La cámara capta a un hombre joven, de camisa amarilla y un rosario colgando de su cuello, que mastica algo en su boca. La gente que lo rodea le grita. Vitorea su nombre.

“Comí la carne de un hombre por venganza”, le dijo a la BBC elllamado “Perro Loco”, un joven de la República Centroafricana que se encuentra en medio de la difícil situación que vive el país africano desde hace varias semanas.

“Perro Loco” es cristiano. En marzo de 2013, la fuerza rebelde musulmana Seleka derrocó al presidente de origen cristiano Francois Bozize. Entonces se inició una lucha entre partidarios de ambos bandos, sumiendo la República Centroafricana en una profunda crisis humanitaria e institucional.

Al menos 100.000 personas se han desplazado de sus lugares de origen huyendo del conflicto. Los militantes musulmanes, que intentan controlar el territorio, salen a “cazar” simpatizantes cristianos. Y vicerversa, dejando miles de víctimas mortales.

Sin embargo, en los últimos días se ha visto una fuerte reducción de los enfrentamientos en la capital del país, Bangui, después de ambos bandos acordaran una tregua con el ejército francés.