Continúa la saga investigativa de la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP), sobre los programas del gobierno de Estados Unidos para provocar un cambio político en Cuba. En esta ocasión se trató de un proyecto con jóvenes latinoamericanos utilizados para infiltrase en la isla, con el objetivo de reclutar activistas políticos e incitar una rebelión.
De acuerdo con la AP, desde principios de octubre de 2009, se tiene conocimiento de un proyecto supervisado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), quien a través de la empresa Creative Associates, con sede en Washington, contrató a una docena de jóvenes para realizar tareas encubiertas en la isla.
Los jóvenes de Venezuela, Costa Rica y Perú, viajaban a Cuba, la mayoría de las veces, como turistas y utilizaban la cobertura de presuntos programas de ayuda “cívicos” o de salud, para reclutar jóvenes cubanos desafectos, posibles activistas políticos y promover la subversión. Según el trabajo investigativo de la agencia de prensa, los jóvenes latinoamericanos contratados cobraban un salario de 5.41 dólares por hora y recibieron un seminario de 30 minutos para “evadir la inteligencia cubana”.
De acuerdo con los documentos citados por la AP, estos bisoños agentes fueron convencidos de que, en caso de ser apresados por las autoridades cubanas y “ a pesar de que nunca hay total certeza, puedes tener confianza de que las autoridades no van a tratar de hacerte daño físicamente, sólo te van a asustar”.
El pasado 3 de abril, una investigación realizada por periodistas de la AP reveló como el gobierno estadounidense, a través de la USAID, supervisó la creación de una red social llamada “ZunZuneo”, para recabar información privada de los ciudadanos cubanos que posteriormente sirviera para transmitir mensajes, difundir propaganda e impulsar una especie de “primavera cubana”.
Tanto la red social como el proyecto de jóvenes infiltrados han sido programas operados durante la administración del presidente estadounidense Barack Obama, lo que en los hechos constituye una contradicción más para el Nobel de la Paz, en su errática política de distensión diplomática.
No es la primera vez que la USAID es señalada como entidad fachada para la intervención y la injerencia del gobierno estadounidense en otras naciones. En Ecuador y Bolivia, también se han denunciado otros casos de conspiración e intromisión.