Mamá Rosa
Teodoro Barajas Rodríguez
Michoacán es una tierra en la que se escriben y cuentan historias de diferente índole, algunas llegan a maridarse con lo surrealista e increíble, un escándalo es antesala de otro aunque la verdad se esconda para dejar su espacio a los operativos en muchos casos descomunales, como sucedió recién con Rosa Verduzco, la célebre mujer que durante más de cinco décadas atendió un albergue a favor de la niñez.
Alguna vez Jorge Volpi dijo que la opinión pública es una hidra de mil cabezas pero sin ningún cerebro; actualmente los medios de comunicación se han erigido en un tipo de tribunal para establecer juicio sumarísimo e inmolar a Rosa Verduzco, parece que a casi nadie le importa que el debido proceso presume la inocencia hasta que se pruebe lo contrario. El color amarillo de algunos medios funciona como la nueva inquisición, brutal, carente de respeto a la dignidad de la persona humana.
Es Zamora la ciudad en la que Rosa Verduzco estableció el albergue de La Gran Familia, la población conoce muy bien a la filántropa que hizo durante muchos años lo que correspondía en principio a los gobiernos e instituciones oficiales, aunque los aludidos no asumieron cabalmente su responsabilidad. Ahora vino el vendaval contra Mamá Rosa, imputada por presuntos ilícitos, el escándalo al por mayor, aunque al final está libre, el daño está hecho.
Fueron miles de niños los atendidos en más de cincuenta años; Rosa Verduzco es de fuerte temperamento, la conocimos hace cerca de 30 años en las competencias académicas y deportivas de las zonas escolares de Michoacán, vaya que les llamaba la atención a los moradores del internado llamado La Gran Familia, aunque de eso a considerarla peligrosa como lo presumieron las autoridades federales hay una distancia abismal.
Rosa Verduzco fue reconocida en el pasado reciente por gobiernos federales, estatales y municipales; actualmente personajes destacados del ámbito intelectual se han pronunciado a su favor, cito a Enrique Krauze, Jean Mayer —quien fuera investigador del Colegio de Michoacán con sede en Zamora—, deportistas como el zamorano Rafael Márquez, excapitán de la Selección Mexicana de Futbol, en Brasil 2014, y muchos personajes más como el premio Nobel de Literatura 2008 Jean Marie Gustave Le Clézio y Juan Villoro, por mencionar algunos.
Las familias de muchos de los niños que han vivido en el albergue de La Gran Familia ahora acuden por ellos, cuestionan a Mamá Rosa, la pregunta es dónde estuvieron ellos, ahora mal agradecidos que vivieron en la ausencia de sus deberes, dejaron a sus hijos en un internado bajo techo, los progenitores se esfumaron.
Ningún niño debe vivir en condiciones de pobreza o calle, tiene derechos reconocidos por las leyes aunque la realidad se contradiga con los dogmas constitucionales. Rosa Verduzco contribuyó a favor de muchos infantes abandonados que en La Gran Familia encontraron techo, alimento y futuro.
Quien ha padecido más que nadie es Rosa Verduzco.
