“El Ejecutivo federal ha reiterado que la reforma energética permitirá
que el país crezca y que la economía nacional sea competitiva a nivel mundial.”
Entrevista a Montserrat Ramiro/Directora de Proyectos de Energía del IMCO
Moisés Castillo
Las 10 preguntas que lanzó el cineasta Alfonso Cuarón al presidente Enrique Peña Nieto reavivaron el debate sobre la reforma energética y sus leyes secundarias. Sin duda, la última interrogante provoca repensar la historia reciente de nuestro país, llena de fracasos y frustraciones: dos experiencias desastrosas permanecen en la memoria de los mexicanos: la quiebra de 1982 (luego del dispendio, la ineptitud y la corrupción que caracterizó el manejo de la riqueza petrolera de los años 70) y las reformas discrecionales y opacas de tiempos de Carlos Salinas de Gortari, buenas para las manos privadas pero dudosas para los consumidores.
¿Se puede repetir la misma historia?El Ejecutivo federal ha reiterado que la reforma energética permitirá que el país crezca y que la economía nacional sea competitiva a nivel mundial. En el Día del Trabajo, Peña Nieto presentó la iniciativa de leyes secundarias que logrará reducir los precios de energéticos.
“La razón es sencilla: con este andamiaje legal podrán explotar en beneficio de los mexicanos los abundantes yacimientos de hidrocarburos a los que, hasta ahora, aún no tenemos acceso. Así, al incrementarse la producción, transformación y distribución de hidrocarburos, será posible, en el mediano plazo, reducir precios de gas natural y electricidad que pagan los hogares y empresas del país.”
El gobierno federal presentó al Congreso de la Unión el paquete de leyes secundarias que está agrupado en nueve bloques e incluye ocho nuevas leyes y cambios a 12. Los puntos que destacan de la iniciativa oficial:
—La apertura de la venta al público de gasolinas se dará con gradualidad conforme existe infraestructura adecuada y condiciones de competencia.
—Los contratos serán por licitaciones públicas y disponibles en Internet.
—Se creará la Agencia Nacional de Protección al Medio Ambiente en el sector de hidrocarburos.
—Pemex y la CFE se convertirán en empresas productivas del Estado, con autonomía presupuestal y de gestión.
—Los consejos de administración de Pemex y CFE decidirán las fuentes de financiamiento, pero será el Congreso quien ponga el techo de endeudamiento y no podrán capitalizarse a través de emisión de acciones.
—Pemex pagará menos impuestos a partir de la aprobación de cambios a su régimen fiscal: de 79 al 65 por ciento.
—Pemex podrá poseer al menos 20 por ciento de los campos de crudo y gas que se extienden por las fronteras del país.
—Para los contratos de utilidad y producción compartida, donde el Estado retendrá el 100 por ciento o una fracción de los hidrocarburos producidos, se licitará su comercialización.
Antes de junio, las leyes secundarias
El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que esperan aprobar las leyes secundarias antes de junio.
“Confiamos en que nos permitirán construir conagilidad las mayorías suficientes para su aprobación, de manera que el segundo semestre del año comience habiendo completado las normas jurídicas necesarias. Se trata de construir amplios consensos legislativos y de asegurar la solidez de las reformas para consolidar las expectativas de un mayor crecimiento y empleo.”
Por su parte, la vicecoordinadora del PRD en el Senado, Dolores Padierna, señaló que las leyes secundaras del Ejecutivo son “deficientes”.
“Un aspecto importante que no se incluye en las iniciativas es el relativo a las obligaciones de seguridad social de las empresas, toda vez que nos encontramos frente a una situación compleja, pues hay que garantizar la defensa de los derechos de las personas que trabajan en ellas, permitiendo una adecuada participación de las empresas en el mercado. Hay un desprecio por el valor patrimonial que nos representa el saber acumulado de los trabajadores de la CFE.”
