“Con profunda tristeza y pesar debo informarles que, según los datos obtenidos, el vuelo MH370 cayó al sur del Océano Indico”, dijo el primer ministro de Malasia, Najib Razak.
Tras oír la noticia, se vivieron escenas de histeria, de nervios y desesperación de los familiares en el hotel de Beijing donde se encontraban alojados, varios de ellos sufrieron desmayos y tuvieron que ser sacados de la sala del hotel por el equipo de paramédicos desplazados hasta el lugar.
Horas después de estas dramáticas escenas, varios familiares publicaron un comunicado en el que expresaban su rabia contra la aerolínea, el gobierno y los militares de Malasia, a quienes acusaron de “haber escondido la verdad”, causando “devastación sicológica y mental” de los parientes que durante 18 días se agarraron desesperadamente a la posibilidad de que los pasajeros siguieran vivos.
La recuperación de los restos del avión que desapareció el pasado 8 de marzo con 239 personas a bordo podría tardar varias semanas debido a las condiciones climatológicas.