Entrevista a Telésforo Nava/Profesor-investigador de la UAM-Iztapalapa
Nora Rodríguez Aceves
Ya no hay izquierda en México, al menos a nivel de izquierda con registro, no hay una izquierda que realmente tenga como objetivo programático trabajar por el bien de las clases subordinadas, de los trabajadores, para avanzar a defender los intereses en función de, digamos, todo el pueblo trabajador y buscar una transformación social que sea para beneficio de los de abajo, esa izquierda que había en los setenta, que todavía en los ochenta existió con el Partido Comunista Mexicano con registro el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Partido Mexicano de los Trabajadores recordado por el ingeniero Heberto Castillo, esas eran izquierdas.
“Eran izquierda, tenía registro, hacía oposición real al régimen político, ahí está los paros nacionales que hizo, las luchas que, aunque todavía no tenía registro salvo al final ya en 1979, toda la insurgencia sindical, popular, campesina hizo en aquella época, la lucha contra el saqueo petrolero que hacía Heberto Castillo, todo eso lo hizo la izquierda, esa izquierda que no existe más que en grupos que no tienen registro y que de alguna forma, sin que sea peyorativo, son bastante marginales, no tienen mucha fuerza”.
“El PRD desgraciadamente, aunque su proyecto histórico era hacer una revolución democrática, se pudrió, se corrompió, nada más veamos el Distrito Federal y los lugares donde gobierna supura la corrupción a nivel central, a nivel de delegaciones, de municipios. La izquierda está muy disminuida”, afirma Telésforo Nava Vázquez, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa (UAM-Iztapalapa).
Izquierda dividida
Además, “esa cosa que se dice de izquierda está absolutamente dividida, completamente, y hay que dar el crédito que se merece a Andrés Manuel López Obrador que trabajó con ahínco para dividir a esa izquierda, recordemos que él se mantuvo dentro del PRD para deteriorarlo lo más posible, violando toda la disciplina y las decisiones de ese partido. ¿Eso hace un militante?”.
“No es cierto que como dice Martí Batres y otros personeros, voceros de Andrés Manuel, que se fueron del partido por lo del Pacto por México, hasta por fechas se equivocan completamente, lo haya pensado así o no lo haya pensado así Andrés Manuel creó su partido —Morena— que es de su propiedad”.
Por lo tanto en las elecciones de 2015 y 2018, “el voto que había sacado en las últimas elecciones el PRD se dividirá entre éste y Morena, ya hemos visto las recientes encuestas donde se observa que los porcentajes que pierde el PRD en automático pasan a Morena. ¿A quién ha beneficiado eso? Al PRI, el gran beneficiado de esa división es el PRI”.
No obstante todo esto, el también miembro fundador del PRD, integrante de su primer Consejo Nacional y consejero electoral en 1991 señala aSiempre!quede igual forma hay que ver que luego de la participación del PRD en el Pacto por México se puede decir que el partido queda “bien y mal, bien en el sentido que el grupo dominante, Nueva Izquierda, mejor conocido como Los Chuchos, se ha posicionado mejor, era un grupo que estaba bastante debilitado, en crisis, y el haber hecho el Pacto por México le dio fortaleza política sobre todo hacia el exterior y principalmente con las élites políticas dominantes”.
Obviamente, “así el de Gustavo Madero en el PAN son ahorita un grupo que de alguna forma tiene cierto consentimiento y apoyo del gobierno federal y se ha notado en el momento en que algún grupo interno de ese partido, sea el PAN o el PRD, amenaza a ese aliado, no han vacilado en apoyarlos desde el poder federal”.
Mientras que “hacia los sectores realmente de izquierda, opositores, hay un desprestigio del grupo de Los Chuchos y por ahí se llevan entre las patas al partido, porque para nadie es un secreto que el Pacto por México abrió las puertas a las reformas que ya ha llevado adelante Peña Nieto, es pecar de ingenuos de que abrir la reformas constitucionales, pactar eso, era pactar toda la transformación, yo incluso como hipótesis diría que los mismos Chuchos que apoyaron las reformas constitucionales, abrieron ese proceso, de alguna forma están de acuerdo”.
