Rius

Marco Aurelio Carballo

Habla Eduardo del Río (Rius), dibujante y escritor: “Cuando la gente pregunta cómo he hecho para cumplir 60 años de trabajo, le digo que hice un pacto: El diablo me pidió hacer ateos a todos los creyentes, y yo pedí que también pudiera convertir a algunos rojillos y a vegetarianos”. Habló en el Museo de la Ciudad de México durante la presentación de su libro Rius: mis confusiones.  Memorias desmemoriadas, editado por Grijalbo. Se trata de una antología de casi 500 páginas con caricaturas, fotografías y recuerdos escritos, así como de críticas recurrentes a la Iglesia y al PRI del autor de las revistas ilustradas Los Supermachos y Los Agachados. Jesusa Rodríguez lo acompañó. Ella propuso canonizarlo como San Ateo, y dijo una oración: “Líbranos, San Ateo, de todo PRIAN, a mentadas, o como sea, pero líbranos del PRIAN”. Entre el público asistente estuvo, sonriente, Elena Poniatowska, escribió Jorge Ricardo en su nota publicada el 30 de junio en Reforma.

 

Los garbanzos

Al ingresar como miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, designada en septiembre del 2013, la escritora Silvia Molina propuso una biografía literaria de la dramaturga Luisa Josefina Hernández, informó Silvia Isabel Gámez en Reforma. “Al igual que Luisa Josefina”, dijo Vicente Quirarte en respuesta al discurso, “Silvia Molina se aleja de los reflectores, es discreta, mas no tímida, amable, pero firme en su necedad de traducir al mundo a la escritura. Como Luisa Josefina nos enseña que Campeche es un nombre, pero más profundamente un estado del alma”. La escritora agradeció que la dramaturga escribiera su historia, la de Silvia, y la de sus antepasados, La historia de mi ciudad, San Francisco de Campeche. Silvia es también presidente del Seminario de Cultura Mexicana. Dijo que Luisa Josefina Hernández avanzó por su teatro y por su narrativa para terminar en la saga de “los grandes muertos”.