Gonzalo Valdés Medellín
La ópera prima del dramaturgo sonorense Carlos Iván Córdova, Mujeres sin cuello, se hizo acreedora al Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2013. Preguntamos al director Ginés Cruz sobre esta puesta y expone: “Mujeres sin cuello cuenta la historia de Mili (Patricia Yáñez), adolescente, sin antebrazos y sin piernas por debajo de las rodillas, a quien su familia mantiene encerrada durante una fiesta en una habitación lejana, bajo el cuidado de su nueva enfermera, Amelia (Mahalat Sánchez). A pesar de su limitación física, Mili, es una adolescente con una herida narcisista bastante fuerte, capaz de llevar a Amelia a acciones que ella jamás hubiera podido pensar. En apariencia, puede ser un caso extremo pero nos encontramos con una circunstancia que es más cotidiana de lo que pensábamos…”, afirma Ginés Cruz, director invitado, actualmente becario del programa Jóvenes Creadores del fonca, y quiere destacar “la oscura riqueza de los personajes y el reto que significa ahondar en un libreto donde se han sembrado numerosos símbolos para exponer las inquietudes internas de dos mujeres tan distintas con un tema que las une: ‘la necesidad de escapar’. ¿Quién no ha sentido alguna vez esa necesidad de escapar de la mente y el cuerpo que nos agobia con sus deseos? Todo este universo coincide con las constantes temáticas de otras obras que he dirigido. En este solipsismo de los personajes, se asoman inquietudes que nos insinúan que requerimos de prótesis para existir, para reparar artificialmente la falta de un órgano”.
El director especifica: “Busco en la metáfora de la prótesis, incluso las que usamos los que nacemos ‘normales’, esa es la idea. Un teléfono celular se vuelve extensión de la comunicación que no tengo con el otro; el uso de las palabras que no existen como prótesis del lenguaje, el alcohol como prótesis de la felicidad. Con una insatisfacción en nosotros mismos, por el simple hecho de tener una extención, en cuestionarnos: ¿Las mentiras podrían ser una prótesis de lo que le falta a la realidad?”.
La propuesta de escenografía por parte de Carolina Jiménez y la de vestuario y utilería complementan esta idea del director con un universo donde todo está incompleto, un universo precario, pero tecnológicamente adaptado a las necesidades de Mili. Un espacio frío y tal vez desolador que busca una estética visualmente atractiva por su incompletud y sordidez.
La compañía Cardumen Teatro, dirigida por Cruz, tiene el propósito de trabajar textos de la dramaturgia contemporánea mexicana para producirlos con calidad, valor artístico y cultural, y para continuar la tradición del teatro nacional que en estos momentos es variada en cuanto a temas, tonos y estructuras.
Mujeres sin cuello tendrá una corta temporada, en La Gruta, todos los viernes hasta el 31 de octubre a las 20:30 horas. Es una obra para adolescentes y adultos que nos recuerda la dificultad de las relaciones humanas debido a esas carencias que tenemos, pero que también dibuja un camino esperanzador hacia las amistades construidas desde la unión de dos grandes soledades.


