El derribo del avión malasio con sus 298 pasajeros abordo quienes murieron, en el este de Ucrania, puede considerarse un crimen de guerra, indicó este lunes la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, “el derribo del avión de Malaysian Airlines el 17 de julio fue una violación del derecho internacional y, dadas las circunstancias, puede ser un crimen de guerra”.
“Es imperativa una investigación rápida, completa, efectiva e independiente sobre este hecho”, insistió, al coincidir con el último informe de la misión de observadores enviada por la oficina del organismo a Ucrania.
En la presentación del documento a la prensa, el jefe de la Sección para las Américas, Europa y Asia Central del alto comisionado, Gianni Magazzeni, señaló que se necesita establecer los hechos y circunstancias de lo sucedido en relación con el avión, “de este modo se podrán “definir las siguiente etapas” y garantizar que “los responsables sean juzgados”.
Indicó que el organismo de la ONU para los Derechos no está directamente involucrado con las investigaciones y que el Estado de Derecho ha desaparecido en la región oriental de Ucrania, donde operan grupos separatistas prorrusos cada vez mejor organizados y armados, ”el Estado de Derecho ya no existe y ha sido reemplazado por la ley de la violencia”, señala el informe.
También en el documento se acusa a esos grupos, liderados ahora por un comando centralizado dirigido por ciudadanos rusos, de imponer a la población las consecuencias de una “ruptura total de la ley, del orden y el reino del terror”.
La ONU estimó hoy que mil 129 personas han sido asesinadas desde junio pasado en el conflicto del este de Ucrania, lo que indica que la cantidad de muertos se ha triplicado desde ese mes, cuando la ONU reportó 356 asesinatos, mientras que 3 mil 442 personas han resultado heridas.
Recientemente las fuerzas gubernamentales recuperaron el control de la ciudad de Slovyansk, base estratégica para los rebeldes, sin embargo, en las regiones orientales de Donestk y Lugansk los combates entre las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes prorrusos se han intensificado en las últimas semanas.
Asimismo, el informe reveló que los rebeldes se han apoderado de 104 edificios en manos de grupos armados, de los que 24 son instalaciones militares, 16 sedes administrativas y de autoridades locales, 16 del Ministerio del Interior y 7 de los Servicios de Seguridad.
Por otra parte, la misión de observadores estima que en los próximos meses puede haber desplazados de la península de Crimen, anexada por Rusia en marzo, debido al acoso que viven las minorías, “Las fuertes restricciones, el continúo acoso y la discriminación contra ucranianos, tártaros y representantes de minorías en general” pueden dar paso a un nuevo éxodo, afirman en su evaluación.
Grupos étnicos y nacionales tienen limitados sus derechos de reunión, de asociación y de expresión, al igual que todos los ciudadanos ucranianos, en relación al trabajo, que viven en Crimea y han rechazado adoptar la nacionalidad rusa son ahora considerados como extranjeros; La ONU señaló que unas 14 mil personas han abandonado Crimea para instalarse en otras partes de Ucrania.
Un equipo policial internacional no logró llegar por segundo día consecutivo al lugar del accidente del avión de Malaysian Airlines por los fuertes combates en una localidad cercana a la carretera que lleva al lugar. Una delegación de policías y peritos forenses de Australia y Holanda se detuvieron el lunes en Shakhtarsk, un poblado a unos 30 kilómetros de los campos donde cayó el avión.
El objetivo de los equipos policiales es asegurar la zona que actualmente controlan los rebeldes para que puedan comenzar las investigaciones y la recuperación de los cadáveres que queden.
Luego de sospechas de una escalada de violencia en el este de Ucrania provocaron que un grupo de policías holandeses y australianos que había planeado el inicio de la búsqueda de evidencia y restos de las víctimas se pospusiera.
En Holanda, el primer ministro Mark Rutte dijo que su gobierno ha rechazado la idea de desplegar fuerzas militares para resguardar el lugar del incidente debido a que resultaba imposible lograr “superioridad militar” en una región en la que los rebeldes prorrusos fuertemente armados enfrentan a las fuerzas del gobierno ucraniano.
Mientras tanto, Tokio anunció hoy que ha decidido ampliar sus medidas de presión sobre Moscú “por no haber logrado apaciguar la crisis en Ucrania” después de que el vuelo comercial MH17 fuera derribado por un misil; se congelarán los fondos de responsables rusos, así como la suspensión de proyectos de cooperación financiera.
