Sosígenes había medido el año en 365,25 días, con un error de 11 minutos y 14 segundos con respecto al año trópico que dura 365,2422 días. Con el trascurso de los siglos el calendario juliano se había desfasado en 10 días que corrigió el Papa Gregorio XIII, aconsejado por el italiano Luigi Lilio y el jesuita Christopher Clavius.

Del 5 de octubre de 1582 se pasó de un plumazo al 15 del mismo mes y año para que los equinoccios volvieran a coincidir con el 21 de marzo y el 23 de septiembre. También se anularon algunos bisiestos de forma que desde entonces un año es bisiesto si es divisible entre 4, excepto si es divisible entre 100 pero no entre 400.

“Hay que corregir esa diferencia de -0,0078 días sustrayendo un bisiesto cada 300 años aproximadamente”, explica el astrónomo del Instituto Astrofísico de Canarias. El calendario gregoriano, que acumula un día de desfase cada 3.300 años, “se ajusta razonablemente bien a las estaciones en ciclos muy largos de tiempo”, a juicio de Belmonte, “salvo que seguimos con el caos de los meses romanos”.

No han faltado intentos de repartir los días con más lógica, como el llevado a cabo en la revolución Francesa con un año similar al egipcio aunque con nuevos nombres. “Fue un fracaso absoluto», señala el experto porque «es muy difícil borrar de un plumazo miles de años de historia y tradición por muy lógico que se sea”.

Por eso tampoco augura éxito a la iniciativa del economista Steven H. Hanke y el físico y astrónomo Richard Conn Henry para establecer un calendario adéntico cada año, con meses regulares de 30 días y cuatro más de 31 más un día adicional para mantener la estructura de la semana de 7 días. Tampoco a la propuesta de 13 meses de 28 días todfos idénticos con un día del año fuera del cómputo semanal hasta sumar los 365. “Tiene el defecto de no permitir una división por trimestres o cuatrimestres porque el 13 es primo”, explica.

Dado que el calendario gregoriano se ha convertido en el calendario mundial de los negocios “no va a haber reforma que pueda con él”, estima Belmonte.