Los niveles de pobreza, el poder adquisitivo de las familias, el bienestar en cada hogar están a la baja.

 

 

Entrevista a Miguel Cervantes/Jefe del Departamento de Teoría Económica de la FE-UNAM

 

 

 

Moisés Castillo

La Secretaría de Hacienda aprendió a autocorregirse. El año pasado estimó un crecimiento de 3.5 por ciento y la realidad fue implacable: la economía nacional apenas creció 1.2 por ciento. Para este año, el gobierno federal espera crecer 3.9 por ciento, pero organismos internacionales bajan el optimismo a tres puntos porcentuales. ¿Qué está ocurriendo? Según los expertos la economía mexicana está en recesión desde hace varios meses.

Así lo confirmó el Sistema de Indicadores Cíclicos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). De acuerdo con los indicadores cíclicos del INEGI, tanto el índice compuesto como el adelantado se mantuvieron debajo de su tendencia de largo plazo, de 100 puntos.

En particular, el índice coincidente en febrero se posicionó en 99.7, su nivel más bajo en más de tres años, y su vigésimo primer descenso al hilo, con lo que cumplió el requisito para determinar que la economía mexicana estuvo en recesión en 2013 y parte de 2014.

 

La economía mexicana está creciendo: Videgaray

Técnicamente se considera recesión cuando la economía acumula dos trimestres consecutivos con decrecimientos. Sin embargo, el Buró de Investigación Económica de Estados Unidos indica que una recesión implica la caída significativa de la actividad de la economía en su conjunto, es decir el PIB real, el ingreso real, el empleo, la producción industrial y las ventas minoristas y mayoristas.

Sin embargo, el titular de Hacienda, Luis Videgaray, negó que la economía esté en recesión, ya que crece y genera empleos.

“Sería abiertamente incorrecto hablar de que una economía que está creciendo, y que está creciendo de manera más acelerada que el año pasado, estuviera en una recesión… Es un hecho que la economía mexicana está creciendo, está generando empleos, apoyada por un repunte de las exportaciones y también por un ejercicio mucho más dinámico del gasto público conforme está previsto en la aprobación del paquete económico del año pasado”.

Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos prevé una mejora tras la aprobación de las recientes reformas estructurales.

“De manera que estamos viendo no sólo una recuperación sino por otro lado, con enorme entusiasmo y con enorme interés, el resultado de todo este excepcional paquete de reformas. Esperamos que empiecen a tener impacto en el crecimiento económico”, explicó el secretario general del organismo internacional, José Ángel Gurría.

Ante estas especulaciones, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que la economía nacional “va por buen camino” y que su administración impulsará el mercado interno, donde las medianas y pequeñas empresas desempeñarán un papel fundamental.

“El aumento en la producción industrial del país, de manera particular el componente de manufacturas, creció 3.4 por ciento anual, da cuenta de que la economía nacional va por buen camino… Estamos haciendo una sinergia entre el mayor comprador del país y los mayores generadores de empleo. En otras palabras, el impacto positivo del gasto público en la economía nacional hoy es mayor y más democrático porque participa un mayor número de empresas, incluyendo las de menor tamaño.”

 

 

Consumo privado e inversión, con tasas decrecientes

Para Miguel Cervantes, jefe del Departamento de Teoría Económica de la Facultad de Economía de la UNAM, no hay duda de que México está sufriendo una recesión económica.

“Me sorprenden dos cosas: que los políticos, los representantes de las Cámaras y organismos industriales salgan a defender el dato. Se entiende que Luis Videgaray afirme que no hay recesión, sólo porque las exportaciones están creciendo. Vemos que el PIB a precios reales, quitando la inflación, a partir del primer trimestre de 2012 venía al 4 por ciento y se desplomó acercándose al cero por ciento. Es decir, éste es un problema que no se está gestando dos meses atrás, es un problema estructural.”

¿Por qué la economía está en recesión?

El INEGI considera que hay recesión económica con base en una serie de mediciones que está integrado por un sistema de indicadores cíclicos: el coincidente y el adelantado. Éstos son índices compuestos que contienen múltiples variables. Explica que desde hace 21 meses este indicador coincidente ha venido disminuyendo. Además agrega que, a partir de agosto de 2013 hasta febrero de 2014, está por debajo de su tendencia. Si nosotros tomamos el indicador con variaciones mensuales, obviamente que los meses son distintos. Lo mejor que hay que hacer es analizar los datos no respecto a un mes anterior, sino verlos en relación con el mismo mes del año pasado. Anualizar el dato. Lo que sucede es que tenemos 16 meses, de febrero de 2014 hacia atrás, en que este indicador viene disminuyendo. Es decir, sí estamos en recesión. Este indicador coincidente está compuesto por el indicador de la actividad económica mensual, el indicador de la actividad industrial, ventas netas al pormenor en establecimientos, asegurados permanente en el IMSS, la tasa de desocupación urbana y las importaciones totales. Esto significa que el INEGI está en lo cierto.

¿Cuáles son los factores que provocan que la economía siga estancada?

