Valorar la unidad es nuestro papel

Miguel Barbosa Huerta

¿Cuál es papel de la oposición? Más aún, ¿cuál es el papel de la oposición de izquierda en un régimen democrático? Gianfranco Pasquino, politólogo italiano discípulo de Norberto Bobbio y Giovanni Sartori,  explora esta interrogante y nos dice: la oposición debe protestar y proponer.

El pasado 28 de enero, en el marco de nuestra  Cuarta Reunión Plenaria, las y los senadores del PRD tuvimos el agrado  de escuchar al maestro Gianfranco Pasquino. Su exposición permitió una reflexión colectiva y delineó algunos ejes sobre los cuales orientar nuestra acción política en el Congreso y nuestro plan de  interacción con la sociedad.

Dice Pasquino que existe una enorme diferencia entre ser oposición en un régimen presidencialista y un régimen parlamentario. En un régimen parlamentario, la oposición se desarrolla dentro del propio parlamento, mientras que en un régimen presidencial necesariamente tiene que realizarse fuera, en la sociedad.

Señala que el deber de la izquierda consiste en derrotar al gobierno, pero no se limita a esto, sino en cambiar la política; es decir, en la transformación de la  manera de hacer política. Explica que la izquierda tiene varios dilemas, uno de éstos: contribuir o no en las actividades dentro del parlamento o la sociedad, ante el cual precisa que se puede contribuir a las acciones del gobierno cuando el problema se circunscriba a un asunto de reglas.

La oposición de izquierda no debe destinar  todas  sus energías en rechazar, una oposición fuerte debe ser pedagógica. Por una parte, controlar los actos del gobierno y, al mismo tiempo, construir algo para el futuro. Cuando la izquierda piensa en el corto plazo, no transforma a la sociedad. La izquierda debe proponerse crear una sociedad justa, donde todos pueden intentar ser lo que quieran; es decir,  igualdad de oportunidades.

La izquierda debe hablarle a la sociedad, no a sí misma;  por esto, la comunicación política es muy importante. Debe poseer la capacidad de comunicar lo que hace a la sociedad para crear un vínculo, no sólo de enseñar.

Estas reflexiones nos llevan a plantear una interrogante: ¿cuál debe ser el papel de la izquierda o mejor dicho, de las fuerzas nacionalistas progresistas y de izquierda mexicana en un régimen como el mexicano y ante un gobierno como el actual?

No queremos que la D de la división se convierta en la D de la derrota y valoramos la unidad, por lo cual el Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República impulsará la unidad de las fuerzas progresistas, nacionalistas y de izquierda para fortalecer la defensa de los intereses de la sociedad frente a la política de derecha del gobierno federal, del Partido de la Revolución Institucional y del Partido Acción Nacional que amenaza con acrecentar la desigualdad y la exclusión social.

Se impulsará una estrecha vinculación con las organizaciones de la sociedad, para articular propuestas y defender las causas sociales. Además, se ha acordado una agenda que se ha denominado de la gente, por estar directamente relacionada con los temas que interesan a las personas en sus entornos comunitarios y familiares.

Queremos ser una oposición útil a la sociedad, defensora de nuestra soberanía y generadora de esperanza para la sociedad.