En 2013, la venezolana Gabriela Isler recibió la corona y la banda que la acreditaron como Miss Universo. Días después, el ataque en redes sociales comenzó al mostrar fotos del “verdadero” rostro de esta mujer, que se presume fue sometida a varias cirugías estéticas antes de presentarse en el certamen.

“Se coronó a los cirujanos”, dijeron algunos; mientras ella defendía su belleza diciendo que la naturaleza la había dotado de todo.

El caso de Gabriela es uno más de los muchos que se escuchan entre estas mujeres “perfectas”. Otro igual de sonado, que incluso fue tema de un documental de la BBC, es el de Wi May Nava, una chica también de Venezuela, que confesó ante las cámaras haber costurado una malla a su boca para bajar de peso.