Si comenzamos a desmenuzar el PIB y analizamos el consumo privado, resulta que desde el mismo trimestre de 2012 tiene tasas decrecientes y lo mismo sucede con la inversión. Éste es un indicador importante porque establece cuáles son los activos, cómo se está invirtiendo. El problema se traduce cuando vemos que en las casas el dinero no alcanza para cubrir la canasta básica. Además leemos datos obscenos: 53 por ciento de los niños en México son pobres, esto es muy grave. Si en 2010 había 52.8 millones de pobres, en 2012 teníamos 53.3 millones. La pobreza está creciendo. Es obsceno porque de acuerdo con la ley de ingresos del sector público, están pensando quedarse con 4.5 billones de pesos, que no es un cantidad menor. Sin embargo, los niveles de pobreza, el poder adquisitivo de las familias, el bienestar en cada hogar están a la baja.

 

 

Pagamos muchos impuestos

¿La reforma hacendaría inhibió el consumo?

Cuando se dio a conocer la reforma hacendaria dijimos: esto va a tener un efecto negativo en el poder adquisitivo. Si tú estás aumentando el IVA generalizado, descontando alimentos y medicinas, en zonas fronterizas y además estás impactando el ISR, el ingreso de las familias. Todo impuesto, cuando sube, los economistas en lo general estamos de acuerdo en que generará una pérdida del poder adquisitivo. La reforma todavía fue más allá, tuvo impuestos al pecado, a los alimentos chatarra, que obviamente es difícil de constatar su impacto porque hay que ver el contenido calórico y qué productos sí entran en el gravamen, pero indiscutiblemente eso tiene un impacto negativo en el consumo. El gobierno federal dijo que esta reforma es benéfica, ya lo observamos: las cifras de ingreso público, lo que ellos obtienen aumentó, sin embargo la sociedad está en recesión. La reforma impositiva afectó. Esto sumado a la falta de experiencia y habilidad para ejercer el gasto público que no se ejerció adecuadamente en 2103. Un peso que no es gastado, un peso que no entra en circulación, es dinero que pierde la oportunidad de que pueda generar riqueza.

Uno de los sectores más afectados es la vivienda, 17 meses a la baja…

El sector de la construcción es muy importante porque está encadenado a muchas actividades de los sectores productivos del país, el comercio. Un sector tan importante en problemas, es culpa el gobierno por no ejercer el gasto, nos dice que gastará mucho pero no se ve en los hechos. Esto impacta en las familias. El impacto fuerte queda en las familias que no se pueden proteger porque no tienen otra forma de ingresos, o que se arriesgan en la economía informal. Uno de los motivos fundamentales de que están en pobreza es por la educación que han recibido, no ha sido eficiente y relevante. Cuando la escolaridad es alta, los ingresos aumentan. La educación potencia los ingresos de las familias, pero desafortunadamente en este país la educación es deficiente.

¿Cómo salir de esta baja productividad y pesimismo económico? ¿Las reformas son la única solución?

El crecimiento potencial de México hoy día se encuentra en 2 por ciento. Este crecimiento es insuficiente, tuvimos atrás un PIB potencial promedio del 3 por ciento. Éstos fueron los efectos de las reformas estructurales de los 90. Ahora entramos nuevas reformas y el gobierno está pensando que sólo al hablar de estos cambios en los foros internacionales, en los medios, los capitales y las empresas van a venir a invertir, y este proceso tarda, no es inmediato. Sí va a fortalecer el crecimiento pero a largo plazo, porque no hay certezas sin las leyes secundarias que son las que van a regir estas posibilidades de negocios.

Sin crecimiento económico no hay empleo, y pareciera que es un mal endémico del país de las últimas décadas…

La economía pierde crecimiento. ¿Dónde están estos problemas? Pagamos muchos impuestos. Recientemente tuvimos que hacer declaraciones anuales, es algo tan complicado. Dedicamos muchas horas para que el gobierno pueda administrar el dinero. Nuestro SAT es una institución que nos resulta costosa, tiene muchos trabajadores y su ineficiencia es muy alta por cada peso recaudado. Tenemos problemas en la productividad, no se ha incrementado. El mayor problema es que esa baja productividad se traduce en ingresos. El nivel de pobreza está asociado a estos problemas de productividad. Creo que la actividad del gobierno tiene que ser más firme en términos de la inversión de infraestructura. Tenemos que facilitar que los individuos y las mercancías se puedan aproximar reduciendo tiempos. Ayudar a que los empresarios puedan establecer sus compañías y después preocuparnos por el pago de impuestos. Para que un negocio funcione se puede tardar entre 6 meses y 9 meses. Lo que tiene que hacer el gobierno es facilitarnos una educación de calidad, facilitar los negocios y permitir que los mexicanos desarrollen su potencial. En México tenemos un PIB per cápita promedio de 8 mil dólares anuales; cuando los mexicanos saltan la frontera a Estados Unidos pueden ganar hasta tres veces o más. ¿Cuál es la diferencia del mexicano que está aquí y el que está allá? Simplemente se traduce en un mejor marco institucional, la forma en la que operan y se respetan las leyes.