Para Montserrat Ramiro, directora de Proyectos de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad, el reto fundamental de las leyes secundarias es que se traduzca en una implementación eficaz, con reglas claras y mecanismos de transparencia en la asignación de contratos y licencias.
“El énfasis que se pone a la transparencia y la rendición de cuentas, a que los contratos tienen que ser públicos, a que los reguladores ahora tengan cuestiones más exactas de cómo comunicar las cosas que hacen, ése trabajo también nos toca a nosotros: involucrarnos en que realmente la transparencia y la rendición de cuentas se den. Creo que en ese sentido no debemos tratar de tener regulaciones difíciles de cumplir porque entonces se pierde el beneficio de tener leyes.”
¿Cómo calificarías este paquete de iniciativas de nuevas leyes y reformas que el Ejecutivo federal envió al Congreso en el marco de la reforma energética?
Es consistente con los cambios de la reforma constitucional. Me parece que hay que estudiar el tema de los actores, el modelo institucional que se quiere lograr para atraer inversión privada y poder desarrollar un mercado competido tanto en petróleo-gas y electricidad. En este sentido, la iniciativa presentada es muy clara en las funciones: quiénes van a ser los reguladores, cómo se les va a dotar de responsabilidades mayores y capacidad para regular un mercado que claramente será muy distinto al que tenemos hoy, así como el tratamiento que van a tener Pemex y CFE como empresas productivas del Estado y el Fondo Mexicano del Petróleo. Creo que el énfasis que nos debe preocupar está en la implementación tanto en la reforma constitucional a través de la legislación secundaria, como en el proceso regulatorio. El éxito de tratar de explotar los recursos de petróleo, gas y tener un mercado eficiente de electricidad debe ser para beneficiar a todos los mexicanos. Nuestra responsabilidad está en ser muy cuidadosos y darle seguimiento en cómo se dará la regulación. Los actores regulatorios son fundamentales para el éxito de la reforma energética.
El discurso de Enrique Peña Nieto ha sido muy claro al asegurar que con la reforma energética los precios de los energéticos bajarán. ¿Existen garantías de que será así?
En el mercado nunca existen garantías plenas. Lo que hay es una serie de condiciones que, si se cumplen, pueden llevar a tener precios de la electricidad más baratos. Es una cadena: si tenemos una mayor producción de gas natural, mayor infraestructura de transporte-distribución y almacenamiento de gas natural, esto se va a traducir en precios y oferta mayores. Si el gas natural está ahí sin problemas de escasez y además lo estamos produciendo o importando a precios competitivos regionalmente, vamos a tener menores costos de producción y tarifas eléctricas menores. Por lo que entiendo de la ley eléctrica, las tarifas entre los usurarios calificados, esto es todos los que no son privados, van a tener tarifas que se determinan a través de la oferta y la demanda. Esto garantizaría que en la medida en la que tengamos mayor producción, sistemas eficientes y un mercado regulador competido tendremos tarifas más bajas. Y por la parte del gas natural es que, si las cosas se dan, sí se logra traer inversión para incrementar la producción, sí se pueden esperar reducciones en las tarifas eléctricas.
¿Son suficientes dos años para que Pemex y CFE compitan con las demás empresas?; ¿es un plazo adecuado? ¿Están preparadas ante la presencia de trasnacionales?
El plazo de dos años es para que todos los elementos de este nuevo mercado estén funcionando. Tanto los reguladores como el Centro Nacional de Control de Energía, el Centro Nacional de Control de Gas Natural, todos estos órganos que le ayudarán al Estado mexicano a tener una infraestructura-distribución mucho más eficiente y que a su vez le van a permitir a Pemex a competir de manera más eficaz con los inversionistas extranjeros o privados. Me parece que es un plazo correcto para que todo esto se implemente y comience a caminar. Se puede esperar que no sea antes de 2015 que tengamos la primera ronda. Todo esto se tiene que dar para que Pemex y CFE puedan competir con los demás actores del mercado.
¿Cuál debe ser el criterio para asignar contratos?
