Los atributos del rojo son casi todos superlativos. El rojo tiene la mayor longitud de onda y la menor energía de todas las luces visibles. Se cree que es el primer color que perciben los recién nacidos o aquellas personas que han permanecido largo tiempo en la oscuridad, también, la primera tonalidad que se reintroduce en los sentidos que despiertan.
Este fenómeno físico se refleja en el lenguaje, en el cual la palabra rojo es uno de los más antiguos nombres de color, el primero que aparece después de las distinciones entre la luz y la oscuridad. Es, por supuesto, el más caliente de los colores cálidos y el más cercano -en cuanto a longitud de onda- al infrarrojo, que realmente produce la sensación de calor; es, también, el color que más rápido se mueve en términos de captar la atención y el que ejerce mayor impacto emocional.
El rojo está en la parte más alta del arcoíris. Por todo esto, es lógico que la industria de la moda, el ámbito de la belleza y el mundo de la publicidad hayan aprovechado al máximo las posibilidades de enamorar y excitar que ofrece este color.
El experto en color, analista y estudioso de la Teoría del color de Goethe, Deane B. Judd, indica que los múltiples significados del rojo empiezan con su asociación más notable: la sangre. En China, la palabra que significa “sangre roja” es más antigua que la palabra que indica simplemente rojo, y en otras lenguas la misma palabra tiene ambos significados.
El rojo está relacionado con el corazón, la carne y la emoción, mientras que el azul y el amarillo, también colores primarios, lo están con el espíritu y la mente, respectivamente. Las emociones evocadas por el rojo son las mismas que despiertan la sangre: desde el amor y el coraje hasta lalujuria, el crimen, la rabia y la alegría.
El vínculo existente entre el rojo y la vida lo han convertido en un color importantísimo en todas las culturas de la tierra. Las representaciones rituales de la sangre a través del color rojo están presentes en todas las sociedades tribales. Puesto que la sangre guarda el secreto de la vida, el color quedó revestido de poderes especiales. Según el poeta Yeats, “el rojo es el color de la magia en todos los países, y así ha sido desde el origen de los tiempos”.
El lenguaje en torno al rojo es tan rico como este color se merece. Nombres como carmesí y carmín proceden del latín kermesinus, el nombre de un quermésido (la grana) que forma en la coscoja una agallita que exprimida produce el color rojo. De aquí la expresión medieval inglesa “tinto como la grana”, que primero significaba un tejido teñido con un rojo excelente, después simplemente un tejido teñido de alta calidad.
Bermellón es el sinónimo del evocativo nombre con el que antiguamente se designaba el sulfuro de mercurio, el cinabrio. A veces a este mineral también se le llamaba “sangre de dragón”, que a su vez era el nombre de uno de los tintes rojos más primitivos, lo que nos recuerda la época en la cual el arte de teñir se guardaba tan celosamente que traicionar uno de sus secretos era castigado con la muerte. Muy adecuadamente, el mejor tinte se obtiene del corazón de una planta: la raíz de la Rubia tinctorum.
