Magdalena Galindo

Por fin se aprobó, aunque no con mucho beneplácito, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Como es sabido, la discusión se centró en si se definiría la preponderancia por sector o por servicio. Si se optaba por sector se golpeaba a Carlos Slim, si se consideraba por servicio a Televisa. Sobra decir que como la ley tenía el apodo de Ley Televisa, era previsible que el criterio que se aplicaría sería por sector. La propia empresa de Azcárraga Jean apoyó en desplegados que se definiera por sector, a sabiendas que de esta forma esquivaba el golpe de agente preponderante.

Esta definición tiene que ver con la concentración y en particular con la Ley Federal de Competencia Económica conocida popularmente como ley antimonopolios. Como Televisa está en la televisión abierta y en la restringida y en la radiodifusión y minoritariamente en la telefonía, su concentración se divide en esta variedad o sector. En cambio, Slim está claramente como preponderante en otro sector que es el de telefonía. De este modo se deja de lado que Televisa y TV Azteca tienen nada menos que el 95por ciento de la televisión abierta y Televisa tiene el mercado del 60 por ciento de la TV restringida (o de paga). Para dar idea de la concentración puede decirse que Azteca, ´que resultó de la privatización de la televisión estatal, cuenta con 181 estaciones que equivale al 39.3 de las estaciones comerciales que repiten sus canales 7, 13 y Proyecto 40.

 

La televisión restringida en pesos y centavos

Se llama así a la que se trasmite por cable y que se cobra por el servicio. Televisa tiene el 53.8 por ciento de este mercado; MVS el 15.2 por ciento; Megacable, el 13.2 por ciento; Cablecom, el 8.2 por ciento y el resto de las empresas que participan el 9.6 entre todas.

El total en el país de TV de paga o restringida es de 15 millones 185 mil suscriptores. Si Televisa tiene el 53.8 por ciento, entonces tiene 8 millones 169 mil 530 suscriptores que si suponemos que toman el paquete básico, el de menor precio y con un solo aparato televisor,pagarían 309 pesos,lo que significa que la empresa recibe por lo menos 2 mil 524 millones 384 mil 770 pesos cada mes.

Por no haber sido catalogado como agente económico preponderante, Televisa puede hacer efectiva su compra de Cablecom, que tiene un millón de suscriptores, o de cualquier otra empresa de este tipo. Por cierto, al principio, la TV restringida tenía el argumento de venta que así prescindía el televidente de los molestos anuncios publicitarios, porque estaba pagando el servicio, pero en la nueva ley se advierte que los anuncios no tienen límite en este tipo de trasmisión.

En Sky, la televisión restringida trasmitida por satélite, Televisa tiene el 58.7 por ciento o sea, otros dos millones de suscriptores. (Sobra decir que se ocupa, sin costo, el espacio aéreo nacional).

Entre los países de la OCDE, Televisa ocupa el tercer lugar en vender sus servicio más caros en un nivel mundial. Un dato interesante es que Bill Gates, el que se disputa un año y otro con Carlos Slim ser el hombre más rico del mundo, posee el 17 por ciento de las acciones de Televisa.

El caso de Slim: cuando se pierde para ganar

Carlos Slim, por su lado, poseía cuando la ley de telecomunicaciones llega a su etapa final el 67.6 por ciento de la telefonía fija, es decir, 13.7 millones de líneas. En la telefonía móvil poseía más, el 70.1 por ciento, lo que significa 71.9 millones de líneas. En internet fijo tenía 66.9 por ciento, es decir, 9 millones, y en internet móvil el 62 por ciento, equivalente a 8.9 millones de líneas.

