoy en día son Los Caballeros Templarios. Tiene un origen distinto a otros grupos del narco y además tiene ese componente religioso, que hace que tenga una ideología que está muy ligada a sus creencias religiosas. Pero también es un grupo parecido a otros grupos que están actuando en México, en el sentido de que se ocupa de controlar territorios, intenta monopolizar las actividades productivas legales e ilícitas dentro de su área de control. Y para ello han construido ejércitos que dominan espacios y es un grupo que ha diversificado mucho su portafolio económico, esto lo hace diferente de otros grupos criminales tradicionales.
Cura que no resuelve problemas
El periódico El Universal publicó que agentes de la DEA tuvieron una serie de reuniones con integrantes del Cártel de Sinaloa para obtener información a fin de decomisar cargamento y realizar detenciones de capos rivales, ¿cómo debemos leer este tipo de noticias? ¿Sorprende este hecho?
Creo que lo que pasa es que hay cosas malinterpretadas. Lo que hace cualquier agente de la DEA o de la CIA es crear fuentes para poder formular casos y expedientes, investigaciones que lleven a juicio a alguien. Ese alguien puede ser de cualquier cártel de la droga. Los agentes de la DEA son tan pocos que ellos están buscando construir casos con lo que hay, no escogen los asuntos, depende de sus propias fuentes. Hay una tendencia de creer que hay una conspiración o complot por parte de agentes estadounidenses de buscar alianzas con ciertos grupos del narcotráfico para atacar a rivales. Es mucho más complejo. Existen infinitas posibilidades de donde provienen las fuentes y decir que hay un plan de la DEA, no lo veo así.
¿Es adecuada la estrategia del gobierno de Enrique Peña Nieto de enviar a la Marina y Ejército al puerto de Lázaro Cárdenas y a municipios de Tierra Caliente, Michoacán, para contrarrestar la violencia?
Es temporal la medida. Esta estrategia siempre hay que pensarla como una cura que no resuelve el problema, aplaza las decisiones más difíciles que tiene que tomar el Estado. Es decir, decisiones como imponer la ley al tipo de armas que los civiles están usando en esas zonas. El hecho que ciertas autodefensas tengan en su poder armas de uso exclusivo del Ejército, eso ya es una muestra de que el gobierno central o local han perdido el control. Tienen que aplicar la ley desde ya. Si no se aplica la ley con el Ejército, con la Policía Federal, se están enviando mensajes de debilidad, es un mensaje muy peligroso. Esto le da más poder a las autodefensas que, como bien dije, son una bola de nieve.
¿Ve diferencias del plan antinarco que impulsó Felipe Calderón y el aplicado por el actual gobierno federal?
No veo un cambio sustancial. Veo un cambio en la retórica, de promover la idea de un futuro lleno de paz, más seguro. Eso sí es una campaña de publicidad más efectiva que la de Calderón, pero en lo que es el día-día y por los resultados mostrados veo poca diferencia entre ambas estrategias. El uso del Ejército en ciertas situaciones críticas, sigue los pasos de la administración anterior de fortalecer el gobierno central, seguir purgando las policías locales y estatales, reformando el sistema de justicia. Es imposible cambiar las piezas de un día para otro. Para finales del segundo año veremos con más certeza los posibles cambios de lucha contra la delincuencia organizada.
Reformar miles de instituciones
Hace años se decía que México se estaba colombianizando, ¿sigue vigente esta premisa?
No me gusta la comparación, pero hay aspectos que sí parecen Colombia: la idea de que existen espacios no ocupados por el Estado donde surgen grupos de autodefensas, guerrilleros o del narcotráfico. La manera en que los mismos grupos intentan penetrar los distintos niveles del Estado, la manera en que los mismos grupos van creando pequeños ejércitos y tomando espacios territoriales, aquí sí hay cosas parecidas. Pero en otros aspectos la cosa es muy diferente, no existe una situación de tanta violencia como en Colombia. Las tasas de homicidios en el país llegaban a 100 por cien mil habitantes y en México en el peor año llegaron a 27. Tenemos que guardar las proporciones de ambas realidades. Creo que para mí la integridad de las instituciones mexicanas son más débiles que las colombianas. La base sobre la cual se puede construir un Estado fuerte e instituciones confiables para combatir el narco era y es más fuerte en Colombia que en México. Aunque la violencia puede ser menor en México, el problema puede prolongarse más. Funciona un Estado central fuerte en Colombia donde provienen esas fuerzas de seguridad, un control total de la policía, eso no lo tienen en México. Esto hace muy complejo una reforma en la policía, o una reforma judicial. En Colombia hay una sola fiscalía y una sola policía que se ocupa de todo el país. En Colombia hay que reformar una institución, mientras que en México hay que reformar miles.