Se pierde oportunidad de transformar a fondo
No llorar el país que pudo ser,
construir el que debe y puede ser.
Manuel Clouthier
Carlos Alberto Pérez Cuevas
¿Quién entiende al gobierno de la república? Esta interrogante surge justo en uno de los momentos más complicados para el país; esta semana se anunció que la economía creció sólo al 0.9 % cuando las expectativas de la Secretaría de Hacienda eran superiores al 3.5% para 2014; ni la lenta recuperación norteamericana nos ayuda.
En este primer trimestre del año, no es la única noticia desalentadora en materia de economía y finanzas; los empresarios, inversionistas y emprendedores que tenían la mira puesta en lograr que su dinero trabajara para echar a andar el motor de la economía, tuvieron, en el mejor de los casos, que reservarse para mejor ocasión, ya que la reforma fiscal les trajo un sinfin de problemas para desarrollar sus planes de negocios o crecimiento; en el peor de los casos las empresas desde las más modestas hasta las más poderosas tuvieron que hacer recorte de personal, y en lugar de invertir, pagarán los gravámenes impuestos por Hacienda, desalentando los proyectos de crecimiento y aumentando el índice de desempleo en México.
Si los legisladores y fuerzas políticas no ponen cuidado a la letra chiquita, al detalle de cada una de las reformas en ley secundaria y conservan el espíritu original de las reformas constitucionales, de nada habrá servido el Pacto por México, ni los consensos y acuerdos; porque la Constitución quedará con preceptos que le valieron al país grandes elogios y lo pusieron en los cuernos de la luna, sólo como una simple anécdota nacional del “ya merito”, del “ya casi”. Sin reformas que sostengan y den operatividad a lo aprobado en la Constitución, nos enfrentaremos a la perdida de la gran oportunidad de transformar de fondo al país.
La iniciativa de reforma secundaria de telecomunicaciones no refleja el espíritu y la esencia de los acuerdos logrados por las fuerzas políticas más importantes del país; el PAN y el PRD denunciaron que el gobierno de la república pretende reducir su alcance y significado y que no estarán dispuestos a que la reforma sea descafeinada y pierda su sentido democrático, antimonopólico y de defensa de los usuarios y audiencia que ya tienen sus derechos reconocidos y ganados en la reforma constitucional.
A nadie conviene que nuevamente los poderes facticos terminen tomando control y se cuelen por las rendijas de la ley secundaria para descarrilar los grandes avances logrados en la Constitución.
Sería una lástima que en la última etapa de las reformas y habiendo logrado lo más difícil que era la reforma constitucional, con argucias, lacayos y testaferros de los monopolios, México vuelva a ser puesto de rodillas ante ellos.
@PerezCuevasMx
carlospereznz@gmail.com