Altos funcionarios de la ONU denunciaron hoy que los militantes del grupo extremista Estado Islámico (EI) están forzando a la esclavitud sexual a mujeres, niñas y niños que pertenecen a minorías étnicas y religiosas en Irak.
Los funcionarios señalaron también que “atroces recuentos” de abusos, incluidos “salvajes informes de violaciones”, en contra de las minorías yazidíes, cristianas, turcomanas y chabaquíes, están llegando a sus oficinas a una tasa “alarmante”.
“Condenamos en los términos más enérgicos hacer blanco explícito de mujeres y niños, asó como de los actos barbáricos que el Estado Islámico ha perpetrado contra las minorías bajo su control”, expresaron.
Se dirigieron a los extremistas al recordarles que la violencia sexual es una grave violación a los derechos humanos que puede ser considerada un crimen de guerra o de lesa humanidad, e instaron a los grupos armados a que asuman su responsabilidad de proteger civiles.
Los miembros de la ONU aseguraron que la organización seguirá evaluado la situación para asegurar la rendición de cuentas contra los responsables y para ofrecer apoyo a los sobrevivientes de estos actos barbáricos.
El Papa Francisco escribió una carta –fechada el 9 de agosto- al secretario general de la UN, Ban Ki-moon, para pedir a la comunidad internacional poner fin a la “tragedia humanitaria” en Irak, “coloco ante usted las lágrimas, los sufrimientos y los gritos desesperados de los cristianos y de las otras minorías religiosas de la amada tierra de Irak”.
El pontífice confesó estar “conmovido por la situación”, sentir “un peso en el corazón y “angustia” por las sanguinarias acciones perpetradas por las fuerzas del EI y aunque no fue explicita su expresión de referirse a los terroristas, rcordó que sus acciones violentas han obligado a los cristianos y a los miembros de otras minorías religiosas a huir de sus casas, además de presenciar la destrucción de sus lugares de culto y del patrionio religioso.
Estados Unidos, por su parte, pidió al primer ministro iraquí, el chií Nuri al Malai, a “respetar el proceso” de formación de un nuevo gobierno en Irak con Haidar al Abadi al frente, ante la resistencia del actual líder a abandonar el poder.
“Nuestro mensaje a Al Malawi y a los otros líderes de Irak es que éste s el proceso que cumple con lo dispuesto en la Constitución de Irak. Él tiene que respetar ese proceso y dejar que siga adelante”, dijo el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en conferencia de prensa, “cualquier esfuerzo para que ese proceso descarrile o para recurrir a la violencia será rechazado no sólo por Estados Unidos, sino también por la comunidad internacional”.
Al Maliki anunció este miércoles que no dejará el cargo y que su gobierno “no cesará ni será reemplazado a menos que el Tribunal Supremo Federal emita una resolución que así lo ordene”, pese a que el nuevo presidente iraquí, Fuad Masum, encargó el domingo a Al Abadi la formación de un nuevo Gobierno en el país, designación que ha respaldado EU, la UE y otros países, incluido Irán.
En las últimas semanas los milicianos yihadistas del ISIS (Estado Islámico de Siria e Irak) han protagonizado en el norte iraquí una serie de violentos ataques contra los cristianos y los ciudadanos yezidis, muchos de los cuales han sido masacrados o sepultados vivos.
