Elena Poniatowska

Para Beatriz Espejo, mis condolencias,

y a la memoria de Emmanuel Carballo.

 

Marco Aurelio Carballo

“El periodismo es oficio, lección de modestia y humildad, pero muchos periodistas viven situaciones terribles en México”, declaró Elena Poniatowska, antes de recibir el Premio Cervantes, “porque es el lugar más peligroso del mundo para periodistas. El periodista en América Latina”. Agregó en rueda de prensa  que “es distinto porque la realidad entra a la casa y te ahorca. Es difícil escribir lo que te interesa cuando afuera suceden cosas que jalan. La gente entra a tu casa. Te ve en todo momento”…

Dijo a los periodistas: “El Premio Cervantes es un broche de oro a mi vida, de casi 82 años en la escritura. Es un honor inmerecido. Sorpresivo. Aún me marea, y es un compromiso para, los próximos años, hacer libros que lo justifiquen. Es una apertura a las mujeres. Hay quienes lo merecían antes que yo”.

En su crónica de Reforma, Guadalupe Loaeza recordó estas palabras de la galardonada, vestida de juchiteca, de rojo y bordados dorados, al evocar su llegada a México desde París, con su madre y su hermana Kitzia: “¿Cómo no iba yo a transitar de la palabra París a la palabra Parangaricutirimícuaro? Me gustó poder decir Cuauhtémoc, Nezahualcóyotl… Me enorgullece caminar como reportera al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos”.

Habla el rey de España: “La rebeldía en la literatura de Elena Poniatowska abre un lugar a la esperanza y convoca al compromiso social. Con el premio Cervantes se honra la lengua española. Elena Poniatowska ha dicho que durante buena parte de su vida aprendió a contemplar las estrellas. Ha unido ese ejercicio a la atenta observación de la realidad, cuyas luces y sombras nos hace percibir a través de la lente de su interpretación. De ahí brota la literatura rebelde, que a pesar de la aspereza de su realismo, abre siempre un lugar a la esperanza. A ese lugar del compromiso social y humano que nos convoca”.

El rey habló en un almuerzo en honor a la escritora, al que asistieron la reina Sofía y los príncipes Felipe y Letizia… Con los 25 mil euros del premio la escritora  promoverá la cultura en México… Hubo 120 invitados. Entre ellos los hijos de la escritora Felipe, Emmanuel y Paula.

“Pretendo subir al cielo”, dijo la premiada, “y regresar con Cervantes de la mano para ayudarlo a repartir premios a jóvenes, como un escudero femenino —“la Sancho Panza femenina, se autonombró”, escribió Guadalupe Loaeza—, como llegué yo a Alcalá de Henares”.