A mí me parece que en la ronda cero se le van a dar a Pemex aquellos campos en los que tiene una ventaja competitiva o rentable, que tiene la capacidad técnica y económica para llevarlos a cabo. Pemex tiene que invertir su dinero. Muchos de los otros campos en lo que tenía que invertir y no era rentable, pues lo tenía que hacer porque no habían quién más lo hiciera. Es una oportunidad para Pemex de enfocarse en aquellos campos en los que no va a perder dinero y lo va a hacer bien. En las siguientes rondas los criterios deben ser un poco lo mismo: quién es el mejor, el mayor calificado para poder explotar un yacimiento en beneficio de todos los mexicanos. Ése debe ser el criterio principal. Me gusta que en la Ley de Hidrocarburos se plantea que Pemex tiene que estar involucrado en los yacimientos transfronterizos. Creo que es algo importante en términos de seguridad energética y oportunidades para México. También me gusta que no hay demasiados candados para que Pemex tuviera que estar en campos en los que quizá no tiene la capacidad técnica, es algo benéfico para Pemex: poderse dedicar por fin en aquello que sí sabe hacer.
Las preguntas de Cuarón son válidas
¿Cómo evitar posibles actos de corrupción en un Estado de derecho débil y un sindicato petrolero en entredicho?
El sindicato se sale de las decisiones estratégicas de la compañía y no va a estar más en el consejo de administración. El sindicato ahora tendrá un papel más limitado y va a tener que funcionar como un sindicato real. El reto trasciende al sindicato. Es un sector donde existe mucho dinero implicado, hay una cantidad de recursos muy importantes y, por lo tanto, ahí tenemos que ser muy claros en el tema de la transparencia y la rendición de cuentas. Esto que está plasmado en la legislación secundaria, en términos de que la Comisión Nacional de Hidrocarburos tiene que hacer públicos los contratos, es la clave para que esto no se preste a corrupción. Si nosotros logramos que las reglas del juego no cambien en la vida de un contrato, que sepamos exactamente quién los ganó, bajo qué criterios, por qué, cómo va a ser utilizado el dinero, y eso se conecta con las reglas de operación del Fondo Mexicano del Petróleo. Sí participamos que esto que se plantea en papel se cumpla en los hechos, estamos en un momento en que los mexicanos ya no somos actores pasivos.
¿Cómo leer esta decisión de la Secretaría de Hacienda de “sacar las manos” de Pemex?
En el tema fiscal, no hay mucho misterio. Pemex es responsable de alrededor del 30 por ciento del presupuesto federal. En la medida en que empiecen a existir otras fuentes de recaudación, ya sea por otros sectores o por la nueva producción energética, en esa medida Hacienda podrá bajar al régimen fiscal de Pemex.
¿Persisten mitos sobre el debate de la reforma energética tras las 10 preguntas de Alfonso Cuarón?
Las 10 preguntas de Cuarón son válidas. Todos los mexicanos nos debemos de involucrar en el proceso de apertura del sector y la creación de un mercado competitivo. El que preguntemos y se haga un debate al respecto sólo puede traer cosas positivas. Creo que unos de los mitos o concepciones un poco inexactas es que los mexicanos no somos capaces de reformar las cosas bien; independientemente de si eres afín a un partido político o ideología, es algo que debemos de romper. El punto es cómo hacemos las cosas mejor, y esto será en la medida en que participemos en este proceso, que existan las condiciones de transparencia y rendición de cuentas para lograrlo. Tener más petróleo y más gas nos tiene que servir para algo, y la figura del Fondo Mexicano del Petróleo es muy importante porque, por primera vez, por lo menos en papel, se está pretendiendo usar la renta petrolera para el desarrollo económico a largo plazo. Hay que ser muy cuidadosos en qué lo vamos a gastar, que en verdad esta aspiración que decía el secretario de Hacienda no se vaya a gasto corriente, y se invierta en el largo plazo.