Derechos de niños y adolescentes
Angélica de la Peña Gómez
Es verdaderamente alentador que en el comienzo de un nuevo periodo de sesiones tengamos la gran responsabilidad de dictaminar una iniciativa que transformará la vida de millones de niños y adolescentes en nuestro país.
El titular del Ejecutivo federal ha enviado al Senado de la República una iniciativa preferente, que debe ser discutida y votada por el pleno en un plazo de 30 días naturales; se trata de la Ley General de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
Son seis comisiones ordinarias las que intervendrán en el análisis, discusión y elaboración del dictamen: Atención a Grupos Vulnerables, Derechos de la Niñez y de la Adolescencia, Educación, Derechos Humanos, Estudios Legislativos Segunda e Igualdad de Género. Conocemos el tema y lo hemos discutido desde tiempo atrás, por lo que acordamos trabajar de inmediato y de manera colegiada.
Adicionalmente, he planteado que el proceso de revisión de esta propuesta se realice en conferencia con la Cámara de Diputados para que la ley se apruebe y promulgue lo antes posible.
Si bien la iniciativa del presidente de la república tiene aspectos relevantes, buscaremos mejorarla, enriquecerla, sobre todo, eliminar toda posibilidad de ambigüedad o interpretación en sus preceptos, por lo que consideraremos las iniciativas que se encuentren en comisiones desde la anterior legislatura y de la actual.
Igualmente, los instrumentos internacionales como la Convención sobre los Derechos de la Niñez, de la que es parte el Estado mexicano, son fundamentales para construir una ley de la envergadura que hoy tenemos como reto.
Tenemos claro que la no discriminación, el interés superior de la niñez, la igualdad sustantiva, así como el desarrollo en un espacio familiar, son principios rectores de los derechos de niños y adolescentes, que deben ser contemplados.
Pero no solamente opinaremos los legisladores. Habremos de consultar a organismos internacionales como UNICEF, a organizaciones de la sociedad civil especializadas en este tema. Escucharemos a los expertos.
Se conjuntarán los esfuerzos, se privilegiarán las coincidencias en aras de un objetivo: una legislación integral que diseñe y articule las políticas públicas a favor de la promoción y protección de los derechos humanos de la niñez y la adolescencia, que los reconozca como sujetos de derecho.
Sin olvidar que la sociedad, desde su núcleo esencial, la familia, es también responsable, la atención de las instituciones del Estado deberá ser permanente, exhaustiva, para que no haya un solo niño o adolescente que no cuente con la protección del Estado para ejercer de manera plena todos y cada uno de sus derechos.
Ése es el paso imprescindible para asegurarles una vida digna, de amor, de felicidad, sin riesgos, sin violencia de ningún tipo, considerados verdaderamente como parte fundamental de la sociedad. Ése es el mundo único de la niñez que debe observar el Estado mexicano, está obligado a ello.
Los senadores no solamente tenemos un plazo constitucional que cumplir para aprobar la iniciativa preferente que se nos ha remitido, también contemplamos que se aproxima una fecha emblemática a nivel internacional, el 25 aniversario de la Convención de los Derechos de la Niñez.
México tiene que preparase para dar un informe pertinente ante el Comité de los Derechos de la Niñez. Nuestra imagen como Estado resultará afectada negativamente si nuevamente anunciamos una agenda de buenas intenciones y recibimos las mismas recomendaciones.
Nuestro compromiso es abonar a la construcción de un México donde no haya niños y adolescentes de primera y de segunda, privilegiados y abandonados, amados y rechazados, protegidos e institucionalizados.
Es el momento de dar el paso decisivo para transitar de la filantropía, del asistencialismo gubernamental a un sistema nacional de protección de los derechos de los niños y adolescentes.
@angelicadelap
Presidenta de la Comisión de Derechos
Humanos del Senado de la República.
