Este martes, el religioso español Miguel Pajares, contagiado de ébola en Liberia, falleció en el Hospital Carlos III de Madrid donde era tratado con un suero experimental denominado ZMapp –y que también se administra a dos ciudadanos estadounidenses con similar patología-, informaron a Efe fuentes sanitarias.
Pajares –de 75 años- que fue trasladado el pasado 7 de agosto desde Monrovia, es el primer español y europeo infectado por el virus, y ya ha sido incinerado en el crematorio de Collado Villalba del hospital Carlos III, para proceder a su entierro mañana a las 11.30 hora local en el panteón de la Orden de San Juan de Dios, de la capital española.
Sellado en una caja de madera, su cuerpo fue incinerado en un horno especial, sin practicarle la autopsia para evitar la propagación de la enfermedad, porque así lo establece el protocolo de seguridad: un cuerpo infectado por ébola, o con solo la mera sospecha de haberse contagiado con este virus, prohíbe la autopsia por “la alta carga viral de los fluidos corporales”.
Aprueban tratamientos experimentales
Ante el actual brote en África Occidental -que desde marzo ha dejado mil 013 muertos, después de que otras 52 personas murieron entre el 7 y 9 de agosto- el Comité de Ética de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el uso de tratamientos experimentales en las víctimas aunque su eficacia no haya sido comprobada.
“En las circunstancias particulares de este brote y si se cumplen ciertas condiciones, el Comité consensuó que es ético ofrecer intervenciones cuya eficacia no está comprobada y con efectos secundarios todavía desconocidos, como potencial tratamiento o prevención”.
La OMS aclaró que sigue recomendando las medidas clásicas de salud pública para controlar el brote del virus y pidió no poner esperanzas desmedidas en los tratamientos o vacunas experimentales; así mismo, la subdirectora general de la OMS, Marie-Paule Kieny, insistió en que la prioridad debe ser la identificación rápida de casos, el aislamiento, rastrear a las personas que tuvieron contacto con el enfermo, así como las medidas tradicionales para el control de infecciones.
La mayor cantidad de muertos se reportó en Liberia, donde 29 personas perdieron la vida, 17 más en Sierra Leona y seis en Guinea, mientras que la cantidad total de casos de ébola ascendió a mil 848, indicó la organización.
La OMS tenía previsto ayer un encuentro con un grupo de expertos en ética médica para analizar el uso de tratamientos experimentales, por la gravedad de la crisis; y un reporte del New England Journal of Medicine indicó que un niño de dos años falleció el 6 de diciembre en Gueckedou –al sur de Guinea- quien sería el “paciente cero”.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobaron un pedido del Gobierno de Liberia para enviar dosis de un medicamento experimental para tratar a doctores liberianos infectados por el virus del ébola, aseguró la presidencia del país africano.
El medicamento que también autorizó la OMS para apoyar el tratamiento de los médicos será entregado esta semana por un representante del Gobierno de Estados Unidos.
