Madrid.-La aparición del utilitarismo llevó a los filósofos a plantear que las decisiones morales deben beneficiar a la mayoría. Y fue uno de los primeros utilitaristas, Jeremy Bentham, quien incluyó a los animales entre los seres cuyo bienestar debe buscarse por imperativo ético, dando lugar a la aparición de los derechos de los animales.

  En la medida en que los científicos utilizan a menudo animales para sus experimentos, la cuestión de cómo deben ser tratados y en qué medida es lícito someterlos a sufrimientos
—incluso si se trata de obtener nuevos fármacos— ha ido ganando en importancia.

Todas las instituciones que cuentan con medios de investigación disponen también de un comité ético que acepta o rechaza el uso de animales de laboratorio en el bien entendido de que sufrirán algún tipo de maltrato incluyendo el de su sacrificio final. De hecho, existen como se sabe animales transgénicos —ratones, por ejemplo, con algún alelo alterado para que desarrollen ciertas enfermedades— cuya única finalidad es la de servir como conejillos de indias y que serán sacrificados al terminar el experimento. Se da por supuesto que esa práctica puede estar justificada pero los comités éticos exigen que la muerte se produzca de la forma menos dolorosa y cruel posible.

Los peces cebra, uno de los animales más utilizados en los laboratorios porque sus embriones son transparentes y permiten observar su crecimiento, se sacrifican con un anestésico, el TMS, que se supone que cuadra con la idea de la eutanasia. Pero la revista Nature se ha hecho eco en su comentario editorial de la capacidad de los peces cebra para detectar el TMS en el agua; un logro que les lleva a huir de ese componente químico. Dos artículos aparecidos en PLOS ONE, el año pasado el primero y hace pocas semanas el segundo, indican que esos peces prefieren mantenerse en las zonas oscuras del acuario —siendo así que su tendencia natural es la de buscar la luz— si hay TMS en la zona iluminada.

Con lo que Nature plantea la cuestión de fondo del asunto: si los peces cebra evitan el TMS ¿significa eso que sufren con su presencia? Al margen de las posturas fundamentalistas sobre los derechos de los animales como las del creacionismo protestante —no cabe matar ninguna de las criaturas creadas por Dios— que llevarían a que dejásemos de lavarnos los dientes para no destruir la placa bacteriana, el verdadero campo de batalla se encuentra en la capacidad de sufrimiento. Es ésta la que ha llevado a que se prohíba experimentar con chimpancés y, por extensión, se plantee si es lícito utilizar cualquier mamífero. Saber si los peces cebra sufren a causa del TMS es el paso siguiente. Pero la cuestión no se detiene ahí. Siguiendo a Peter Singer, el autor más relevante en estos asuntos, deberíamos extender los derechos de los animales a la vida cotidiana; hacernos en último término todos vegetarianos. Me pregunto cómo puedo a la vez respetar tanto a Singer, comer filetes de vaca y, por añadidura, seguir pescando.