GARBANZOS DE A LIBRO
Anuncia Penguin Random House
Marco Aurelio Carballo
Claudio López de Lamadrid, director literario de Penguin Random House, anunció seis títulos de la biblioteca personal del recién desaparecido Gabriel García Márquez. Lo informa en el artículo “Peregrinando hacia el pedregal” de la sección de cultura de El País versión México, aunque no dice si los venderán al mismo tiempo en España, México y Colombia.
Cambiará el diseñador, Sabat, que ilustró hace 10 años la colección de bolsillo de los libros de García Márquez, por el mexicano Alejandro Magallanes. “Somos rendidos admiradores del trabajo de Magallanes. Lo que imagina tiene una fuerza expresiva notable”.
Respecto a García Márquez, escribe: “Recordamos su prolijidad al entregar un original, la atención al detalle, de cómo supervisaba la imagen de cubierta y los textos de contraportada”.
El editor cuenta que al verse a fines de noviembre del 2013, para mostrarle las portadas de los seis libros, García Márquez y su esposa Mercedes Barcha hicieron dos puntualizaciones: el azul del libro Relato de un náufrago será más turquesa que el del original, y los bigotes del Gabo, en la cubierta de su libro de memorias, “son contundentes, pero escuetos”.
Los primeros títulos de la biblioteca serán El amor en los tiempos del cólera, Cien años de soledad, Memoria de mis putas tristes, Crónica de una muerte anunciada, Relato de un náufrago y Vivir para contarla.
Espero que mis libros sean un referente: Guadalupe Loaeza
“Espero que en 100 años mis libros sean referencias de la sociedad en un momento dado”, dijo la escritora y periodista Guadalupe Loaeza, y que de Las reinas de Polanco digan: “Ay, así era la sociedad”.
Loaeza “disertó en Polanco sobre las mujeres que la han hecho escribir tanto”, informó Francisco Morales, reportero de Reforma. “Con cierta nostalgia, la también periodista”, agrega Morales, “lamentó la pérdida de las niñas bien de antaño, cultas y elegantes, devenidas en prepotentes socialités”.
Los secretos de las niñas bien, el libro que presentó Loaeza, cierra un círculo de publicaciones, dijo, a partir de 1985. Aunque seguirá hablando de ellas, le pesa despedirse, dijo. “Soy la única que se ocupa de ellas. Cuando yo desaparezca, ¿quién más va a escribir de las niñas bien?”, se preguntó, concluye Morales, sin que se sepa con precisión de qué se despide.


