Charla con Francisco Hinojosa/Novelista

Eve Gil

Emma es la segunda novela para adultos de Francisco Hinojosa, pero me atrevo a exponer mis dudas, y así se lo hago saber: “Siento a Emma como un thriller erótico «para jóvenes»”, lo cual no significa que los adultos no la disfruten intensamente y que es muy probable que sin proponérselo tal vez haya escrito la primera novela erótico-juvenil.

Pero Francisco, uno de los narradores más imaginativos e innovadores de la literatura mexicana, insiste en que Emma es para adultos, aunque, claro, “no estrictamente para adultos”.

“Diría que está escrita —afirma— a partir de la juventud. Imagino más un lector universitario, porque sucede precisamente en ese ámbito y toca un tema de mucho interés para este sector. De ninguna manera diría que es «erótica», mucho menos «pornográfica». Es una novela que juega con el sexo, el erotismo y la pornografía, y tendría otro tipo de lectura para aquellos que tengan en cuenta la referencia y los guiños que tiene. Aludo, es cierto, a Harry Potter, pero también tiene alusiones a Kafka (como Maurice, que amanece convertido en cangrejo), García Márquez, Paz, Gorostiza, Proust, Cela, Bioy Casares, una gran cantidad de autores haciendo guiños, y quien los haya leído se reirá el doble con estas intervenciones inesperadas”.

Origen de la novela

Emma es Harry Potter. También es la Cenicienta y muchos personajes más. Como el mago adolescente (y la heroína del cuento de hadas) es una huérfana que vive con unos tíos para quienes ella es un estorbo y una vergüenza, no solo por el pasado de sus padres, legendarias estrellas de la pornografía, sino porque Emma posee todas las virtudes físicas e intelectuales de las que su hija carece….y como en los casos antes citados, Emma será rescatada por un hado padrino, en este caso, el enigmático señor Bloy, director del Instituto Bataille (cuyo nombre debiera hablar por sí mismo), la universidad donde se educan los futuros profesionales del sexo y la pornografía.

Sugiero a Francisco que Emma podría leerse también como una parodia de esta avalancha de novelas eróticas relacionadas en prácticas sadomasoquistas que actualmente encabezan la lista de best-sellers.

“De manera tangencial —dice—, pero en realidad todo lo que tenga que ver con el porno está ahí. La empecé a escribir hace nueve años y tiene su origen en una indagación personal mía respecto al sexo y al erotismo, muy en boga, y empecé a preguntarme dónde se «educarían» los profesionales de todas esas prácticas sofisticadas; si como todo especialista en algo habrían recibido algún tipo de instrucción, y surgió la idea de una hipotética academia de profesionales de la pornografía y el sexo en general, y me pareció que Francia era la mejor opción para ubicar esa academia, en vista de su gran tradición en literatura erótica. Al mismo tiempo, en ese preciso instante, también estaba muy en boga Harry Potter, y pensé más en parodiar a Harry Potter que a esas novelas que por el momento saturan el mercado”.

¿Y a qué Emma —pregunto— alude el nombre de la heroína? ¿A la Bovary o a la Woodhouse? (de Jane Austen) ¿La adúltera o la casamentera?

“Lo tome —dice Fransico— más bien de Flaubert, aunque la otra referencia posible es Emmanuelle, la heroína de aquella saga cinematográfica (protagonizada por la recién fallecida actriz neerlandesa, Sylvia Kristel), que en su momento tuvo mucha relevancia, y hablaba también sobre una aprendiz del erotismo. De la de Austen no creo que tenga nada —Francisco permanece pensativo un instante— ¡La ingenuidad, creo yo!

La literatura mexicana es muy solemne

Pero justo a la mitad de este peculiar cuento de hadas, surge la vuelta de tuerca: Hinojosa nos empuja a un thriller. Ha muerto envenenado un personaje a quien Emma le ha obsequiado una golosina que alguien le había enviado originalmente a ella: alguien quiere ver muerta a Emma de Brantôme. Surge también la posibilidad de que el accidente en que murieron los muy afamados padres de Emma haya sido provocado por alguien relacionado con quien intentó matarla.

“La primera versión, la que empecé hace nueve años, sí tenía algo más de novela negra —señala Francisco— y hasta aparecía un detective que ayudaba a resolver el caso, pero terminó por no gustarme. Me eché para atrás, volví a mi vena humorística y la reescribí”.

“Tenía también —agrega— una versión mexicana, de la cual solo rescaté a la maestra de lucha en lodo, Háfrika Yessenya, pero hubiera sido inverosímil situarla aquí o en Estados Unidos, donde existe tanta hipocresía social. Estoy convencido de que la sociedad francesa aceptaría una academia de estas características”.

Pero si algo abunda en Emma y en cada uno de los libros de Francisco, es el humor.

“Es el escudo para enfrentar el mundo, particularmente a uno como este, y considero que la literatura mexicana es muy solemne. Siempre se me ha hecho raro que Breton considerara a México el lugar del humor negro por excelencia, quizá influenciado por esto de las calaveritas que se escriben el Día de Muertos, pero es que somos solemnes y una dosis de humor nos podría rescatar de muchas cosas. Actualmente, por ejemplo, se cree que el tema de la violencia en México es como de exportación, pero definitivamente no estoy de acuerdo”.

Actualmente, el también autor de clásicos como La señora más mala del mundo, el tiempo apremia o Poesía no eras tú, entre muchos otros, se encuentra inmerso en la escritura de otra novela para jóvenes: “Es sobre una niña de 15 años que vive en un hogar disfuncional y se escapa de su casa, pero el tema central es el enfrentamiento con la muerte. Es la novela más realista que he escrito”.

Emma está publicada por Almadía-UNAM, México, 2014, y su autor nació en la ciudad de México en 1954.