Seguimos en el último lugar de la OCDE

 

 

Julio A. Millán B.

Hace unos días, la OCDE convocó a una reunión de expertos para dar a conocer sus expectativas sobre el crecimiento global. En la reunión se refirió a México, el proceso de reformas que están en discusión en el Congreso y su impacto sobre el crecimiento, así como el estado en que se encuentran las diferentes economías en términos de su ingreso per cápita.

En relación a este último punto, destaca que nuestro país se encuentra en la actualidad en último lugar de la OCDE, con un ingreso de poco más de 13 mil dólares per cápita, mientras que en Estados Unidos es de 46 mil 195 dólares y el promedio es de 32 mil 22 dólares.

Lo que esto implica, según cálculos de la OCDE, es que de continuar nuestra economía con tasas de crecimiento de alrededor de 2.5 % anual, como ha sido casi el promedio en las últimas cuatro décadas, tomaría un siglo alcanzar el promedio actual de la OCDE. En caso de que de alguna manera pudiéramos elevar la el ritmo de crecimiento anual a 4.3 %, alcanzaríamos el promedio actual de la OCDE en cincuenta años.

Para poder elevar la tasa de crecimiento no bastan las reformas, sino realizar toda una serie de ajustes en nuestra economía, de tal manera que se eleve la tasa de crecimiento potencial, lo que podría hacer que se mantuviera elevada por un largo periodo la tasa observada anual de crecimiento. Estos ajustes implican una revisión a fondo de la reglamentación, para simplificar trámites y fomentar la formalización de la actividad económica. Asimismo, urge encontrar la forma de detener la corrupción y hacerla menos atractiva mediante severos castigos a quienes incurran en esta práctica.

Es necesario continuar con las políticas de desarrollo social que conduzcan a la eliminación gradual de la pobreza, no mediante transferencias, como hasta ahora, sino mediante la generación de empleo bien remunerado, con acceso a la seguridad social y la posibilidad de tener una pensión en el futuro. Esto permitiría una mayor inclusión de los ciudadanos en la sociedad y en el sistema de producción. Adicionalmente, es necesario fomentar la acumulación de capital social, para lo cual se requiere que los ciudadanos confíen en sus instituciones.

Es claro que para crecer más rápido y alcanzar el objetivo de crecimiento sostenido con estabilidad es necesario instrumentar correctamente la puesta en marcha y aplicación de las mismas, con sus leyes secundarias acordes con el objetivo de eliminar trabas al crecimiento. Estamos en tiempos de cambios; hay que aprovechar el momento.