Se descarta segunda vuelta electoral
Solamente tiene derecho a la autoridad aquél que esté
dispuesto a servir y a servir bien a sus semejantes.
Manuel J. Clouthier
Carlos Alberto Pérez Cuevas
¡En sus marcas!, ¿listos?, ¡fuera! El disparo de salida para los competidores por la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN se dio el miércoles pasado; 60 días de campaña que realizarán los dos candidatos registrados y avalados por la Comisión Nacional Electoral de Acción Nacional: Gustavo Madero Muñoz y Ernesto Cordero Arroyo.
Éste será, sin duda, un proceso digno de seguir y evaluar, ya que es el primero en 75 años de historia del PAN en el que el presidente del Comité Ejecutivo Nacional será electo por voto universal y directo de los casi doscientos veinte mil militantes inscritos en el padrón del partido.
Que sean dos contendientes en esta elección permitirá que el mismo 18 de mayo, día de la jornada electoral panista se conozcan los resultados y prácticamente quede descartada una segunda vuelta electoral, supuesto que hubiera sido posible con la participación de más candidatos.
Para lograr llegar a la mayor cantidad de militantes, en el país se instalarán aproximadamente mil 300 centros de votación, en los municipios que al menos cuenten con treinta y un miembros con derecho a votar, lo que permitirá que no tengan que desplazarse a grandes distancias para ejercer su derecho.
En el PAN durante siete décadas se eligieron autoridades partidistas a través del voto representativo por delegados, denominados consejeros estatales y nacionales quienes a su vez eran electos en asambleas; un método que durante décadas permitió encontrar los equilibrios en los procesos internos del partido, pero todo por servir se acaba y, al crecer la institución y lograr triunfos electorales importantes, las reglas del juego cambiaron y hubo necesidad de reformar los procesos de selección de dirigentes.
El PAN se encuentra frente a uno de los retos más complejos en su vida, porque sin negar que cuenta con experiencias de voto universal, como en el caso de las elecciones de dirigentes municipales y de candidato a la Presidencia de la Republica, en donde en general ha salido bien librado, se trata de cargos de distinta naturaleza.
El candidato presidencial requiere mayor exposición hacia la opinión publica y los ciudadanos, ya que posteriormente entrará en una contienda constitucional que requiere que el mayor número posible de personas lo identifiquen y conozcan; no es así en el caso de dirigente nacional de partido, sin duda, lo ideal es que también sea reconocido por la ciudadanía, pero su función será distinta.
En el mundo y en México la tendencia de los procesos internos de selección de dirigentes han transitado hacia procesos más cerrados como los que antes tenía el PAN, ahí tenemos incluso el PRD que, después de desastrosas elecciones abiertas, regresaron al método de delegados, lo mismo pasó en el PRI.
Sin embargo, si el PAN logra sacar adelante su proceso sin fracturas ni divisiones más grandes de las que existen y tiene un proceso ejemplar, podrá reposicionarse y ponerse a la delantera para las elecciones intermedias de 2015.
@PerezCuevasMx
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