GARBANZOS DE A LIBRO

David Toscana

Marco Aurelio Carballo

“Somos un país con pésima educación, pero con gran cultura”, escribió David Toscana, escritor regiomontano, en un artículo.  “A mucha gente —agrega— le molestó ver a Peña Nieto en la portada de la revista Time. Sin embargo, hay que aceptar que después de doce años de pedalear una bicicleta estacionaria, ahora el país está moviéndose. ¿Adónde? Ya lo veremos. Y hay que aceptar sobre todo que la imagen del país en el mundo ha cambiado mucho este último año. Independientemente de que nos quede mucha ropa sucia en casa que lavar.  México no es como una cantante sin talento para que viva de la mala publicidad: nos hace falta diseminar la auténtica cultura como para disimularla”. David Toscana publicó su artículo en Laberinto, a cargo de José Luis Martínez S., suplemento cultural de Milenio.

Elena Poniatowska recibió la Medalla José Emilio Pacheco, que otorga la Universidad Autónoma de Yucatán, en la Feria Internacional de Lectura Yucatán… “Amo el orden en lo exterior y la inquietud en el espíritu. Odio el café y los toros, la religión y el militarismo”: Juan Ramón Jiménez, poeta español, Premio Nobel 1956, de quien se acaba de publicar su autobiografía, titulada Días de mi vida en la editorial Pretextos. En esas páginas, dice el escritor Andrés Trapiello, el poeta “tuvo la intención de contar su vida y deshacer la leyenda negra que le persiguió desde joven: el sambenito de la cursilería”… “Lo mío es crear monstruos masculinos”: Martin Amis, escritor inglés, autor de una veintena de novelas, acaba de publicar Lionel Asbo, novela en la línea de lo que he hecho siempre, dijo, luego de las críticas de que ha cambiado como escritor, adentrándose en un terreno que antes no había transitado. “Hay brutalidad pero también delicadeza. El protagonista me cae bien. Lo adoro. A su manera es un gran tipo. Un criminal que se saca la lotería y se convierte en una celebridad. Algo que en Inglaterra sucede con frecuencia. Cuando estaba a punto de terminar me di cuenta de que había escrito un cuento de hadas moderno. Cuento de hadas, cuyos protagonistas pertenecían a la clase trabajadora, y eso sí que ha molestado a algunos críticos, quienes opinaban que yo no tenía ningún derecho a escribir sobre gente así”.