El control de los Chuchos
De tal forma que, agrega el doctor en estudios latinoamericanos por la UNAM, “los ha fortalecido aunque también los ha debilitado y en ese tenor enfocando el proceso electoral interno que viene, primero no hay que olvidar que casi siempre las elecciones internas de este partido terminan en la peor porquería, termina todo mundo cuestionando, todo mundo tirando porquería, lodo y medio sobre los demás, esa es la historia de esos procesos, y Los Chuchos viendo esa situación y además partiendo, no nada más les preocupa ese desprestigio porque ellos han trabajo mucho para hacer todo eso, para llevar a ese estercolero al PRD, ellos saben que tienen el control del aparato perredista”.
Es por eso, “yo ahí entiendo, que dándose unos aires de transparencia, de que realmente haya democracia, objetividad, es que pidieron al ahora llamado Instituto Nacional Electoral que organice la elección interna porque quieren, ellos saben que ganarán, son las cuentas que ellos hacen, esos burócratas tienen todo contabilizado, cada delegado, cada militante”.
Sin embargo, el experto en Estado y movimientos sociales de la apunta que “eso es lo que Nueva Izquierda dice, pero en esa confrontación interna que hay ellos tienen de aliados a los de ADN y las otras corrientes que son bastante menores en términos cuantitativos porque cualitativamente ahí se van, están igual de puercos, se han unido para enfrentarlos, pues saben que aun unidos todos son minoría frente a ese acuerdo de Los Chuchos y ADN”.
Cuatro candidatos
En ese sentido, cuatro son los hombres que se barajan para ser candidatos a ocupar la presidencia nacional del PRD: Cuauhtémoc Cárdenas, Carlos Navarrete, Carlos Sotelo y Marcelo Ebrard.
Para el maestro Nava, “Marcelo Ebrard está tan quemado como un carbón, lo carbonizó totalmente todo ese escándalo, esa corrupción que ha supurado en lo de la línea 12 del Metro”.
Por otra parte, “la candidatura de Cárdenas, él explícitamente no ha dicho que vaya a competir, en un principio dijo que él aceptaría si era un candidato llamémoslo de unidad, que todos realmente estuvieran de acuerdo con él, que era la forma en que iría, y todas las tribus opositoras a Nueva Izquierda y ADN lo tratan de convencer porque sin duda si hay un político no solo en el PRD sino en la escena nacional con una autoridad moral y política, es el ingeniero Cárdenas, ahí sí nadie le puede cuestionar nada y yo lo que veo es que esas corrientes tratan de usarlo, usar la figura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para posicionarse”.
Por lo tanto, “mientras que Cárdenas no diga que irá a la elección no sabemos si realmente registrará su candidatura, sí hay muchas posibilidades de que él pudiera ganar”.
Y Carlos Sotelo “también es el típico candidato que se registra para negociar, a la mejor, hasta retira su candidatura ya cuando le garanticen ciertos puestos que él busca y así pueden surgir otros que solamente se registran para posicionarse para valorizarse y negociar en mejores condiciones”.
De ahí que para el politólogo esta estrategia del candidato de unidad sea más un cálculo político que un verdadero interés por reivindicar a la izquierda mexicana, “completamente, cada una de esas corrientes podríamos decir que les interesa muy poco el PRD porque todas esas expresiones han contribuido a desmoronar el partido, y si hay alguien que realmente tuviera un interés por él es Cárdenas, porque recordemos el gran movimiento de masas que él desató en 1988 él lo volcó a la institucionalidad, a la transformación a convertirlo en una organización partidista”.
Es así como en medio de una izquierda dividida y una lucha a muerte “por el control del aparato para sus negocios, negocios”, el PRD llegará el 7 de septiembre a su elección interna para renovar a sus órganos directivos y el 5 de octubre los perredistas estarán votando por su nuevo dirigente nacional”.