El uso de los verbos en pretérito imperfecto (o copretérito) en el párrafo anterior obedece a que Carlos Slim, apenas se enteró que iba a definirse por sector, se apresuró, a desincorporar (así se dice) y vender activos de la empresa América Móvil y con eso dejar de ser agente económico preponderante, pues pasó del 70 por ciento a menos del 40 por ciento en el sector de telefonía fija, telefonía móvil e internet. Disminuyósu porcentaje de acciones, pero creció su dinero. Apenas se vendieron las acciones y América Móvil repuntó en las Bolsas de Valores de México y Nueva York nada menos que 9.4 por ciento, unos 6 mil 851 millones de dólares, lo que se supone es más o menos lo que había perdido cuando se temió hace uno o dos años que se le consideraría agente económico preponderante.

De inmediato invirtió en The New York Times y se fue con su amigo el también magnate Olegario Vázquez Raña al pueblo de Avión, en Galicia, donde Patricia Alvarado, corresponsal de Jacobo Zabludovski en su noticiero De una a Tres, reportó que llegó en avión privado, se tomó fotos con los lugareños y comieron creo que angulas, lujos que se puede dar.

Los usuarios ante la nueva ley

Al margen de la gigantomaquia aquí reseñada brevemente, otras disposiciones merecen comentario.Se mantiene la concesión otorgada por el gobierno foxista de que el Estado debe pagar los tiempos en los medios como cualquier hijo de vecino o empresa comercial. Este retroceso alcanza cifras millonarias, porque en otras épocas los concesionarios, puesto que el Estado les daba permiso de transmitir, pagaban ya la concesión o sus impuestos con tiempo aire. Ahora este tiempo (creo que se llama fiscal) se pagará como publicidad por el Estado sin considerar siquiera el interés público. La trasmisión de cualquier tipo y en especial la satelital ocupan evidentemente el espacio aéreo mexicano, y eso deberían pagarlo las empresas que lo comercializan.

Pagan justos por pecadores

Los contenidos, eso sí como antes, (o como siempre) son supervisados por la Secretaría de Gobernación. Por la presencia del narcotráfico se puede, sin orden oficial, intervenir el teléfono de cualquier ciudadano por las oficinas de “inteligencia” de las Secretarias de la Defensa,Marina y el mismo Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional).

Su majestad, la publicidad

Siempre me ha asombrado que lo que la publicidad cobra es la atención que nosotros, usted o yo, prestamos a un medio escrito, un programa de radio o de televisión. Como es sabido, si usted se anuncia en el programa con mayor rating (índice de audiencia) la publicidad costará más lo que quiere decir que se está vendiendo nuestro tiempo libre, el que dedicamos al entretenimiento.

Muchos jóvenes no recordarán que el principal argumento de venta de la televisión restringida, por cable o satelital, era precisamente que el televidente escapaba a los molestos anuncios publicitarios, pues bien, hasta ahora, los anuncios eran limitados a unos minutos (leo en una revista de la competencia que a seis minutos por corte), pero de hoy en adelante no hay límite. La razón de prohibir la publicidad, tanto en los cines como en la televisión restringida, era que el usuario pagaba ese servicio de cable o satelital o su boleto en el cine, pero ahora en ninguno de estos medios tendrá ya freno la publicidad.

Internet es un fenómeno casi incomprensible, porque ahí al contrario de lo que estamos comentando, no hay manera de impedir que los cibernautas se “bajen” la música, los libros, las películas y todo lo que usted pueda imaginar, vulnerando desde luego el derecho de autor.

Las estaciones comunitarias o indígenas no pueden aceptar publicidad y muchos consideran que ésta es una manera de marginarlas y hasta propiciar su desaparición. Independientemente de que sí se trata de dejarlas de lado, casi en el olvido, la verdad es que no resulta lo mejor abrirlas a la publicidad, pues eso me parece criticable en canal 11 que antes era sólo una estación cultural y ahora promociona fundamentalmente las pocas empresas paraestatales que había dejado la voracidad empresarial. TV UNAM permanece como televisión restringida, a pesar de pertenecer a una institución pública y gratuita. También se la han hecho cansada al gobierno del DF, por más que numerosas entidades cuenten con sus canales estatales desde hace años.